El video con la acusación de la Presidente y la respuesta de Bonelli. En segundo lugar, el cierre de Nelson Castro en su programa de TN. Lo de Cristina es ya una conducta que repetirá una y otra vez: acallar a quien sea por su sola condición de opinar en contrario
La Señora Presidente ha dicho de la necesidad de una ley de ética pública, dijo Nelson Castro, y cuando escucho a la Presidente hablar de ética pública cuando no puede explicar cómo usted, señora Presidente, y su marido se han hecho millonarios; cuando cuatro contadores de la Afip debieron juntarse con su contador para cerrar una declaración con agujeros por todos lados; cuando la escucho hablar de ética pública cuando en ambientes empresarios se refieren al Vicepresidente como “el chorro”; cuando no se cumplen los fallos de la Corte y se manda a apretar a jueces; cuando la escucho hablar de ética pública….qué quiere que le diga señora Presidente.
Nelson Castro en

ARTÍCULO que te revela la estrategia oficial: bancarse un ajuste y una leve recesión, acumular guita y largar anuncios el año que viene para ganar las elecciones. El artículo lo explica muy bien y, además, da posibles temas ejes de la estrategia. Leelo porque te reconviene….
Fuerte aumento del gasto público en 2013 de cara a las elecciones
Por Mariano Obarrio
Después de haber cancelado la última cuota del Boden 2012, la Presidenta diseña el último ajuste del año para pagar las deudas que quedan y así encarar 2013 con poder de caja.
Para el próximo año, Cristina Kirchner tiene previsto volver a liberar el gasto público con diversas medidas distributivas de alto impacto político, con el fin de fortalecer la posición del oficialismo de cara a las elecciones legislativas y mantener viva la posibilidad de una reforma constitucional.
Según pudo saber LA NACION de altas fuentes de la Casa Rosada, el Gobierno evalúa elevar el piso del impuesto a las ganancias, expandir y elevar la asignación por hijo e instituir el 82% móvil para las jubilaciones. Además, podría universalizar las asignaciones familiares y devolver parte de la deuda de las obras sociales sindicales. En este plan ya está trabajando el viceministro de Economía, Axel Kicillof, con su equipo.
También Cristina Kirchner ordenó reactivar las obras públicas, hoy paralizadas. Por eso, recobró vida política el ministro de Planificación, Julio De Vido, quien había sido marginado del gabinete hace seis meses. A ese objetivo apuntan sus publicitadas reuniones con intendentes bonaerenses.
¿Cuál es el motivo para tanto optimismo en 2013? Ese año el Gobierno estima que recaudará 20.000 millones de dólares adicionales por el aumento de todas las exportaciones agropecuarias, en especial la soja, cuyo precio supera en estos momentos los 600 dólares la tonelada. Y que sólo tendrá que pagar deuda externa por 4500 millones de dólares, mucho menos que los 13.000 millones que debe desembolsar en 2012. "Este año fue de ajuste y control del dólar y de las importaciones para pagar deudas e importaciones de combustible. En 2013 volveremos al gasto y la expansión para reactivar el consumo, el empleo y ganar las elecciones", dijo a LA NACION un ministro.
Cristina Kirchner celebró la cancelación del Boden 2012 , por el cual el Estado pagó 2300 millones de dólares. El control cambiario y comercial durará hasta diciembre, cuando afrontará los 3500 millones del bono cupón PBI. Será el último esfuerzo en la "sintonía fina". Luego se abriría la caja para el año próximo.
El objetivo declarado es ganar las elecciones de octubre de 2013 por un piso del 40%. Ello superaría en 10 puntos al porcentaje obtenido en 2009, cuando el kirchnerismo perdió e hizo una pobre elección. Al poner en juego pocos diputados, tiene buenas chances de aumentar el número de su bancada en 10 o 15 escaños. Pero sólo en Diputados. El Senado quedaría casi igual, ya que sólo se eligen legisladores en ocho provincias y el mapa en la Cámara alta no variaría demasiado.
Todas esas estrategias las analizan el secretario general de la Presidencia, Carlos Zannini, y el diputado ultrakirchnerista Carlos Kunkel.
Mientras tanto, Kicillof y un equipo técnico en Economía trabajan en un plan para alcanzar un impacto económico fuerte que genere consumo y empleo desde 2013. El proyecto está integrado por tres ideas centrales:
-Expandir y aumentar la Asignación Universal por Hijo (270 pesos) para madres de menores recursos.
-Elevar el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias.
-Conceder el 82% móvil en las jubilaciones. Con la emisión y la inflación, ese aumento se licuaría en meses, pero el efecto llegaría a las elecciones.
También está en danza la expansión de las asignaciones familiares aun para salarios superiores a los 5200 pesos, que hoy no la perciben. Este es un pedido del futuro jefe de la CGT antimoyanista, Antonio Caló.
Todas las mejoras se harían una vez que Caló haya asumido al frente de la nueva CGT para que ningún anuncio quede vinculado a los pedidos del actual jefe cegetista, Hugo Moyano, enfrentado a la Casa Rosada.
Incluso, el Gobierno evalúa devolver a las obras sociales sindicales parte sustancial de la deuda de 2000 millones de pesos que reclama el líder camionero. "Pero todo esto dependerá de cómo esté el flujo de caja", comentó un ministro.
Lo cierto es que en 2013 se prevé una alta emisión, un salto inflacionario y no se descarta una devaluación paulatina.
El plan estatizador
Dentro de las iniciativas que evalúa el Gobierno se encuentra el plan de obras públicas, que está trabajando De Vido con los intendentes. Esta vertiente ha comenzzado la semana pasada con el anuncio de obras en la General Paz y en ocho corredores viales de distintos puntos del país.
Pero por fuera de las obras públicas, hay otra idea que está dando vuelta: la posibilidad de una nueva estatización: la de la empresa Metrogas.
El accionista principal de la distribuidora, British Gas, quiere irse del país. Otro accionista es YPF, que podría tomar el control de la empresa.
Ambas integran la sociedad controlante, Gas Argentino. British Gas (55%) aceptaría irse a cambio de negociar la venta de acciones. La duda es si el Estado las compraría o si las expropiaría como las de Repsol. Metrogás necesita un aporte estatal de capital para seguir ofreciendo el servicio.
Si ese aporte no se cristaliza, la empresa entraría en cesación de pagos. Este es un escenario improbable porque peligraría el gas de dos millones de usuarios en octubre próximo. Si no hay aumento de tarifas, debería poner la plata el Estado.
MEDIDAS EN ANÁLISIS
Ganancias El Gobierno prevé elevar el piso del impuesto a las ganancias, que hoy pagan alrededor de 1,5 millones de asalariados (dos de cada 10 empleados en blanco). Por este impuesto actualmente pagan, en el caso de los asalariados solteros, aquellos que ganan más de $ 5782. En el caso de los casados que tienen dos hijos, pagan Ganancias a partir de los $ 7988 de salario mensual.
Expandir la AUH La intención del Gobierno es expandir y aumentar la Asignación Universal por Hijo (AUH), que hoy paga el Estado a madres de menores recursos por un total de 270 pesos mensuales. Actualmente reciben este programa más de 3,6 millones de personas. Pero tanto la izquierda como la Iglesia sostiene que el sistema no es totalmente universal y hay gente que está sin cobertura.
Jubilación En el Ministerio de Economía se trabaja en la idea de conceder el año próximo el 82% móvil en las jubilaciones. Con la emisión y la inflación ese aumento se licuaría en meses pero el efecto llegaría a las elecciones. Este es uno de los temas que desde hace tiempo viene resistiendo la Casa Rosada a pesar de los insistentes pedidos de la oposición en el Congreso.
Asignaciones También se encuentra en estudio la expansión de las asignaciones familiares aun para salarios superiores a los 5200 pesos, que hoy no la perciben. Este es un pedido del futuro jefe de la llamada CGT Balcarce, Antonio Caló. Todas las mejoras se harían sólo después de la asunción de Caló en la nueva CGT para que ningún anuncio quede vinculado a los pedidos de Hugo Moyano.
Estatización El plan de la Casa Rosada con vistas a las cuentas públicas del año que viene podría incluir la estatización de la empresa Metrogas. Esta compañía, que tiene parte de capital de YPF y la otra parte es de British Gas, se encuentra en una complicada situación financiera por la falta de actualización de la tarifa. La empresa podría quedar en manos del Estado al igual que sucedió con YPF.
…EL GABINETE, EN MEDIO DE INTERNAS
La mayoría de los ministros está expuesta a permanentes cambios en la consideración de la Presidenta, lo cual alimenta rumores y fricciones internas. En el Gobierno hay coincidencia respecto de que hoy el preferido en la Casa Rosada es el viceministro de Economía, Axel Kicillof. También creció en los últimos tiempos la figura de Florencio Randazzo. Eso provoca resquemores con otros funcionarios, como Guillermo Moreno, que tiene varios rivales; Nilda Garré, que últimamente vio recortado su poder, y Amado Boudou, cada vez más marginado de las decisiones económicas y expuesto a los avances en la causa Ciccone…


ARGENTINA ECONÓMICA. El modelo es un círculo que termina siendo vicioso. El articulista lo explica muy bien y lo sintetiza en el título: populismo industrial basado en el extraordinario desempeño de la soja
Basta de populismo industrial
Por José Luis Espert
La idea del industrialismo "a la argentina" consiste en cerrar todo lo que se pueda la economía a la competencia importada y que el agro tenga una rentabilidad mínima para que haya alimentos baratos que aumenten el salario real y las masas urbanas tengan mayor capacidad de comprar bienes industriales.
También implica que se graven las exportaciones de energía y otros insumos industriales, para que la industria tenga costos bajos y pueda "agregar valor". Y demanda que se controle el sector financiero, para que haya tasas de interés que permitan el financiamiento barato de la industria o el financiamiento del consumo de bienes industriales. También controla las tarifas de servicios esenciales para evitar la reducción del salario.
El populismo industrial, al transformar en un tótem a la sustitución de importaciones y cerrar la economía a la competencia importada, hace caer el tipo real de cambio (apreciación real). Esta perjudica al agro, pero relativamente más a la industria de exportación no tradicional (por ejemplo, el vino), que tiene que pagar los mayores salarios reales derivados de un aumento en la demanda de trabajo de la industria sustitutiva que incrementa su producción, sin recibir el crédito de la suba de aranceles o la restricción a las importaciones.
La sustitución de importaciones beneficia sólo a la industria menos competitiva, y perjudica a todo el resto, incluyendo al agro, la energía, al turismo y a las más eficientes con competitividad exportadora.
El populismo industrial ha destrozado el Mercosur, acordado en 1991 por la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, que establecía el comienzo de un mercado común desde 1995 y el libre comercio total (0% de aranceles) entre sus miembros desde 2005. Sin embargo, ese mismo año y a instancias de la Argentina, se acordaron con Brasil Mecanismos de Acción Competitiva, eufemismo para denotar que nunca habría libre comercio con Brasil.
Como contrapartida, hace unas semanas nada más, el país envió una misión comercial oficial a Angola, en la que el stand de mayor concurrencia terminó siendo el de la feria trucha de La Salada. Una muestra del fracaso del populismo industrial es que luego de 10 años de tener la mesa servida a gusto y piacere, el Gobierno ha recurrido a una casi prohibición de importaciones para seguir protegiendo a la industria sustitutiva, que, por si fuera poco, mostró en 2011 un déficit comercial récord histórico de US$ 30.000 millones.
¿De dónde proviene el combustible para romper el oxímoron de crecer sobre la base de una economía casi en autarquía como la que propone el populismo industrial? Se trata de un modelo que se sostiene mientras las circunstancias internacionales extraordinarias lo permiten. El agro aguanta mientras el precio de la soja compensa el atraso cambiario. La producción de petróleo y gas aguanta gracias a inversiones anteriores hasta que se desploma la producción. Las exportaciones industriales desaparecen por falta de competitividad y represalias de otros países. Los depósitos y el crédito se sostienen hasta que la inflación y el atraso cambiario hacen de la compra de dólares el único refugio a la expoliación de las tasas de interés negativas. El aumento del gasto público y la presión impositiva se sostienen hasta que circunstancias internacionales inician una contracción económica y el déficit fiscal se torna inmanejable.
Hoy, con una presión impositiva récord histórica de 50% del PBI o $ 820.000 millones para los que están en blanco (en la Unión Europea es 55%, con un PBI per cápita 2 veces y media superior al nuestro), el déficit fiscal es de 3,1% del PBI, el tercero más grande de los últimos 20 años, sólo superado por 2000 y 2001.
El financiamiento monetario y con reservas desde el Banco Central permite una demanda interna pujante hasta que la tasa de inflación y la pérdida de reservas empiezan a hacer estragos en los bolsillos de los consumidores y en las mentes de nuestros policy makers, que, frente a la pérdida de reservas producto de la fuga de capitales y el déficit fiscal, rápidamente establecen controles de cambio que generan más incertidumbre, más suba del riesgo país y más fuga de capitales.
Nuestra experiencia con el populismo industrial es frustrante. Sin embargo, estamos aferrados a él más que Guillermo Moreno a sus modales de baja estofa.
Lo aplicamos con muy breves interrupciones desde 1930 y los resultados están a la vista. Antes de la Gran Depresión, teníamos un PBI per cápita 4 veces superior al brasileño y hoy es sólo 50% superior. Era 2 veces el de Chile y ahora es 25% inferior. Contra Venezuela era 3,5 veces más grande y ahora sólo lo supera en 25 por ciento. La lista sigue, pero en todos los casos la conclusión es clara: la sustitución de importaciones nos hizo retroceder.
Se podrá argumentar que muchas de las potencias mundiales de hoy fueron proteccionistas antes. La respuesta a esto es que pasó hace siglos en contextos diferentes, que lo habrán hecho bien y que hoy son economías muy abiertas al comercio. Además, en el último siglo, las experiencias de países emergentes como el nuestro con aperturas bien hechas han sido muy exitosas, en el sentido de generar crecimiento sostenido a tasas altas y mejora en los indicadores sociales.
Terminemos con el populismo industrial, que siempre acaba mal con sus consecuencias sobre el aislamiento mundial, déficit fiscal, alta inflación, controles cambiarios y perjuicios para los sectores más eficientes de la economía, como el agro, el turismo y la exportación industrial competitiva..

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