ADEMÁS DE
SIRIA Y LA LEY ARGENTINA ACERCA DEL BULLYING, te presentamos dos extensos
artículos que muestran debates actuales que genera Francisco. El primero y
más largo, es la respuesta de un sacerdote a la carta que el Papa envió por
el final del Ramadán musulmán. Es una respuesta larga, fundada y en la que
sin mucha delicadeza le pregunta al Papa si ignora la esencia
fundamentalista, anticristiana y persecutoria de aquella religión que,
inclusive, reza diariamente para la desaparición de los cristianos.
En la
última nota, un debate que el articulista titula algo así como Opus Dei
versus Jesuitas, pero en realidad trata sobre la reivindicación que podría
estar haciendo Francisco de la Teología de la Liberación. El articulista se
pregunta, además, cuál Teología de la Liberación es de la que se habla.
Imperdibles
ambos.
|
SIRIA. DE casi atacado
internacionalmente, el dictador sirio se lanza contra Israel. Lejos de
agradecer la buena fortuna, el Asad sale a patotear por la región
|
Siria presiona a Israel para que declare sus
arsenales de armas no convencionales
DAVID ALANDETE
Los recientes acuerdos
diplomáticos entre Rusia y Estados Unidos no sólo han aligerado la presión
militar sobre Siria, también han tenido una consecuencia que el
régimen de Bachar el Asad ha aprovechado sin dilación: la presión para que
Israel, que se ha mantenido al margen de la guerra civil que en 30 meses ha
matado a más de 100.000 personas, declare un arsenal de armas químicas y
biológicas que, según una serie de documentos de la Agencia Central
de Inteligencia de EE UU recientemente revelados, ha amasado para defenderse
durante décadas.
Los oficiales israelíes
han insinuado en las jornadas recientes de que consideran que la zona,
inestable y con numerosos enemigos alrededor, no les permite deshacerse de
los arsenales de unas armas de destrucción masiva que no han
sido declaradas públicamente nunca. “Israel debe estar preparado y listo
para defenderse, solo, contra cualquier amenaza”, dijo este domingo el primer
ministro Benjamín Netanyahu en una ceremonia de conmemoración de los 40 años
de la guerra de Yom Kipur, cuando Egipto y Siria atacaron por sorpresa a
Israel.
Los
gobernantes sirios han tratado de distraer a la comunidad internacional
señalando al otro lado de la frontera. En una entrevista con una televisión
rusa, Bachar el Asad dijo el jueves que todos los países en la zona “deberían
aceptar acuerdos internacionales”. “E Israel es el primer país que debería
hacerlo, dado que tiene armas nucleares, químicas y biológicas”,
añadió. “Las armas químicas de Siria son un medio de disuasión contra el
arsenal nuclear israelí”, añadió en rueda de prensa Bachar Yafari, embajador
sirio ante la ONU….
|
ACOSO EN LAS ESCUELAS. El bullying cuenta ya con una
ley con muy buenas intenciones y con algún punto idealista y medio
inaplicable, pero es mejor esto que nada
|
Argentina aprueba una ley contra el acoso escolar
ALEJANDRO REBOSSIO
El acoso escolar, o
bullying, siempre ha existido. Pero cada vez hay más sociedades que toman
conciencia de que es un problema que docentes, padres y alumnos deben
detener. Así es que en Argentina, donde el 37% de los estudiantes reconoce
que ha sido insultado en el último mes por sus compañeros y el 23% confiesa
que lo golpearon, el Congreso aprobó el pasado jueves una ley que busca reducir los
casos de violencia física, verbal o psíquica que practiquen grupos de
alumnos de manera constante contra otro.
La norma se sancionó un
día después de que en el municipio de Quilmes (periferia sur de Buenos Aires)
una adolescente de 15 años fuera sometida a una paliza, con puñetazos,
patadas, piedras y hasta un arma filosa por 11 compañeras de colegio que la
castigaron por “linda”, después de cinco meses de hostigamiento permanente y
de falta
de respuestas de las autoridades escolares y de los padres de la principal
agresora.
La ley crea equipos
especializados en acoso escolar que puedan intervenir en situaciones
determinadas y estipula que las sanciones contra los agresores deben
ayudarlos a caer en la cuenta en el error que cometen y no
sencillamente castigarlos con amonestaciones. En caso de que el estudiante
deba ser expulsado del colegio, esta institución deberá conseguir que otra lo
reciba. De esta forma, se evita que los agresores sean expulsados del
sistema educativo.
La norma también crea una línea
de atención telefónica gratuita para que llamen las víctimas que no
se atreven a denunciar su caso en la escuela o que encuentren que ésta no da
respuesta a su reclamo…
|
SALUDO DEL PAPA A LOS MUSULMANES CON
MOTIVO DEL FIN DEL RAMADAN. Tomá en cuenta los resaltados porque son los que
confrontará el artículo siguiente. ¿Qué sentidos se puede dar a este saludo?
Uno es el de padre Pagè en el siguiente artículo. Otro es que Francisco está
creando las bases a verificar en el futuro diálogo con el Islam y en la
medida que no se verifica podrá adoptar posiciones más duras. Pero el debate
está y de gran interés.
|
"Todos
sabemos que el respeto mutuo es esencial en cualquier relación humana, sobre
todo entre las personas que profesan una creencia religiosa. Es así como puede
crecer una amistad sincera y duradera", dice el mensaje
difundido hoy y dirigido "a los musulmanes del mundo entero", según
informó Radio Vaticano.
"Este
año, el primero de mi pontificado, decidí firmar yo mismo este tradicional
mensaje y enviároslo, queridos amigos, como expresión de aprecio y amistad para
todos los musulmanes, especialmente aquellos que son líderes religiosos",
dice el texto.
En su
mensaje, el papa argentino reflexionó sobre la "promoción del respeto mutuo a
través de la educación" y remarcó la importancia de la "educación
en la forma en que nos comprendemos unos con otros, sobre la base del respeto
mutuo".
"Respeto
significa una actitud de amabilidad hacia las personas para las que
nutrimos consideración y estima. Mutuo significa que no se trata de un
proceso unidireccional, sino de algo que es compartido por ambas partes",
indicó.
Francisco
subrayó asimismo "la gran importancia del diálogo y de la
cooperación entre los creyentes, sobre todo entre cristianos y
musulmanes, así como la necesidad de fortalecerla".
"Con
estos sentimientos, renuevo mi esperanza de que todos los cristianos y musulmanes
sean auténticos promotores del respeto mutuo y la amistad, especialmente a
través de la educación", concluyó Jorge Bergoglio.
|
RESPUESTA DEL PADRE GUY PAGÈS AL PAPA.
Texto largo, denso pero parece sincero y fundamentado. Efectivamente cuesta a
muchos católicos seguir las persecuciones que sufren los cristianos en tantos
países musulmanes que incluyen tortura y muerte y no se ve reflejado en las
intervenciones de Francisco. El tono del articulista podría surgir de una
interpretación del saludo. Otra posible, la dimos en la presentación del
saludo del Papa.
De este sacerdote podés encontrar
videos en
|
Carta abierta al papa Francisco referente a
su mensaje a los musulmanes por el fin del Ramadán
Muy Santo Padre,
¡Loado sea Nuestro Señor Jesucristo que os
ha confiado la misión de conducir su Iglesia!
Permitidme, en el nombre de numerosas
personas afectadas por vuestra carta a los musulmanes con ocasión del Id
al-Fitr (1), y en virtud del canon 212, 3 (2), de haceros partícipe de estas
reflexiones sobre esa carta abierta.
Saludando con “un gran placer” a los
musulmanes en ocasión del ramadán considerado como un tiempo consagrado
al
ayuno, a la oración y a la limosna”, Su Santidad parece ignorar que
el ayuno del ramadán es tal que “la canasta media de una familia que celebra
el ramadán aumenta en un 30%” (3); que la limosna musulmana se destina solo a
los musulmanes necesitados; y que la oración musulmana consiste sobre todo en
rechazar cinco veces por día la Fe en la Trinidad y en Jesucristo, en
pedir el favor de no seguir el camino de los extraviados que son los
cristianos… Además, durante el ramadán, la delincuencia aumenta de modo
vertiginoso (4). ¿Hay realmente en esas prácticas algún posible motivo de
elogio?
Vuestra carta afirma que nosotros debemos
tener estima por los musulmanes y “especialmente hacia sus jefes religiosos”,
pero no dice a título de qué. Ya que S.S. se dirige a ellos en tanto que
musulmanes, se sigue de ello que esa estima se dirige también al islam. Ahora
bien, ¿qué es el islam para un cristiano sino, ya que “niega al Padre y al
Hijo (1 Jn 2,22), uno de los Anticristos más poderosos como sean, en número y
en violencia (Ap 20.7-10)? ¿Cómo puede estimarse a la vez a Cristo y a lo que
se le opone?
Su mensaje destaca enseguida que “las
dimensiones de la familia y de la sociedad son particularmente importantes
para los musulmanes en este período” del ramadán, pero lo que no
dice, es que el ramadán sirve de formidable medio de condicionamiento social,
de opresión, de vigilancia rigurosa sobre los sometidos al totalitarismo
islámico, en síntesis, de negación total del respeto evocado por Vd… Así, el
artículo 222 del Código penal marroquí estipula que: “Aquel que, notoriamente
conocido por su pertenencia a la religión musulmana, rompa ostensiblemente el
ayuno en un lugar público durante el tiempo del Ramadán, sin motivo admitido
por esa religión, será penado con prisión de uno a seis meses y multa”. Y no
se trata sólo de Marruecos…
¿Qué “paralelos” logra S.S. encontrar entre
“las dimensiones de la familia y de la sociedad musulmana” y “la fe y la
práctica cristianas”, dado que el estatuto de la familia musulmana
incluye la poligamia (Corán 4.3; 33.49-52,59), el repudio (Corán 2.230),
la
inferioridad ontológica y jurídica de la mujer (Corán 4.38; 2.282;
4.11), el deber para su marido de castigarla a su manera (Corán
4.34), etc.?
¿Qué paralelo puede haber entre
la sociedad musulmana forjada para la gloria del Único, y que por ello no
puede tolerar la alteridad ni la libertad, ni tampoco, en consecuencia,
distinguir los dominios religioso y espiritual? ¿“¡Entre
nosotros y vosotros, está la enemistad y el odio para siempre hasta que
creáis en Alá, único!” (Corán 60.4), y la sociedad cristiana que,
edificada par la gloria de Dios Uno y Trino, valoriza el respeto de las
legítimas diferencias? A menos que se entienda por “paralelo” no lo que se
parece y, entonces, se junta, sino lo que, al contrario no se junta jamás.
¿En qué caso el equívoco hace a la claridad de vuestras palabras?
S.S. propone a sus interlocutores reflexionar sobre “la promoción del respeto mutuo
a través de la educación”, haciendo creer que ellos participan con Vd
de los mismos valores de humanidad, de “respeto mutuo”. Pero ese no es el
caso. Para un musulmán, no hay naturaleza humana a la cual referirse, ni bien
cognoscible por la razón: el hombre y su bien no son más que lo que el Corán
dice de ellos. Ahora bien, el Corán enseña a los musulmanes que los
cristianos sobre todo, porque son cristianos, “no son más que impureza”
(Corán 9.28), los “peores de la creación” (Corán 98.6), “más
viles que las bestias” (Corán 8.22; cf. 8.55)… Porque el islam es la
verdadera religión (Corán 2.208; 3.19,85), que debe dominar sobre todas
las otras, hasta erradicarlas completamente
(Corán 2.193), quienes no son musulmanes no pueden ser sino perversos y malditos
(Corán 3.10,82,110; 4.48,56,76,91; 7.144; 9.17,34; 11.14; 13.15,33; 14.30;
16.28-9; 18.103-6; 21.98; 22.19-22,55; 25.21; 33.64; 40.63; 48.13) a
quienes los musulmanes deben combatir sin cesar (Corán 61.4,10-2;
8.40; 2.193), por la astucia (Corán 3.54; 4.142; 8.30;86.16), el
terror (Corán 3.151; 8.12,60; 33.25; 59.2) y toda suerte de castigos
(Corán 5.33; 8.65; 9.9,29,123; 25.77) como la decapitación (Corán 8.12;
47.4) o la crucifixión (Corán 5.33) con miras de eliminarlos
(Corán 2.193; 8.39; 9.5,111,123; 47.4) y aniquilarlos definitivamente
(Corán 2.191; 4.89,91; 6,45; 9.5,30,36,73; 33.60-2; 66.9).
“¡Oh, vosotros que creéis!
Combatid a muerte a los incrédulos que están junto a vosotros y que ellos
encuentren en vosotros el rigor…” (Corán 9.124); “¡Quiera Alá maldecirlos!”
(Corán 9.30; cf. 3.151; 4.48)… Muy Santo Padre, ¿podemos olvidar, cuando nos
dirigimos a los musulmanes, que ellos no quieren comprometerse fuera del
Corán?
Santo Padre, sus llamados “a
respetar en cada persona, (…) en principio, su vida, su integridad física, su
dignidad con los derechos que de ella se derivan, su reputación, su
patrimonio, su identidad étnica y cultural, sus ideas y sus opciones
políticas” no podrían desviar las disposiciones dadas por Alá, que
son inmutables, y de las cuales termino de enumerar algunas. Pero
si es necesario respetar del otro “sus ideas y sus opciones políticas”, ¿cómo
oponerse a la lapidación, a la amputación y a toda suerte de prácticas
abominables dispuestas por la charia?
Vuestro hermoso discurso
no puede conmover a los musulmanes: ellos no tienen lección alguna que
recibir de nosotros que no somos más “que impureza” (Corán 9.28). Y
sin embargo, si ellos lo felicitan por sus palabras, como lo han hecho los de
Italia, se debe a que la política de la Santa Sede sirve grandemente a sus
intereses haciendo pasar a su religión como respetable a los ojos del mundo,
haciendo creer que los conduce a considerar los valores universales
preconizados por Su Santidad… Lo felicitarán mientras estén, como en
Italia, en situación minoritaria. Pero cuando cesen de estar en minoría,
sucederá lo que sucede en todas partes en las que son mayoría: todo grupo no
musulmán debe desaparecer (Corán 9.14; 47.4; 61.4, etc.) o
pagar la jyzaia para recobrar su derecho a sobrevivir (Corán 9.29).
Su Santidad no puede
ignorar eso, pero entonces, ¿cómo puede, ocultándolo a los ojos del
mundo, favorecer la expansión del islam junto a los inocentes o naïfs así
abusados?
¿Será que S.S. mira los
cumplimientos que se le han dirigido como una prenda de fecundidad por su
gesto? S.S. ignoraría entonces el principio de la takya, ordenando estrechar
la mano que el musulmán no puede cortar (Corán 3.28; 16.106).
Pero, en el fondo, ¿de qué
valen tales intercambios de cortesía? ¿No decía san Pablo: “Si yo buscara
complacer a los hombres, ya no sería más el servidor de Cristo” (Ga. 1.10)?
Jesús ha señalado como malditos a quienes son objeto de la alabanza de todos
(Lc.6.26). Pero, si también sus enemigos naturales alaban a S.S., ¿quién no
lo alabará? ¿Es misión de la Iglesia
enseñar las buenas maneras de vivir en sociedad? San Juan Bautista ¿hubiera
muerto si se hubiera contentado con desear a Herodes una hermosa fiesta?
Es posible, se podrá decir, que no haya comparación alguna con Herodes,
porque Herodes vivía en el pecado, y que ese era el deber del profeta,
denunciar el pecado. Pero si todo cristiano se ha convertido en profeta el
día de su bautismo, y si el pecado está en no creer en Jesús, Hijo de Dios
Salvador (Jn 16.9), lo cual es precisamente la gloria del islam, ¿cómo un
cristiano podría no denunciar el pecado que es el islam y llamar a su conversión “a tiempo y
destiempo” (2 Tm 4.2)?
Ya que la razón de ser del
islam es remplazar al cristianismo que habría pervertido la revelación del
monoteísmo puro por la fe en la Santa Trinidad, de manera que Jesús no sería
Dios, que él no habría muerto ni resucitado, que no habría Redención, y que
su obra así reducida a la nada, ¿cómo no denunciar al islam de ser el
impostor anunciado (Mt 24.4, 11,24) y el predador por excelencia de la
Iglesia?
En lugar de cazar al lobo,
la diplomacia vaticana da la impresión de preferir alimentar sus
adulonerías, y de no ver que el mismo aguarda hasta estar
suficientemente cebado para hacer lo que hace en todos los
lugares donde ha llegado a ser lo bastante fuerte y vigoroso.
¿Es necesario evocar el martirio
que viven los cristianos en Egipto, en el Pakistán y demás países donde el
islam detenta el poder? ¿Podrá la Santa Sede llevar la responsabilidad de
fiador del islam presentándolo como un cordero, cuando se trata de un lobo
disfrazado de cordero? En Akita, la Virgen María nos ha prevenido: “El
demonio se introducirá en la Iglesia porque ella estará llena de los que
aceptan transar”…
Su Santidad, ¿Cómo su carta puede afirmar que
“especialmente entre cristianos y musulmanes, lo que estamos llamados a
respetar es la religión del otro, sus enseñanzas, sus símbolos y sus
valores”?
¿Cómo podemos respetar al
islam, que blasfema continuamente contra la Santísima Trinidad y Nuestro
Señor Jesucristo, que acusa a la Iglesia de haber falsificado el Evangelio, y
que busca suplantarla? (Ap 12.4).
¿Es que san Ireneo, que ha
escrito “Contra las herejías”, san Juan Damasceno, que ha escrito “De las
herejías” donde destaca “la cantidad
de absurdos contenidos en el Corán”, santo Tomás de Aquino, con su “Suma contra
los Gentiles”, y todos los santos que se han empeñado en criticar las falsas
religiones, no fueron entonces cristianos para que S.S. condene ahora
retrospectivamente su obra, como también la de algunos aislados apologetas
contemporáneos? En el ámbito de la cooperación entre la fe y la razón, sobre
el que tanto insistió Benedicto XVI, ¿debería excluirse el hecho religioso?
Si se sigue el llamado formulado en la carta por S.S., hace falta entonces
pedir, con la Organización de la Cooperación Islámica (OCI) (6), la
condenación, en todas partes del mundo, de toda crítica sobre el Islam, y así
cooperar con la OCI para difundir el islam, que enseña, lo repito, que
estando el cristianismo corrompido, el islam viene a remplazarlo… ¿Por qué
querer, con la OCI, amordazar la apologética cristiana?
También es cierto que no se siembra en los
espinos (Mt 13.2-9) pero se comienza a arrancarlos antes de poder sembrar;
así es como no se puede anunciar la Buena Nueva de su salvación a un alma
musulmana mientras se conserve vacunada, inmunizada, desde su primera
infancia contra la Fe cristiana (Corán 5.72; 9.113; 98.6…), llena de
prejuicios, de calumnias y de toda clase de falsedades con respecto al
Cristianismo. Así pues, hace falta necesariamente comenzar por criticar al Islam
“sus enseñanzas, sus símbolos y sus valores”, para destruir en ella las
contra verdades que la vuelven enemiga del cristianismo. San Pablo no pide
utilizar solamente “las armas defensivas de la justicia” sino también “las
armas ofensivas” (2 Co 6.7). ¿Dónde están estas últimas en la vida de la
Iglesia actualmente?
¡Oh, sin duda alguna, asociarse a la
alegría de la buena gente, ignorante
de la voluntad de Dios, y desearle un buen ramadán, no parece ser una cosa
mala en sí, como pensaba san Pedro de la legitimación que daba a los usos judíos… bajo el temor,
ya entonces, de los proto-musulmanes, que eran los judeo nazarenos! Pero san
Pablo lo corrigió de eso públicamente mostrándole que había algo más
importante para hacer que buscar la complacencia de los falsos hermanos (Ga
2.4, 11-14; 2 Co 11.26; Corán 2.193; 60.4; etc.). Si san Pablo tiene razón,
¿Cómo decir que no hay que criticar “la religión de los otros, sus
enseñanzas, sus símbolos y sus valores?
No queriendo criticar al Islam, la carta
de S.S. justifica especialmente a los obispos que concurren a poner la
primera piedra de las mezquitas, lo cual también ellos hacen por cortesía,
con el cuidado de complacer a todos y favorecer la paz civil. Cuando mañana
sus fieles se hayan convertido en musulmanes, los mismos podrán decir que fue
su obispo quien, en lugar de preservarlos, les ha mostrado el camino de la
mezquita… Y también podrán decir lo mismo con respecto a la Santa Sede ya que
por esa vía han aprendido a no pensar la verdad concerniente al islam, sino a
honrarlo como bueno y respetable en sí.
Vuestra carta, S.S., justifica sus votos
de buena fiesta de ramadán, afirmando que “Es evidente que cuando nosotros
demostramos respeto por la religión del prójimo o cuando le ofrecemos
nuestros votos con ocasión de una festividad religiosa, buscamos simplemente
compartir su alegría sin que se trate por lo tanto de hacer referencia al
contenido de sus convicciones religiosas”.
¿Cómo alegrarse de una alegría que glorifica
al islam? La actitud que preconiza S.S., ¿concuerda con el mandamiento de
Jesús: “Que vuestro lenguaje sea ‘Sí, sí, o No, no: lo que digáis demás
proviene del maligno” (Mt 5.37)?
Igualmente, si se pudiera creer que no se
peca al desear un buen ramadán en razón de la restricción mental que niega el
lazo entre el ramadán y el islam
(negación que demuestra que ese mismo comportamiento ya crea un problema),
¿concuerda eso con la caridad pastoral que quiere que un pastor se preocupe
del modo en que su gesto es comprendido por sus interlocutores? En efecto,
¿qué pueden pensar los musulmanes que nos escuchan desearles un buen ramadán,
sino que somos idiotas, incomprensiblemente obtusos, además de malditos por
Alá, por no convertirnos nosotros mismos en musulmanes, ya que con nuestra cortesía
reconoceríamos que su religión no solamente es buena (ya que tiene aptitud de
generar la alegría que nosotros les deseamos), sino, ciertamente, superior al
cristianismo; sea que somos hipócritas que no osamos decirles de frente lo
que pensamos de su religión, lo que equivale a reconocer que tenemos miedo de
ellos y que así, entonces, ellos se han convertido en nuestros maestros?
¿Pueden ellos razonar de otra manera en cuanto musulmanes?
Numerosos musulmanes ya me han participado
su alegría de que S.S. haya honrado su religión. ¿Podrán algún día
convertirse si la Iglesia los estimula a practicar el islam? ¿Cómo piensa la
Santa Sede anunciarles la falsedad del islam y el deber que ellos tienen de
abandonarlo para salvarse recibiendo el santo bautismo? ¿No favorece el
relativismo religioso para el cual poco importa lo que diferencia las
religiones, y lo que contaría es solamente lo bueno que hay en el hombre y
que lo salvaría independientemente de su religión?
Los primeros cristianos han rehusado participar
en las ceremonias civiles del Imperio romano, que consistían en hacer quemar
un poco de incienso delante de una estatua del emperador, rito sin embargo de
apariencia totalmente loable ya que propendía a favorecer la coexistencia y
la unidad de pueblos tan diversos y de religiones tan numerosas de ese
inmenso Imperio.
Los primeros cristianos,
para que la predicación de la unicidad del señorío de Jesús fuera más importante que toda realidad de
este mundo, prefirieron firmar con su sangre la originalidad de su menaje
antes que la estima de sus conciudadanos. Y si nosotros amamos a nuestro
prójimo, cualquiera sea, musulmán incluido, por su pertenencia a nuestra
misma especie humana, querida y amada desde toda la eternidad por Dios,
rescatado por la Sangre del Cordero sin mancha, Jesús nos ha enseñado a
renegar de todo lazo humano que se oponga a su amor (Mt 12. 46-50; 23.31; Lc
9. 59-62; 14.26; Jn 10.34; 15.25).
¿En nombre de qué
fraternidad, entonces, podríamos llamar a los musulmanes “nuestros hermanos”?
(Cf vuestra alocución del 29.03.2013) ¿Y habrá alguna fraternidad que
trascienda todas las pertenencias humanas, comprendida la de la comunión con
Cristo, rechazada por el islam, y que únicamente importara? La voluntad de Dios, que nosotros creamos en
Cristo (Jn 6.29), permite que “no conozcamos más nada según la carne” (2 Co
5.16).
¿Puede ser que la diplomacia vaticana
piense que callando la verdad sobre el islam se ahorrarán vidas de los
desdichados cristianos que viven en países musulmanes? No,
el Islam continuará persiguiéndolos (Jn 16.2) tanto más cuando vea que nada
se le opone y porque tal es su razón de ser (Corán 9.30).
Esos cristianos, como
todos los cristianos, ¿no esperan que S.S. les recuerde que aquí abajo así es
el destino de todo discípulo de Cristo, el de ser perseguido a causa de Su
nombre (Mt 16.24; Mc 13.13; Jn 15,20) y que es una gracia insigne de la cual
es necesario saber regocijarse? Jesús nos ha enseñado a no tener miedo a los
tormentos de la persecución (Lc 12.4), y a los hermanos perseguidos a causa
de nuestra Fe, a alegrarse de la octava bienaventuranza (Mt 5.11-12). ¿No es
esta alegría el mejor testimonio a ofrecer? ¿Qué mejor servicio podríamos
rendir a los fervientes musulmanes no temiendo morir, mientras ellos están seguros
de ir a gozar de las Hurís que Alá les promete como premio de sus crímenes,
como mostrarles a los cristianos dichosos de dar su vida por puro amor de
Dios y de la salvación del prójimo?
Vuestra carta evoca el
testimonio de san Francisco, pero no dice que san Francisco envió a sus
hermanos a evangelizar a los musulmanes de Marruecos, sabiendo que allí
probablemente serían martirizados, lo que fue el caso efectivamente, y que el
mismo santo tuvo la iniciativa de evangelizar al Sultán Al Malik Al Kamil
(7). La caridad denuncia a la mentira, y llama a la conversión.
Santo Padre, nos cuesta encontrar en
vuestro mensaje a los musulmanes el eco de la caridad de san Pablo
encargando: “No queráis juntaros en yunta con los infieles. Porque ¿qué tiene
que ver la justicia con la iniquidad? ¿O qué concordia entre Cristo y Belial?
¿O qué parte tiene el fiel con el infiel?” (2 Co 6, 14-15), o la del
bondadoso Juan de no acoger entre nosotros a quienquiera que rechace la Fe
católica, incluso de no saludarlo bajo pena de participar de “sus obras
malvadas” (2 Jn 7-11). Saludando a los musulmanes en ocasión del ramadán, ¿no
participamos en sus obras malvadas? ¿Quién odia actualmente hasta su túnica?
(Judas 23). ¿Ya no tiene actualidad la doctrina de los Apóstoles?
Sí,
efectivamente, el Concilio Vaticano II llama a los cristianos a olvidar el
pasado, pero ello no significa otra cosa que olvidar eventuales
resentimientos debidos a las violencias e injusticias sufridas a lo largo de
los siglos por los cristianos, y por lo que nos interesa, infligidos por los
musulmanes. Ya que, de otra manera, olvidar el pasado, ¿no sería condenarse a
revivir las mismas maldades que otrora? Sin memoria, ¿puede haber identidad?
Sin memoria, ¿podríamos tener un futuro?
Santo Padre, ¿ha leído, S.S., la carta
abierta de M.Christino Magdi Allam (8), ex musulmán bautizado por Benedicto
XVI en 2006, mediante la cual anuncia dejar la Iglesia en razón del
compromiso de la misma con la islamización del Occidente? Esa carta ¡es un
terrible y estruendoso rayo en el cielo macilento de las cobardías y tibiezas
eclesiales, y deberíamos percibirla como una formidable advertencia!
Ya que la diplomacia no está cubierta por
el carisma de la infalibilidad, y que vuestra carta a los musulmanes con motivo
de la terminación del ramadán no es un acto magisterial, por ello, S.S., me
he tomado la libertad de criticarla respetuosa y abiertamente (can 212, 3).
Sin duda, Santo Padre, usted ha considerado
que, antes de hablar de “teología” con
los musulmanes, era conveniente disponer en principio sus corazones
por una enseñanza sobre el deber, elemental sin embargo, de respetar al otro.
Quería decirle que nos parece que tal enseñanza convendría hacerla ajena de
toda referencia al islam, a fin de evitar cualquier ambigüedad sobre el
asunto. ¿Por qué no en ocasión del Año Nuevo, o de la Navidad? Ciertamente no
es sin razón, que Benedicto XVI había disuelto el Consejo Pontifical para el
Diálogo interreligioso y había transferido sus prerrogativas al Consejo Pontifical
para la Cultura…. Dicho todo lo cual, renuevo el compromiso de mi fidelidad a
la Cátedra de san Pedro, en la fe de su infalible magisterio, con el deseo de
ver haciendo lo mismo a todos los católicos sacudidos en su fe por vuestro
mensaje a los musulmanes con motivo de la terminación del ramadán.
Padre Guy Pagès
|
|
El Opus recela del jesuita Francisco
JUAN G. BEDOYA
Los pobres, el dinero, el
poder eclesiástico: he aquí buena parte de los debates entre eclesiásticos
desde que el jesuita Francisco está al frente de la Iglesia romana. En medio,
el fantasma de la Teología de la Liberación, un movimiento execrado con
severidad durante los pontificados de Juan Pablo II y Benedicto XVI, éste en
primera línea de combate cuando fue prefecto de la Congregación para la
Doctrina de la Fe, que es como se llama ahora el Santo Oficio de la
Inquisición.
Todavía en 2009, advirtió
Ratzinger sobre los “desastrosos efectos” de esa corriente teológica. “Sus
consecuencias, hechas de rebelión, división, ofensa y anarquía aún ahora se
hacen sentir, creando gran sufrimiento y grave pérdida de fuerzas vivas”,
dijo. Anteayer remachó la execración el cardenal arzobispo de Lima, Juan Luis
Cipriani, del Opus Dei.
La teoría sobre la
proverbial hostilidad entre la Compañía de Jesús y el Opus colmó de
maledicencias la Red cuando fue elegido papa el jesuita argentino Jorge Mario
Bergoglio, que tomó el nombre de Francisco, el santo de los pobres. ¿Se
resignaría el Opus a perder más poder en el Vaticano, y, para colmo, a manos
de sus competidores de antaño ante las altas burguesías católicas?
Los pasos aperturistas de
Francisco, sobre todo su revolucionaria sencillez y austeridad, además del
tono cuasi revolucionario de algunos de sus discursos, empiezan a chirriar en
sectores ultras de la Iglesia. No es casualidad que la primera reacción
pública proceda del más alto eclesiástico del Opus, el cardenal de Lima. La
chispa tampoco es baladí: la audiencia que Francisco concedió el
miércoles al teólogo Gustavo Gutiérrez, el fundador de la Teología de la
Liberación.
El cardenal Cipriani
calificó de “ingenuo” al prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el alemán
Gerhard Müller, por haber promovido ese encuentro y por acoger en Roma a
Gutiérrez como si fuese un gran pensador ortodoxo. Añadió el prelado en
declaraciones a Radio Programas del Perú (RPP): “Müller es buen alemán y buen
teólogo, un tanto ingenuo. Mi lectura es que ha querido acercarse a su amigo
Gutiérrez, a quien le tiene cariño, a quien quiere de alguna manera ayudar a
rectificar e insertarse en la Iglesia católica. La reunión está
siendo utilizada para describir un acercamiento con una corriente teológica
que hizo mucho daño a la Iglesia”.
Sostuvo Max Weber que los
evangelios tienen la mala costumbre de hablar bien de los pobres y mal de los
ricos. Resume esa impresión la parábola del camello y la aguja, que está con
ligeras variaciones en los evangelios de Marcos, Mateo y Lucas. “Más fácil es
pasar un camello por el ojo de una aguja, que entre un rico en el reino de
Dios”. La frase debió hacerse famosa nada más pronunciarla Jesús, el fundador
cristiano. Muy pronto iba a ser detenido cerca de Jerusalén, torturado y
crucificado por el sistema de poder de su tiempo, también por el sistema
religioso.
Bergoglio concedió el miércoles audiencia al teólogo
Gustavo Gutiérrez
En sus comienzos, el
mensaje cristiano puso el acento en el abismo que media entre los ricos y los
pobres, entre los humildes y los poderosos. No siempre ha sido así, y menos
cuando el imperio romano es relevado en Roma por el imperio católico. Pero
siempre ha habido voces de teólogos y jerarquías en favor de los desheredados
de la tierra. Teología para los pobres, no sobre los pobres.
La primera vez que se
acuña el programa eclesiástico de “la opción por los pobres” es por boca de
Juan XXIII, en 1962. Fue el pontífice que convocó el Concilio Vaticano II.
Tenía dos preocupaciones, el diálogo con el mundo moderno y la unidad de las
iglesias, pero días antes de la inauguración introdujo una tercera línea de
debate: los pobres. “Opción por los pobres”, pidió. Seis años más tarde, en
mayo de 1968, el entonces prepósito general de los jesuitas, Pedro
Arrupe, pidió a los miembros de la Compañía de Jesús en América Latina que
tal opción fuese “preferencial”. Así nació la Teología de la Liberación.
¿Tiene vigencia esta
teología tras 40 años de condenas y castigos? La pregunta está en el
ambiente, con gran preocupación entre los sectores que empiezan a recelar del
discurso y las formas, claras y sencillas, del nuevo papa, jesuita y
argentino.
La pasada semana, el periódico del Vaticano,
L’Osservatore Romano, dedicó gran espacio al libro en italiano De
parte de los pobres, teología de la liberación, teología de la Iglesia,
escrito por Gustavo Gutiérrez junto con el arzobispo Gerhard Ludwig
Müller, exprelado de Ratisbona (Alemania) y actual prefecto de la
Congregación de la Doctrina de la Fe. Gutiérrez, ahora ingresado en un
convento de dominicos en Francia, fue quien dio nombre al movimiento con la
publicación en Lima, en 1971, del libro Teología de la Liberación.
'L'Osservatore romano' dedicó un gran espacio al líder
de esa corriente
Una fotografía del teólogo
con el arzobispo Müller presentando ese libro en alemán, de hace algunos
años, ha dado ahora la vuelta al mundo y ha alarmado a los detractores de esa
teología. Müller fue alumno y es amigo del pensador peruano desde que, siendo
joven el prelado alemán, acudió a Lima a foguearse entre los pobres. “Ese
nombramiento como prefecto de la Congregación que se ocupa de la ortodoxia de
la doctrina católica, sumado a la elección de un jesuita y arzobispo de
Buenos Aires como obispo de Roma, fueron calificados en algunos ambientes
como una revancha de la Teología de la Liberación, criticada por Juan
Pablo II y por el cardenal Ratzinger”, escribió en mayo la agencia de noticias
Zenit, propiedad de los Legionarios de Cristo.
Ha sido una impresión muy
extendida. En aquel momento, esto es lo que declaró Müller, según la misma
agencia: “Es necesario distinguir entre una teología de la liberación
equivocada y una correcta. Un cristiano tiene que encontrarse en su
casa en cualquier parte”. Antes, en 2004, había dicho en Ratisbona que “la
teología de Gustavo Gutiérrez, al margen de cómo se la considere, es ortodoxa
porque es ortopráctica y nos enseña el correcto modo de actuar cristiano, ya
que deriva de la fe auténtica”.
Pero la agitación de
partidarios y detractores trasciende la famosa fotografía. Esto opina el
obispo Pedro Casaldáliga: “Con la llegada del papa Francisco se ha agitado el
tema y nos hemos confirmado en la convicción de que la teología es Teología
de la Liberación o no es teología, ciertamente no lo sería del Dios
de Jesús”.
¿Quién le tiene miedo a la
Teología de la Liberación?, se pregunta este prelado catalán, obispo desde
1971 de la diócesis de São Felix do Araguaia, la más extensa del Brasil.
Amenazado de muerte por defender a los pobres y a sus combativos teólogos y
sacerdotes, salvó la vida cuando Pablo VI advirtió bien alto, para que oyera
la dictadura de aquel tiempo: “Quien toca a Pedro, toca a Pablo”. No tuvieron
tanta suerte otros mártires de esa teología, como el también obispo Oscar
Romero, de El Salvador, ya en tiempos de Juan Pablo II.
Sartorio ve lógico el resurgir de esta teoría "con
un papa jesuita y latinoamericano"
Que la primera encíclica
escrita en solitario por Francisco vaya a titularse Beati pauperes
(Bienaventurados los pobres), no avala a quienes le suponen veleidades con la
teología de la liberación. Al contrario, ya expresó su criterio contrario
durante el pasado viaje a Brasil, el mes pasado. Nada de experiencias que tengan
algo que ver con el marxismo, ha proclamado. ¿Acaso es marxista la Teología
de la Liberación? “Si doy limosna a un pobre, me llaman
santo; si pregunto por qué hay tantos pobres e intento ayudarles, me llaman
comunista”, se lamentaba Hélder Pessoa Cámara, el famoso obispo de
Recife (Brasil).
Cuando murió Juan XXIII en
pleno concilio, se escuchó a un monseñor de la Curia romana rezar por él.
“Que Dios le perdone el daño que ha hecho a la Iglesia con este concilio”.
Años más tarde, fue Pablo VI el execrado por la Iglesia tradicional a causa,
sobre todo, de su apoyo a los padres de la Iglesia latinoamericana reunidos
en Medellín (Colombia), en 1968, para ver cómo podían aplicar el Vaticano II
en las realidades de América Latina. De aquel acontecimiento dice ahora
Gustavo Gutiérrez: “El problema al que nos enfrentábamos no
es cómo hablar de Dios en un mundo adulto, sino cómo anunciar a Dios como
padre amoroso y justo en un mundo inhumano e injusto”.
Raúl Vera, obispo de
Santillo (México), se suma a esa protesta y devuelve la pelota a quienes
creen que Juan Pablo II y Ratzinger hicieron bien persiguiendo a prelados y
sacerdotes comprometidos con Medellín y con Pablo VI. “No se corrigió en
Puebla la Teología de la Liberación, se corrigió el Evangelio”, dice. Puebla,
en México, fue donde el papa polaco tronó más alto contra los teólogos de la
liberación. Raúl Vera, que fue prelado auxiliar del mítico Samuel Ruiz en la
diócesis de Chiapas, ha estado este fin de semana en Madrid para hablar al
congreso de la Asociación de Teólogos Juan XXIIII.
Según el obispo mexicano Raúl Vera, "en Puebla se
corrigió el Evangelio"
“¡Cómo me gustaría tener
una Iglesia pobre y para los pobres!”, dijo Francisco la pasada primavera,
nada más ser elegido papa. ¿Suena acaso a teología de liberación? Rodeado de
potentados de todo el mundo, había afeado antes, en su primer discurso
oficial, las ínfulas de poder de las jerarquías católicas. Raúl Vera, el
obispo mexicano, susurró en aquel momento a su compañero de escaño en la
basílica de San Pedro: “Oye, qué bien, este Papa viene a por nosotros”. Lo
cuenta a EL PAÍS antes de subrayar que Francisco también ha exhortado a los
jóvenes a ser revoltosos (“tengan el valor de ir contra corriente”), y a los
obispos a oler menos a pastor y más a oveja.
Hay un debate abierto
sobre la vigencia de esta teología, o sobre su futuro, al que los obispos
españoles no son ajenos. Sus medios de comunicación así lo reflejan, casi
siempre con hostilidad. Sin embargo, callan al ser preguntados. Varios
prelados se han negado a entrar en el tema, a consultas de EL PAÍS. Es como
si estuvieran esperando una señal del Vaticano, aparte la ya enviada por
L’Osservatore Romano acogiendo a Gustavo Gutiérrez en sus páginas.
“Con un papa latinoamericano y,
además, jesuita, la Teología de la Liberación no podía quedarse mucho tiempo
en la sombra, donde ha estado relegada desde hace años”, dice Ugo
Sartorio, teólogo italiano y director del Messaggero di Sant’Antonio,
comentando ese hecho. “Se trata de una teología que fue dejada fuera de juego
por un doble prejuicio: uno, que todavía no ha metabolizado la fase
conflictiva de mediados de los años ochenta, y otro, el rechazo de una
teología considerada demasiado de izquierdas y, por tanto, tendenciosa”,
añade.
Juan Rubio, de 'Vida Nueva': "El análisis marxista
ya quedó relegado"
Esto opina Juan Rubio,
director de Vida Nueva, la gran revista católica española (de la congregación
marianista) con ediciones en Hispanoamérica: “La Teología de la Liberación
ha ido creciendo en ramas distintas, coincidiendo con los cambios
sociopolíticos de América Latina y del Caribe. Los planteamientos son
distintos porque las situaciones son distintas. El análisis marxista ya quedó
relegado en muchos de los posicionamientos de esta teología, pese a que hay
quienes para atacarla aún siguen esgrimiendo injustamente esas razones de
método.
La pregunta es si esa
teología es ya parte de la historia y cumplió su papel, o por el contrario,
ha evolucionado y ofrece claves que puedan ayudar a entender la realidad de
pobreza, injusticia y opresión, de nuevo cuño, en las que viven inmersos aun
hoy aquellos países. Esa es la pregunta que se hacen muchos cristianos que
ven en esta teología un compromiso afectivo y efectivo con el Evangelio y con
la necesaria conversión de estructuras injustas. Nuevas perspectivas se
abren, no hay que estar cerrados a ellas”.
Juan Rubio, que conoce
bien a los obispos españoles y ha conversado durante horas en el reciente
pasado con el papa Francisco (la edición argentina de Vida Nueva fue
apadrinada por el actual pontífice, entonces arzobispo de Buenos Aires),
sostiene que “la Teología de la Liberación, como una más, no la única y exclusiva,
ayudará a aquellas iglesias a entender mejor aquellas realidades. Pueden ser
más o menos discutibles algunos de sus puntos, pero lo que nunca puede hacer
la Iglesia es amordazar e impedir el sano y libre ejercicio de la teología,
así como la propia misión magisterial de la Iglesia.
Un diálogo parece abrirse
ahora de la mano de los seguidores de Gustavo Gutiérrez con un papa que, si bien no es
considerado seguidor de esa teología, si está en condiciones de entenderla
mejor. Se abre una etapa de dialogo en la que primará, sin duda, el
reconocimiento a tantos hombres y mujeres que siguiendo estas líneas
teológicas han dado su vida testimonialmente en defensa de los más pobres”.
A pesar de los gestos, Tamayo cree difícil que roma
apoye esta teología
En cambio, Juan José
Tamayo, reelegido el sábado pasado secretario general de la Asociación de
Teólogos y Teólogas Juan XXIII, duda que la Iglesia institucional pueda
asumir la Teología de la Liberación, pese a que a la vista de no
pocos de los gestos, palabras, actitudes y opciones de Francisco, la
respuesta pueda parecer afirmativa. Añade: “Así lo creen importantes sectores
religiosos y laicos, incluidos los progresistas y hasta algunos teólogos —no así
las teólogas— de la liberación. Yo creo, sin embargo, que una teología de la
liberación que hace de la opción por los pobres su imperativo categórico es
difícilmente asumible por la institución eclesiástica por el lugar social en
el que se ubica —los pobres, los movimientos sociales—, la radicalidad de sus
opciones —interculturalidad, pluralismo y diálogo interreligioso, diversidad
sexual—, la revolución metodológica que implica y la crítica del poder
eclesiástico y de sus instituciones”.
|
Lunes 14-XII-09
Elecciones en Chile – América Violenta, con artículos de diversos países latinoamericanos – Mundo: a) las leyes de aborto permisivas generan proporcionalmente más muertes de madres que las restrictivas y b) histórico acercamiento de la Iglesia Católica con Rusia y con la Iglesia Ortodoxa Rusa – Argentina: a) si no pudieron con la reforma agraria ni con la regulación del mercado y el control de precios, ahora intentan la planificación centralizada del "uso" de la tierra – b) ¿cambio o crisis de gabinete?, por Rosendo Fraga – c) recambio en AEA – d) Sindicales: para entender qué está pasando, este artículo – e) Leído sobre Macri y Scioli, para entender sus crisis – f) Artículo de esclarecimiento de Mora y Araujo sobre el enorme triunfo de Evo Morales en Bolivia. Bonus en el blog: en www.noticiasdefondo.blogspot.com encontrarás a la derecha un video del congresista republicano Ron Paul, quien fundamenta su sorpresa por el otorgamiento del Premio Nobel de la Paz al Presidente
Comentarios
Publicar un comentario
Debate, todo el que quieras presentar. Insultos, a otros medios por favor ya que lo eliminaremos