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EGIPTO reforma inconstitucional que
busca legitimarse ¿Otro ejemplo para Cristina?
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¡QUÉ SUERTE PARA LA DESGRACIA! Es como
deben estar pensando los jueces de la Corte la situación creada por el fallo
Marita Verón
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¡QUÉ SUERTE PARA LA DESGRACIA 2! Es el
ejemplo que dio el Presidente de Honduras despidiendo a 4 de los 5 miembros
de la Corte Suprema
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ARTÍCULO DE FONDO. Chávez y Cristina
por Dante Caputo, excelente artículo referido a la falta de sucesión de estos
dos presidentes que han optado por profundizar las debilidades
institucionales para, simplemente, acumular poder a costa de las libertades de
todos
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EGIPTO. Otro país, al estilo Bolivia y Ecuador, que la reforma
de la constitución es inconstitucional pero que se somete a referéndum para
legitimarla
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La oposición egipcia
pide el no en el referéndum constitucional
El frente
opositor se decanta por evitar un boicoteo de la consulta, aunque pide
garantías. La comisión electoral anuncia que la consulta constitucional se
celebrará en dos fases
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FACEBOOKEANDO….
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El
gobierno aprovecha cualquier cosa para avanzar sobre la Justicia. Dejó que
perdiera estado parlamentario una ley para endurecer las penas contra la
Trata, es cómplice de gobernadores de provincias en donde la trata de mujeres
y tráfico de bebés, está institucionalizado, y pretende ser el garante de la
Justicia?. Alguien puede asegurar que el fallo de los jueces tucumanos no es
correcto? hay que poner preso a cualquiera para lavar las culpas de la
sociedad y del gobierno? El fallo aún se puede apelar, la justicia sigue. La
pretendida democratización de la justicia, que significa? Boudou, Alak, o
Cristina serán los jueces? Oyharbide será el juez supremo?. Por favor!
respeto por la justicia. Solidaridad con Susana Trimarco y castigo a los
verdaderos culpables!!! que de perejiles, las cárceles están llenas!
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¡QUÉ SUERTE PARA LA DESGRACIA! Terminaba sus programas el gran
Pepe Biondi. Y es lo que deben estar
pensando los miembros de la Corte y muchos en el Poder Judicial. Justo en
pleno combate por la autonomía judicial, la Presidente se monta en un tema
que, hasta ahora poco le importó, como lo muestra el proyecto de ley de trata
de blancas parado por el oficialismo en la Cámara de Diputados.
Pero allí montó en picaso y sacó a relucir el caso Carrasco y
el fin del servicio militar obligatorio. Agárranse jueces porque este es el
caso que se les viene encima.
Pero, además, salió a acusarlos de coimeros….¡justo la
conductora de uno de los gobiernos más corruptos de nuestra historia! ¡Justo
quien solamente Oyarbide se animó a convalidar sus nada transparentes
cuentas! Habla como si fuera otra persona, en un desdoblamiento notable de la
personalidad.
Y con ella, un gobierno tucumano, corrupto, que gobierna desde
el año 2003 y debería ser sindicado primer responsable del tráfico de
personas y de droga en su provincia, se rasgó las vestiduras con su esposa,
la senadora Rojtkés, como si no tuviera nada que ver. Despista escuchar a
Susana Trimarco con total ingenuidad hablar bien de quien gobierna a la
provincia desde el año 2003, diciendo que había que hacerle saber al
gobernador la realidad de la delincuencia provincial….¡Tres mandatos y ¿no
sabe nada?!
Y lo peor, es que en manos de estos estará la reforma judicial
que el oficialismo podrá hacer ley fácilmente, con la gravedad que implica
las últimas argumentaciones, como la de que la Corte no debe juzgar la
constitucionalidad de leyes votadas por un órgano elegido por el pueblo.
¡Ibamos mal y vamos peor!, parafraseando al gran riojano. Porque si algo te decimos desde NdF desde
hace tiempo, es que esta gente es muy hábil para sacar beneficio de
contrariedad, oportunidad de fracaso.
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El reclamo popular y
la oportunidad de Cristina
La
presidenta pareció encontrar la llave para entrarle a la Justicia, si de
reformularla para su gusto se trata, a partir del horrible fallo que
emitieron los tres magistrados tucumanos donde después de mucho tiempo y con
13 imputados, pruebas testimoniales, escuchas, acusaciones directas y
antecedentes más que probados, no encontraron méritos para responsabilizar a
la mafia del clan tucumano, acusados de esclavizar a Marita Verón. (Por:
Rubén Lasagno)
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HONDURAS. ¡Qué suerte para la desgracia!, nuevamente. Justo un
presidente que Cristina no reconocía por el tema Zelaya, se mandó lo que debe
estar ansiando nuestra Presidente: hizo echar a 4 miembros de la Corte sobre
un total de 5 porque no le gustó un fallo de esa Corte. ¡Mirá que ejemplo,
justo en este momento de nuestro país! ¡Como anillo al dedo! Al Presidente le
disgustó un fallo, con mayoría en el Congreso, echó a 4 miembros y, ahora
nombra otros cuya finalidad será cambiar el fallo que no le gustaba. ¡Así
estamos! Fijate uno de los motivos esgrimidos: el fallo es contrario al
interés del Estado. Pensalo en Argentina
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Honduras: jueces destituidos rechazan decisión
ALBERTO ARCE
La crisis política hondureña se agudizó el miércoles cuando los
magistrados de la Corte Constitucional, destituidos de madrugada por el Congreso,
dijeron en un comunicado que el legislativo, al irrumpir en el Poder
Judicial, violentó la separación de poderes y alteró el orden constitucional.
“El congreso nos destituye del cargo pero hemos cumplido el cargo a
cabalidad cumpliendo la legislación vigente. Hemos aplicado nuestro de
trabajo de acuerdo a los preceptos”, escribieron los magistrados al calificar
la destitución de “ilegítima, ilegal e injusta”.
“Es política”, añadieron.
Para los jueces, “el procedimiento de destitución no tiene fundamento
legal alguno. Los fallos fueron dictados conforme a derecho, no tenemos
funciones administrativas porque así lo dispuso el mismo Congreso de la
Republica, el único encargado de funciones administrativas” y “se ha
vulnerado el derecho a defensa y el derecho a ser oído y el debido proceso”.
El Congreso hondureño aprobó el miércoles por la madrugada la
destitución inmediata de cuatro magistrados de la sala constitucional de la
Corte Suprema de Justicia después de que estos tomaron una decisión contraria
a los intereses del gobierno de Porfirio Lobo, lo que provocó una crisis
institucional que se gestaba desde hace días.
Con 97 sufragios a favor y 31 en contra, los legisladores aprobaron la
destitución a las 4 de la mañana tras la lectura de un informe elaborado por
una comisión y un largo debate.
“La conducta de los magistrados pone en peligro la seguridad
ciudadana. Es manifiestamente contraria al interés del estado”, afirmó el
diputado Jeffrey Flores, que presentó la moción que destituía a los miembros
de la Corte…
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ARTÍCULO DE FONDO. Gracias a Héctor reproducimos este
excelente y meduloso artículo del ex Canciller argentino. Hemos respectado
los resaltados de quien nos lo enviara
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Chávez y Cristina
Los presidentes de Argentina y
Venezuela tienen un problema en común: no construyeron a sus sucesores.
Eligieron el poder, antes que la sociedad y su futuro. Proyectos inmediatos
que se agotan en sí mismos.
Por Dante Caputo
La historia
política es la historia de la lucha por
el poder, esa inquietante capacidad que permite a algunos hombres y
mujeres lograr que otros tengan conductas que no seguirían espontáneamente.
El poder genera, hacia quien lo posee, veneración, temor y adulación. En ocasiones, su ejercicio permite el bienestar del
conjunto.
El impulso
para poseer el poder y la pasión por la dominación continúan siendo
inexplicables. En cambio, hemos
aprendido que no hay casos en que aquellos que lo tienen se autolimiten en su
uso. El que tiene poder quiere más; mayor imperio sobre los otros y más
individuos sobre los que imperar. En paralelo se desenvuelve la lucha
por controlar a quienes tienen poder. Ese esfuerzo está íntimamente unido a
la lucha por la libertad. No hay hombres ni mujeres libres cuando la voluntad
del jefe no reconoce límites. No importa quién es el jefe, cacique de una
tribu, príncipe de una ciudad, monarca de un reino o presidente electo. La
sociedad democrática es más que elecciones; requiere más condiciones.
Piense,
lector, que si todas las batallas dadas por la democracia, con sus costos en
sangre, sudor y lágrimas, hubieran tenido como objetivo depositar una boleta
en una urna, resultaría que la conducta humana no sólo sería difícil de
comprender sino, además, inquietamente tonta.
No luchamos contra
Videla para poder votar. Lo hicimos porque era un tirano, para ser libres. No
hay democracia si no se asegura la libertad. Pero
tampoco hay democracia si, además, el esfuerzo de una sociedad y sus
gobiernos no se orienta a que los derechos formales, escritos en las páginas
de constituciones, códigos y leyes, se transformen en realidades vividas,
cotidianas. En palabras de Lula,
“la democracia no es sólo el derecho de gritar contra el hambre sino el
derecho de comer”.
Para evitar la arbitrariedad del monarca, hace siglos se creó la República. Es una manera de organizarnos para que nadie use el poder en soledad y para sí. Se dividió el poder en tres y se dio a cada parte la facultad de controlar a las demás. Esto es así por lo ya dicho: no está en la naturaleza humana ceder dominio, limitarse en el intento de acumular poder.
En su afán
de reconstruir autoridad tras la crisis 2001-2002, Néstor Kirchner concentró el poder del Estado.
Hoy vemos un Estado que ha recuperado poder, pero cuyo resultado es la gran arbitrariedad del
gobernante. Otros, en su
búsqueda de reconquistar los espacios perdidos, levantan las banderas republicanas ocultando sus intereses
minoritarios, el retorno del Estado mínimo de los 90.Ya aparecen quienes
reclaman “liberar las energías de la sociedad”. En realidad, su eslogan de
campaña debería ser “achicar el Estado es agrandar el establishment”.
La historia de nuestro país enseña que cuando se rompe la República, el
jefe se torna en tirano; que cuando la democracia se reduce al voto, pierde
la razón de su existencia. Cuando uno, sólo uno, cree tener la razón,
inexorablemente la omnipotencia deviene ebriedad de poder y sufrimiento
social. A veces, creo que es el camino por el que va la Argentina. En la exaltación frenética de estos
tiempos, el riesgo de confundir las razones que nos han llevado a este estado
de cosas es grande.
En Argentina, muchas
cuestiones preocupantes han sido profundizadas por el Gobierno. Pero no se
inventaron ahora. No sólo
se aplica al caso argentino, es común a varios de los países que recorren
caminos heterodoxos en su desarrollo político. Las debilidades de nuestros
sistemas políticos tienen sus raíces mucho antes de que llegaran quienes hoy
gobiernan en Sudamérica. Ni la señora de
Kirchner, ni Chávez, ni Morales ni Correa son los autores del estado precario
de las instituciones de sus países. Usaron esas debilidades,
profundizándolas, pero no las crearon. Ello no implica responsabilidad menor.
Desde 2003, Cristina Kirchner y Hugo Chávez aprovecharon la espectacular alza real del precio de la soja y del petróleo. Gozaron de bonanza y riqueza. Tienen para mostrar la reducción de la pobreza, un logro mayor, el más importante de sus gestiones. Sin embargo, todos los países sudamericanos redujeron la pobreza. Todas las economías crecieron y es normal, entonces, que baje la pobreza (salvo que exista una política deliberadamente en contra). Es casi una cuestión mecánica.
Pero la duración de sus logros no se mantendrá. Ni uno ni otro supieron
evitar la tentación demagógica, mostrando el éxito inmediato, para continuar
en el poder y aumentar su uso arbitrario. Eligieron el poder, el exquisito
deleite de la obediencia de los otros, antes que la sociedad y su futuro.
Ambos dejarán republicas débiles. Con ello,
permitirán que otros, probablemente de ideología diferente, sigan ejerciendo
poderes caprichosos y desarmen los que ellos rudimentariamente hicieron.Aquellos que hoy, detrás de las banderas
republicanas, esconden sus intereses minoritarios, volverán y usufructuarán
las debilidades que encontrarán. Volverán los que salieron. Cambiará la
liturgia. Pero seguiremos celebrando la ceremonia del subdesarrollo que
consiste en repetir y repetir las causas del atraso. Ni Kirchner
ni Chávez construyeron la herencia de sus transformaciones.
A su vez, esas naciones han desaprovechado una década en que el imperio miró
para otro lado, donde se podría haber avanzado con pasos concretos en la
reunión de los objetivos políticos comunes en Sudamérica, en lugar de
los repetidos discursos de tribuna sobre la Patria Grande. Así como las
palabras se las lleva el viento, no se
ha producido en la década ningún avance real en la unión política
sudamericana, más allá de ese curioso frenesí en la creación de
fachadas institucionales.
Por tanto, en el plano regional corremos el riesgo de que, tras el chavismo y el kirchnerismo, los discursos de la integración sean reemplazados por acciones que lleven a un retroceso real en la unidad regional, donde vuelvan los defensores de la claudicación y el alineamiento. Este es, lector, el subtotal de dos proyectos que dirigieron dos países de la región por más de una década. De proyectosque no van más allá de sus intereses inmediatos y que se agotan en sí mismos. |
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