HOY ARTÍCULOS MÁS CONCEPTUALES: México ve como pueblitos poblados por campesinos se abandonan por la presencia de la criminalidad narco y la ausencia de la fuerza pública estatal. Irán tiene nuevo presidente, un moderado, del que está por verse si podrá imponer moderación a su país. CHILE ELECTORAL, presenta la situación que se inaugura en un país exitoso la irrupción de la ex presidente Bachelet y su propuesta de reformar la constitución. Por último, ¿Adónde Vamos? Por Armando Ribas: las tendencias igualitarias que prevalecen versus las libertades individuales. Incluye ejemplos de la historia reciente, combinada con actitudes del presidente Obama. Lectura larga pero sustanciosa, con carne y hueso. Recomendable
MEXICO CRIMINAL. Un desolador artículo que muestra a campesinos asediados por los narcos al punto de tener que abandonar sus pueblos para poder seguir viviendo. Un país tomado por la delincuencia organizada, cuyos gobernantes, uno tras otro, toleraron crecientes grados de criminalidad: desde los secuestros extorsivos hasta el fenomenal crecimiento del narcotráfico, sus bandas y sus peleas. El anterior presidente Calderón destinó su presidencia a luchar militarmente contra el narcotráfico. Sin embargo, la dirigencia política e intelectual sigue sin encontrar caminos para desarticular lo que el relato del artículo nos muestra. ¿Argentina está libre de esto? Pareciera que no, ya que se han colado bandas colombianas y mexicanas dedicadas al narcotráfico. Lo que podría estar ocurriendo en nuestro país es que esas bandas extranjeras estén compitiendo con bandas nacionales conformadas por delincuentes civiles, policiales y políticos.
Pueblo cerrado por violencia
INÉS SANTAEULALIA
Las familias de la comunidad de El Platanar de los Ontiveros, en el Estado norteño de Sinaloa, preparaban la cena de Nochebuena de 2012 cuando un grupo de hombres armados irrumpió en sus calles. Con rifles de asalto y ropa de camuflaje, los asaltantes fueron llamando puerta por puerta: “¡Los hombres de la casa!” Nueve hombres fueron ejecutados y las 50 familias de la comunidad velaron a sus muertos en los caminos de tierra hasta que al día siguiente llegaron las autoridades. Después de enterrar a los suyos, huyeron.
En el municipio de Concordia, al que pertenece El Platanar, ya son siete las comunidades de la sierra abandonadas desde mediados de 2010. Se trata de una zona que colinda con el Estado de Durango, uno de los más violentos del país, y que sirve de paso hacia Mazatlán, objetivo de los carteles de la droga. Tierra del buscado líder del cartel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán, que se disputan otros grupos criminales, entre ellos el sanguinario cartel de Los Zetas, al que todos atribuyen la masacre de El Platanar. Las últimas diez familias que se resistían a dejar la zona desistieron a principios de este mes de julio. Un drama que se repitió la semana pasada en el Estado de Guerrero, con la huida de sus casas de cientos de personas.
Es gente que se dedicaba a cuidar su ganado y a sembrar. Vivían en paz pero de pronto se vieron amenazados, no son expertos en el uso de armas y prefirieron abandonar el patrimonio de toda su vida”, dice al teléfono el presidente municipal de Concordia, Jose Eligio Medina, del Partido Revolucionario Institucional (PRI). En casi tres años ha visto llegar al municipio a unas 300 familias serranas. El Ayuntamiento les está cediendo pequeños terrenos, grava y cemento para que levanten sus casas y trata de emplear a los que puede en obras públicas. A cinco horas de caminos de tierra quedaron los esqueletos de sus vidas, las escuelas desiertas, el ganado abandonado y las casas “con piso [suelo], refrigerador, agua entubada y electricidad”
Eduardo Enrique Colio es el comisario de la comunidad de La Cienaguilla. Las 25 familias que habitaban el lugar huyeron hace un año y medio. El 25 de febrero de 2012 hombres armados llegaron y mataron a una señora que tenía una “tiendita en la que vendía refrescos”. “Tuvimos miedo, dejamos todo lo que teníamos. Jamás volví”, dice por teléfono desde Concordia, donde ha vuelto a empezar de cero. A Colio se le hace muy difícil pensar que algún día pueda regresar a su casa por el camino de terracería que ya las lluvias se han encargado de desdibujar. “Ni carretera hay ya para ir”, lamenta.
El presidente municipal reconoce que él no puede hacer nada contra la violencia despiadada de los carteles. “Nuestra policías en preventiva, solo tengo 60 agentes. Ni siquiera están preparados para reaccionar ante un enfrentamiento”. Medina dice que en los últimos meses las cosas han estado algo más tranquilas, quizás porque ya no quedan comunidades a las que atacar. Acompañados por el Ejército, algunos desplazados han comenzado a volver a darle “una vuelta al ganado” o a sembrar la tierra. “Pero van y vuelven”, dice el alcalde.
El exilio por la violencia no se da solo al norte, aunque es difícil saber con exactitud cuántos mexicanos han tenido que abandonar sus casas por la violencia que ha azotado a gran parte del país desde que el expresidente Felipe Calderón lanzó su guerra contra el narcotráfico en 2006. Un informe del Centro de Monitoreo de Desplazamientos internos publicado el pasado mes de abril cifra en 140.000 las personas desplazadas por la violencia de los carteles de la droga desde 2007. Los Estados más castigados, según la ONG, son Chihuahua, Nuevo León, Tamaulipas, Michoacán y Veracruz.
La semana pasada el drama se desplazó al Estado de Guerrero, en el suroeste del país, uno de los más pobres de México y que sufre graves problemas de inseguridad. A principio de este mes siete jóvenes, cuatro de ellos menores, murieron asesinados y pocos días antes fueron secuestrados ocho líderes campesinos, tres de los cuales aparecieron muertos cuatro días más tarde.
Cientos de habitantes de cuatro comunidades de Tierra Caliente, una comarca que abarca parte del Estado de Michoacán y Guerrero y que soporta desde hace meses el acoso del crimen organizado, decidieron abandonar sus casas por el miedo el pasado fin de semana. Una de las comunidades, conocida como El Cubo, es un lugar codiciado por los carteles porque alberga un camino que conecta la sierra con la costa de Guerrero. El Gobierno del Estado achacó el éxodo a un “rumor” que se propagó por la zona, pero ha mandado a 100 efectivos para resguardar la zona y sostiene que la mayoría de los desplazados ya ha regresado.
Israel Flores, corresponsal del diario El Sur en Tierra Caliente, dice que la mayoría siguen exiliados, en casa de familiares o amigos en otros pueblos. Según su versión, la semana pasada unos 150 hombres armados llegaron a El Cubo y comenzaron a amedrentar a la gente. El viernes pasado volvieron y, tras un enfrentamiento con el Ejército, se llevaron a dos mujeres y dos hombres de una misma familia, de los que no ha vuelto a saber nada. Los matones quemaron el techado de una tienda y dejaron el mensaje de que matarían a la gente si no entregaban a los chivatos que los habían denunciado ante las autoridades. El miedo y el mensaje corrieron rápido por las tres comunidades vecinas. Huyeron con lo puesto. Rumores, dice el Gobierno.

IRÁN tiene nuevo Presidente y en este artículo se analiza la tendencia moderada interna y externamente de Hasán Rohaní quien venció en las elecciones a grupos conservadores fundamentalistas
El expreso Rohaní
RAMIN JAHANBEGLOO
Contra todo pronóstico, los comicios presidenciales iraníes del pasado 14 de junio fueron pacíficos y sorprendentes. La elección de Hasán Rohaní, un clérigo de modales templados, para ser el undécimo presidente de la República Islámica de Irán ha suscitado grandes esperanzas en muchos iraníes y no iraníes, dentro y fuera del país. La falta de acuerdo en el sector intransigente facilitó mucho la victoria de Rohaní y el día de las elecciones el voto conservador se dividió entre los cuatro candidatos de la línea dura. Además, la retirada del candidato reformista Mohamed Reza Aref de la carrera electoral evitó la división del voto entre él y Rohaní. En consecuencia, este se convirtió en el único candidato no conservador que habló de la mejora de las condiciones de vida y de la defensa de las libertades.
De hecho, los comicios presidenciales iraníes del 14 de junio se convirtieron en una especie de movimiento no violento contra el conservadurismo político del país, pero también en un referéndum sobre cuestiones como la inflación, el desempleo, las relaciones con Occidente y, más en concreto, el programa nuclear iraní y las sanciones que ha conllevado.
…Dicho de otro modo: para muchos observadores, Rohaní es un hombre de consenso, no un actor pasivo que espera a que surja el diálogo. Es decir, al contrario que Said Yalilí, que durante los últimos seis años llevó los planes nucleares iraníes a un callejón sin salida, Rohaní siempre ha sido partidario de reducir las tensiones con los países occidentales y de evitar las sanciones contra su país. Por tanto, su elección augura una solución para las negociaciones nucleares de Irán y para la necesidad que tiene su pueblo de que suavicen las sanciones. Pero lo que hace todavía más sorprendente la elección de Rohaní es que, a diferencia de los demás candidatos autorizados, a él no se le considera cercano al líder supremo del país. Antes de su acceso a la presidencia, la impresión general era que el ayatolá Jameneí era partidario bien de Said Yalilí o de Mohamed Baker Kalibaf.
Ya fuera porque el líder supremo cambió de opinión o porque simplemente permitió que se impusiera la opinión del pueblo iraní, no cabe duda de que la elección de Hasán Rohaní podría facilitar sus pasos hacia el apaciguamiento de las tensiones en Irán, aliviando a su pueblo de las desilusiones y los desencantos políticos surgidos durante los últimos ocho años, sobre todo desde los amañados comicios presidenciales de 2009. Y, lo que es más importante, la elección de Rohaní devuelve la política exterior iraní a un espíritu de apertura, al tiempo que envía un mensaje positivo, de diálogo y amistad, a la comunidad internacional, y sobre todo a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania, que ayudará a reintegrar a Irán y a retirar algunas de las sanciones más severas que lastran su economía.
En consecuencia, se diría que la elección de Rohaní, en lugar de crear más desafíos internacionales, parece disminuir las tensiones entre Irán y el mundo exterior. Esto significa que Rohaní aportará seguramente un nuevo tono de moderación a la política exterior de su país y más concretamente a las tensiones existentes en Oriente Próximo, aunque la inclusión de su Gobierno en una solución consensuada para Siria depende de demasiados factores. Dos son los más importantes: en primer lugar, Rohaní tendrá que lidiar con Jameneí, con un Parlamento controlado por los conservadores y con el poderoso puño de la Guardia Revolucionaria. En segundo lugar, deberá mejorar las relaciones con Arabia Saudí y Catar, sin dejar de ayudar indirectamente a la Administración de Obama a esquivar a los halcones, los neoconservadores y al grupo de presión israelí en Washington.
Su elección puede ayudar al ayatolá Jameneí a frenar la decadencia legada por Ahmadineyad
Rohaní también podría ofrecer una oportunidad para aliviar las crecientes tensiones sectarias en el golfo Pérsico. Para ello tendría que mostrarse más activo en sus contactos con Arabia Saudí y Catar. El lunes 17 de junio, durante su primera conferencia de prensa como presidente electo, Rohaní señaló que en 1998 había firmado un acuerdo de seguridad con los saudíes y sugirió que para su Gobierno sería prioritario salvar las distancias con la casa de Saud. Según Rohaní, Irán pretende tener “relaciones amistosas y estrechas” con los Estados vecinos, sobre todo con Arabia Saudí. Respecto a los saudíes, uno de los principales aliados de las fuerzas de oposición que se enfrentan al régimen de Bachar el Asad, apoyado por Irán, Rohaní añadió: “No solo somos vecinos, sino hermanos”. No deberíamos olvidar que durante los 16 años (1989-2005) que Rohaní ocupó la secretaría del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán mejoraron las relaciones del país con Arabia Saudí, que habían conocido sus peores momentos durante la revolución de 1979 y la guerra irano-iraquí de 1980-1988. El futuro acercamiento de Irán a los saudíes y a Catar sería un gran soplo de optimismo, que no solo auguraría el regreso de Irán al concierto de las naciones, sino un estrechamiento de la sima que separa a suníes y chiíes, y la posible solución de la crisis en Siria. Rohaní sabe jugar bien sus cartas en situaciones difíciles, pero a pesar de todo necesitará colaborar más estrechamente con Jameneí.
Es cierto que Hasán Rohaní, desde que ocupa cargos en la república islámica, nunca ha cruzado ninguna de las líneas rojas del sistema iraní. Llegó incluso a condenar las manifestaciones posteriores a las elecciones de 2009, tachándolas de iniciativas de “personas engañadas”. Sin embargo, su intención de poner fin al aislamiento internacional de Irán podría servir de puente entre los partidarios del líder supremo y los reformistas iraníes. Entretanto, el apoyo absoluto e incondicional de dos expresidentes, Akbar Hashemi Rafsanyaní y Mohamed Jatamí, será crucial a la hora de determinar el futuro reparto del poder político en la república islámica. De hecho, el principal desafío al que se enfrenta Rohaní radica en el mantenimiento del equilibro entre los diferentes grupos de presión y en la necesidad de evitar que alguno de ellos cobre fuerza suficiente para plantarle cara. En ese contexto, un resultado positivo de las conversaciones con estadounidenses y europeos podría ser realmente crucial. Pero Rohaní también necesitará mantener los ánimos de sus partidarios iraníes, entablando una batalla desigual contra la mala gestión, la corrupción y la violación de los derechos humanos que han contribuido al declive de la diplomacia iraní.
Es cierto que nadie espera un súbito cambio de dirección de la política interna de Irán ni de su posición respecto a Occidente, pero no hace falta decir que la elección de Rohaní puede proporcionar al ayatolá Jameneí, al Basij y a la Guardia Revolucionaria iraní la oportunidad de frenar la decadencia política y de escapar a la vergonzosa situación internacional que han legado los ocho años de destemplado Gobierno de Ahmadineyad.
CHILE ELECTORAL. La ex presidente Bachelet irrumpió en el escenario electoral chileno anunciando una reforma de la constitución aprobada en tiempos de Pinochet por referéndum. Es tiempo, según ella, de romper con aquel pasado y establecer una constitución alineada con el estado de bienestar (“los derechos de los más vulnerables, etc”). Este artículo muestra a Chile en el escenario latinoamericano, en el propio chileno y los cambios socio-demográficos y lo que se puede jugar la Bachelet con el emprendimiento
El milagro chileno
MIGUEL ÁNGEL BASTENIER
Chile es hoy el gran éxito de América Latina a los ojos del mundo entero, aunque no sin un atisbo de jactancia de los propios chilenos. Las cifras macro y micro son mejores que las del Brasil de Lula y Dilma Rousseff, y únicamente su modesta base demográfica comparada con la del gigante lusófono —17 millones de habitantes contra 185— impiden que compita por el primer lugar en la geopolítica latinoamericana.
El 17 de noviembre próximo se celebrarán elecciones presidenciales en el país más largo y estrecho de América del Sur, que podrían verse como una prueba relativamente banal de alternancia en el poder. La Concertación, afortunada convocatoria de partidos de centroizquierda, que gobernó Chile de 1990 a 2010, se enfrenta a una coalición de derecha mal cocinada, que también aspira a que se la crea de centro y dirige el país bajo la presidencia del liberal moderado Sebastián Piñera. La socialista Michelle Bachelet, que ha atraído al partido comunista a lo que para la ocasión llama Nueva Mayoría y ha sido presidenta en el periodo 2006-10, es probable que deba competir con una conocida de infancia, Evelyn Matthei, hija, como la propia Bachelet, de un general de aviación, que sirvió en la segunda junta militar del golpista Augusto Pinochet, pero convincentemente reciclada para la democracia.
Si ganara Matthei, o cualquier otro candidato de la derecha, los cambios podrían ser solo de género, estilo y cosmética general, pese a las desavenencias de la exministra de Piñera con el partido de ambos, la UDI, de filiación fuertemente católico-conservadora. Pero el triunfo de la socialista podría acarrear mayores diferencias de lo que cabe esperar de un relevo dentro del sistema. El diagnóstico de Bachelet consiste en que se ha cerrado un ciclo político, el de la transición de la dictadura pinochetista a una democracia social plena; que ya es tiempo de ponerse al servicio de lo social, y el publicista chileno Héctor Soto añade que con ello aspira a lavar la culpa de los 20 años y cuatro administraciones de centro-izquierda, incluida la suya propia, en que la Concertación gobernó con un modelo de crecimiento económico heredado del régimen del general que derrocó a sangre y fuego al también socialista Salvador Allende en 1973.
Y para hacer el corte con el pasado especialmente quirúrgico, Bachelet habla de aprobar una nueva Constitución o cuando menos de importantes enmiendas sobre la vigente de 1980, también del tiempo del general; una Carta que garantice los derechos económicos y sociales de los más desfavorecidos y las clases medias que forman hoy el centro geométrico electoral del país. Sería una cierta, aunque modesta, refundación simbólica de Chile, como está muy de moda entre las izquierdas latinoamericanas.
Chile, pese al incómodo maridaje entre la Concertación y el legado pinochetista, ha cambiado mucho desde 1990. Las clases medias han crecido un tercio hasta el 43% de la población en 2010. Y aunque Bachelet predica la lucha contra la desigualdad y la pobreza, una parte en aumento del electorado piensa en términos de consumo y mejora del nivel de vida. Esas son las dos almas de la expresidenta: una socialdemócrata, que reeditaría una Concertación muellemente reformista, y otra más radical que constituye un reto implícito a la socialdemocracia brasileña, hoy en el punto más bajo de su ya larga cadena de éxitos con una protesta popular contra las megacelebraciones del mundial de fútbol en 2014 y los Juegos Olímpicos en 2016. Pero, especialmente, una apuesta competitiva con el chavismo posChávez, que implicara una extensa redistribución de la riqueza basada en una reforma tributaria, lo que incluiría la gratuidad de la enseñanza, como piden los estudiantes, sin faltar por ello a ninguno de los grandes preceptos de la democracia occidental.
Las revueltas estudiantiles de 2011 se anticiparon al extendido malestar brasileño, que ha hecho que se despeñaran los índices de popularidad de Rousseff, así como presenta características similares: unas clases medias que sienten la frustración de una recompensa insuficiente. Como dice Rocío Montes en La Tercera, “Chile ha aprendido a convivir con la agitación de los estudiantes”, y estos no tienen ante sí el faraónico gasto en monumentos deportivos, ni la aparente corrupción brasileña, pero no por ello, dice la periodista, será menos “dolor de cabeza para Bachelet —o quien sea— hacer frente a una probable movilización social”.
Una presidenta escuetamente reformista corre el peligro de verse desbordada por su izquierda. La Bachelet de la ruptura con el pasado estaría, quizá, mejor equipada para darle aire al milagro chileno.
ARTÍCULO MUY INTERESANTE, conceptual, presenta con ejemplos de la historia más o menos reciente, la pugna entre el igualitarismo, las libertades individuales y el impacto en el mundo. Navega entre el mundo islámico y los fracasos en lograr la libertad religiosa como los gobiernos socialistas latinoamericanos. Recomendable, por eso lo publicamos
¿ADÓNDE VAMOS?
Armando Ribas
 Cuando destituyeron a Khadaphy en Libia, el mundo occidental calificó el hecho como la primavera árabe. En esa denominación del acontecimiento, por supuesto cargada de un juicio de valor, primavera y democracia aparecían como sinónimos. Y consecuentemente el reino de la libertad. En aquella oportunidad la NATO colaboró en la caída de Khadaphy, en el supuesto virtuoso de la llegada de la democracia al sur del Mediterráneo. En esa oportunidad se ignoró que años antes, al amparo de los buenos oficios del Presidente Carter y de su asesor de política internacional Zbigniew Brzezinski, se produjo la caída del Sha y la llegada de los Mullah a Irán.
 Esa política referente a Irán no podía sorprender, si se tomaba en cuenta el pensamiento del Brzezinski, al respecto del marxismo, tal como lo expuso en su obra “Entre dos Eras” donde escribió: “Por eso es que el marxismo representa la más lejana vital y creativa etapa en la madurez de la visión universal del hombre. El marxismo es simultáneamente una victoria del hombre externo activo sobre el interno y pasivo hombre. Y una victoria de la razón sobre la creencia”.
Pues bien desde entonces Irán se ha convertido la mayor amenaza a la seguridad de Occidente. Fue así que en su “Dictadura y Dobles Standards” Jeane Kirkpatrick señaló que el “Cuarto Piso” (Departamento de Estado de Estados Unidos) apoyaba a los dictadores que se le oponían y se oponía a los que los apoyaban (SIC).
 Algo más tarde el Presidente George Bush en la supuesta lucha por la democracia en el Medio Oriente atacó a Irak y depuso a Saddam Hussein. El otro aspecto por el cual se atacó a Irak fue supuestamente porque Hussein no aceptó entregar las armas nucleares de las que aparentemente disponía. Pero la pregunta entonces es ¿Por qué a Irak y no a Irán? Y se habría evitado el 11 de septiembre. Hasta la fecha no se tienen noticias de que la democracia prevalece en Irak y por tanto el ejército de Estados Unidos permanece en Irak a un costo elevado. Por ello Obama se ha comprometido sacar al ejército, pero hasta ahora son tan solo promesas.
En el medio de esta realidad, se ha producido la destitución por la fuerza del presidente islamita de Egipto Mohamed Morsi. Al respecto ya el presidente Obama le ha dado su respaldo al nuevo gobierno, bajo la condición de que se celebren elecciones legislativas y presidenciales en los próximos meses. Pero me permito recordar que Morsi llegó al poder por elecciones, y no veo la posibilidad de que en un país islamita puedan ganar elecciones quienes sostengan la libertad religiosa.
Todo parece indicar que se sigue insistiendo en la primavera árabe, en tanto que al sur del Caribe se desarrolla impune e indemne cada vez más la propuesta del socialismo del siglo XXI, cuyo carácter totalitario ya no tiene discusión. Y ahora también Raúl Castro negocia con Obama, y se ignoran los crímenes de los Castro y la falta de libertad en Cuba. Pero recordemos que Brzezinski es también asesor de Obama.
 Visto lo que antecede no puedo menos que recordar las sabias palabras de Alexis de Tocqueville: “Nada es más fértil en prodigios que el arte de la libertad, pero no hay nada más arduo que el aprendizaje de la libertad”. Hoy la preferencia por la igualdad prevalece como la virtud por excelencia de la democracia mayoritaria, y ahí tenemos presente la social democracia europea y la crisis del estado de bienestar.
Diría que fue en función de esa percepción de la democracia de mayorías, que como señalara Nietzsche el socialismo y la democracia eran lo mismo. (SIC). Todo parece indicar la persistencia de la confusión reinante por la ignorancia de los principios fundamentales del Rule of Law, que fuera el sistema ético, político y jurídico que cambiara el curso de la historia basado en la libertad y permitiera la creación de riqueza.
 Una vez más voy a intentar explicar que la confusión reinante parte de ignorar la diferencia ética entre los denominados derechos humanos y los derechos individuales, particularmente en lo que concierne a los derechos de propiedad y al derecho a la búsqueda de la felicidad.
Si bien en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, se reconocen múltiples derechos individuales, en el artículo 25 nos encontramos con la mayor contradicción con el concepto fundamental de la libertad que reconociera John Locke: El derecho a la búsqueda de la propia felicidad. Así dice el artículo citado: “Toda persona tiene el derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica…”  Como podemos ver se tiene el derecho no a la búsqueda de la felicidad, sino que la sociedad se la provea.
 De esa manera se transforma el propio concepto de la justicia, en la conciencia del supuesto interés general como contrario a los intereses privados y por supuesto en nombre del bien común.
Como bien señalara al respecto Ayn Rand: “La noción tribal del bien común ha servido como la justificación moral de la mayoría de los sistemas sociales y de todas las tiranías de la historia”.  Y recordemos siguiendo en esa línea de pensamiento:  Hanna Arendt resaltó que “Cuando se sacrifica al individuo en nombre de la compasión, desaparecen la justicia y la libertad
 En el medio de esta confusión histórico filosófica aparece la figura del Topo  (persona que tropieza con cualquier cosa, o por corto de vista o por desatino natural, Diccionario de la Lengua Española). El Sr. Snowden ha provocado una nueva excusa al antiimperialismo por haberse violado los derechos de propios y ajenos mediante la moderna tecnología. En virtud de este hecho se pretende ignorar que en la actualidad existen razones de seguridad que pueden provocar la violación de algunos presupuestos de la libertad individual. Pero la contradicción mayúscula de la actitud de este señor frente a Estados unidos es que pretende evadir la justicia americana, obteniendo asilo en países en que se violan todos y cada uno de los derechos de los que pretende culpar a Estados Unidos. Por ejemplo Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, y hasta parece que están dispuesto a recibirlo en La Habana.
 Por supuesto, no creo que la caída de Morsi en Egipto constituya un nuevo paso en la primavera árabe, que permita eliminar el riesgo que impera en el mundo como consecuencia de que en el mundo musulmán todavía no se han enterado de las virtudes de la libertad religiosa.
Allí todo parece indicar que matar en nombre de Allah te lleva al cielo. Pero es más, tal como he dicho en otras ocasiones: el terrorismo es la guerra del siglo XXI.  Ante esta realidad no queda otro remedio que tratar de encontrar y detener a aquellos que están dispuestos a cumplir el mandato de Allah. Por ello debemos asimismo tomar conciencia de que Estados Unidos no ha pretendido en su historia dominar al mundo, sino por el contrario ha salvado al mundo de la dominación. Por tanto esta supuesta violación no tiene otro fin que evitar otro 11 de septiembre. Entonces ante las confusiones precedentes debemos recordar la sabia advertencia de Séneca; “Para el que no sabe a dónde va no hay viento favorable”.  Y no me queda más remedio que admitir que la ignorancia respecto a la naturaleza del Rule of law y la supuesta lucha por la igualdad, el mundo tiene el riesgo de desconocer la libertad o perderla.
Sobre el Rule of law
Imperio de la ley es un concepto jurídico-político de definición formal no unívoca, pero que generalmente se entiende en el sentido de la primacía de la ley sobre cualquier otro principio gubernativo, especialmente contra la tiranía y la arbitrariedad del poder político ("El Estado soy yo"), incluso aunque fueran bienintencionadas (principio de razón de Estado, opuesto a las máximas romanas Dura lex sed lex o Fiat iustitia, et pereat mundus ). En cierto sentido, el concepto de "imperio de la ley" es similar al concepto helénico nomos basileus ("la ley es el rey") o al anglosajón rule of law, pero no debe confundirse con otros, como los germánicos Rechtsstaat (traducible como "Estado de derecho"), y Verfassungsstaat (traducible como "Estado constitucional de derecho"), con el principio de legalidad o con los conceptos de legitimidad, legalidad, cultura de la legalidad, gobernanza, etc.
El Imperio de la ley ha sido descrito como un principio meta-jurídico o un ideal ético político.


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