ARTÍCULO DE FONDO: el dilema de gobiernos democráticos que preparan el autoritarismo y gobiernos autoritarios que preparan la democracia. Al fondo. By Robert D. Kaplan, Chief Geopolitical Analyst at Stratfor
Corrupción gubernamental. Parte de una editorial que compartimos. Piden la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción gubernamental. Nosotros agregamos, la presunción de corrupción cuando hay sobreprecios.
Análisis de situación. Nuestro comentario previo a la elección

CORRUPCIÓN GUBERNAMENTAL. Es el flagelo de la administración del Estado. Esta editorial, de la que reproducimos párrafos, brega por la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción de los funcionarios públicos. Creemos que falta algo más: la presunción de corrupción en los casos de sobreprecios o los cambios bruscos de los códigos urbanos, por ejemplo. Así, imprescriptibilidad y presunción, pueden funcionar como cerrojos a la tendencia de los políticos de todos los partidos que han gobernado a la recepción de coimas por favores y al uso del dinero de impuestos para negocios de amigos, propios y financiamiento de campañas
Los delitos por corrupción no deben prescribir
…Es necesario garantizar que no habrán de quedar impunes las aberraciones cometidas por los funcionarios que utilizan al Estado en su propio beneficio…
Desde hace ya tiempo en nuestro país se alzan voces para que no prescriban los delitos de corrupción. Pero han sido casi siempre reclamos aislados, que no han conseguido modificar la ley. Por cierto que, en la Argentina, la corrupción no es un fenómeno reciente. Desde 1890 a la fecha, han sido numerosas las denuncias por ese delito en el país, pero no nos equivocamos si decimos que ese fenómeno ha ido in crescendo desde la década del 90…
….En el último año, por acotar la búsqueda al período más reciente, se han presentado unos pocos proyectos de ley para declarar la imprescriptibilidad de los actos de corrupción estatales. Uno de ellos corresponde al diputado Fernando Solanas (Proyecto Sur-Capital). Otro, a Víctor Hugo Maldonado (UCR-Chaco)….
…Además, hace pocos días y con el lema "Nunca más a la corrupción", los principales referentes del socialismo, el radicalismo, el GEN y Libres del Sur anunciaron que presentarán iniciativas parlamentarias para crear una comisión bicameral que investigue actos de corrupción en el Estado….
…Nuestro país, como ya hemos dicho desde estas columnas, ha ido degradando de manera exponencial su calidad institucional. Desde el actual Gobierno, incluso, se ha batallado -hasta ahora sin mayor éxito- para imponer una absurda reforma judicial cuya finalidad más elocuente es, precisamente, garantizar la impunidad de quienes ostentan el poder. Otro tanto ha ocurrido con el proyecto de reforma de los códigos civil y comercial, al que el Gobierno modificó en varios aspectos en busca también de quitar responsabilidad al Estado respecto del efecto de sus actos, desnaturalizando así la iniciativa original de un grupo de expertos.
Del mismo modo, se ha bastardeado a organismos de contralor como la Oficina Anticorrupción y la Auditoría General de la Nación, y presionado y apartado de sus cargos descarada e injustificadamente a jueces que tramitan causas en las que se investigan a funcionarios…
ANÁLISIS DE ESTE TIEMPO SIN CRISTINA. Y Cristina salió de la escena. Los primeros días, ponía los canales de aire imaginando una cadena oficial de la que llevamos ya muchos días sin padecerla. ¡Aleluia!.
La agenda de los políticos empezó a parecerse a la de la gente. Aún los candidatos oficialistas han hablado con libertad de inflación, inseguridad, postulaciones. Están más sueltos, mientras el núcleo duro ha decidido esperar a que vuelva la Presidente para poner orden en el redil.
De pronto el propio Scioli habló de inflación. Claro que en terminos deliberadamente equivocados, ya que debe presumir que cuando vuelva la Señora leerá los resúmenes de noticias y se le puede armar la gorda. Dijo que el Gobierno no fue eficaz en combatir la inflación. Al mismo tiempo, defendió “al modelo productivo, de trabajo e inclusión”. El patinazo de Scioli es sencillo: el núcleo del “modelo productivo, etc” es, precisamente, la inflación. Lo ha sido con Néstor y aun cuando el hombre mantenía las cuentas públicas en orden. Lo es con Cristina pero ya en franco deterioro. Pero es Scioli y pone su cara para decir cualquier cosa.
De pronto, también, quedó claro que la presente elección está jugando las candidaturas de Scioli y Massa para el 2015, en una final presidencial bien peronista aunque, como decía una encuestadora en Plan M, si la Señora no es candidata en el 2015, el juego estará abierto para cualquiera que sepa jugarlo. ¿Estará pensando en un outsider?.
La agenda se ha atomizado. En este tiempo en que la Presidente está encerrada y entretenida no sabemos con qué, la agenda, dijimos más arriba, empezó a parecerse a la agenda de la gente. Al no estar la Señora y su cadena diaria de la felicidad y sus insultos a “otros”, la agenda perdió unicidad. Quedaron en suspenso la reforma constitucional, la reforma judicial, el blanqueo y esas cosas que solamente ella empujaba y que su núcleo duro no está en condiciones de continuar ya que terminarían por enterrarlos –a los proyectos y a sí mismos-.
Al cepo electoral impuesto por necesidades de la campaña a los señores Moreno, Fernández, Kunkel, se le ha sumado la imposibilidad de continuar sin la presencia de la Señora: el títere no puede actuar sin el titiritero.
Las encuestas se han multiplicado y comentamos las siguientes.
La primera, una que La Nación publicara bajo el título de que el 95% de la gente no cambiará su voto por la enfermedad de la Presidente. Encabezamiento falaz, ya que la lectura correcta es que el 5% de la gente sí cambiaría su voto por dicha circunstancia. Y ese 5% le dará algún diputado más al oficialismo y la chance de no aparecer vapuleado el día despúes.
La segunda es más reciente. Da un estancamiento en los votos a Massa; un crecimiento de los de Insaurralde; un equilibrio en Stolbizer-Alfonsín y un crecimiento luego del éxodo de votos a de De Narvaez. Así como luego de las Paso las intenciones de voto a Massa crecieron a costa del Colorado, así ante la certeza del triunfo de Massa varios vuelven al voto original. Aparecen menos que en las Paso, pero más que en las post Paso.
En la Provincia de Buenos Aires es interesante seguir la evolución de las publicidades electorales. El Colorado pasó de centrarse en “Ella o vos”, directamente en la inseguridad. “Ella” mutó a Inseguridad y punto. Especialmente acertado el cambio,  por la inocuidad del argumento a la hora del voto y, también,  por el hecho de que no queda bien atacar a una persona en situación de enfermedad.
Por su parte, Insaurralde multiplicó los afiches en la vía pública (los más grandes son con su cara), colectivos, paradas. En la TV y la radio, un empalagoso aviso nos habla de MI diputado, un hallazgo publicitario interesante. Colores celestes tornando al blanco. Voz y cara de pibe bueno, de barrio, habla de un futuro que si entendiéramos lo mismo sobre lo que dice, nos está ocultando que tras de sí está traccionando a Kunkel, Diana Conti, Carlotto y Di Tullio: si el “pibe bueno” tiene éxito, reelecciona a la peste institucional que significan estas personas.
Por su parte, Margarita-Alfonsín apuestan a la anticorrupción como elemento central de la campaña, en términos más tranquilos que la Carrió en la Capital y lanzaron un spot muy contundente: en el aula de votación un mensaje dejado por los chicos de tercer grado. Un niño habla en off.
Así las cosas, el pibe Cabandié dio una gran mano  a la oposición desde una conducta bien argentina: estar en el poder y creerse Dios. Nuestra historia está plagada desde Juan Domingo a la fecha, de los privilegios que tienen quienes acceden a puestos de poder. Además del enriquecimiento, está el de no hacer colas, transportarse en forma privilegiada, no usar colegios ni hospitales públicos aunque antes de acceder lo hicieran; utilizar aviones particulares o de gobernaciones; declarar bienes por lo que se les canta; acceso a jubilaciones escandalosas. En fin, viven otro mundo que no se rige por las leyes que imponen al resto de la ciudadanía. Por el contrario, suelen hacer lo contrario a las leyes que ellos mismos promulgan y cuentan con jueces federales o provinciales que, en forma encubierta, les extienden el certificado de indemnidad o, mejor dicho, de impunidad. Claro que cuando se descubre un caso, la ciudadanía responde con hartazgo y bronca y en Capital es posible que pierda algún apoyo. Sin embargo, Cabandié hizo un repechaje con un spot destinado al día de las madres con un mensaje explícito a quienes están en espera de adopción, prometiendo una nueva ley más ágil, más humana.
Transitamos la última semana el camino electoral. Vendrán las últimas encuestas y el silencio profundo hasta la verdad del 28 a la madrugada. La Señora, ¿hará sentir su voz antes del 27 de octubre? Es posible, ya que una imagen desde el lugar de convalecencia, con un pañuelo ocultando la cabeza rapada, menos maquillaje y mostrando, como aquel entonces, cicatrices, puede otorgarle algún puntito extra de votantes muy sensibles. Claro que en el campo opuesto, podría hacer volver votos de De Narvaez a Massa….¡Quién lo sabe!
Buena semana estimada y estimado lector. No dejes de apoyar a la política con tu participación como fiscal de mesa, consustanciado con un proceso electoral limpio.
ARTÍCULO DE FONDO. Una interesante reflexión sobre el dilema de demócratas que finalizan autoritarios y autoritarios que preparan la democracia.
What Is A Dictator?
By Robert D. Kaplan, Chief Geopolitical Analyst at Stratfor
What is a dictator, or an authoritarian? I’ll bet you think you know. But perhaps you don’t. Sure, Adolf Hitler, Joseph Stalin, and Mao Zedong were dictators. So were Saddam Hussein and both Hafez and Bashar al Assad. But in many cases the situation is not that simple and stark. In many cases the reality — and the morality — of the situation is far more complex.
¿Qué es un dictador o un régimen autoritario? Apuesto a que crees que sabes. Pero tal vez no. Claro, Adolf Hitler, Joseph Stalin, y Mao Zedong fueron dictadores. Así eran Saddam Hussein y Hafez tanto y Bashar al Assad. Pero en muchos casos la situación no es tan simple y rígida. En muchos casos la realidad - y la moral - de la situación es mucho más compleja.
Deng Xiaoping was a dictator, right? After all, he was the Communist Party boss of China from 1978 to 1992. He was not elected. He ruled through fear. He approved the massacre of protesters at Tiananmen Square in Beijing in 1989. But he also led China in the direction of a market economy that raised the standard of living and the degree of personal freedoms for more people in a shorter period of time than perhaps ever before in recorded economic history. For that achievement, one could arguably rate Deng as one of the greatest men of the 20th century, on par with Winston Churchill and Franklin D. Roosevelt.
Deng Xiaoping fue un dictador, ¿no? Después de todo, él era el jefe del Partido Comunista de China desde 1978 hasta 1992. No fue elegido. Él gobernó a través del miedo. Él aprobó la masacre de manifestantes en la Plaza de Tiananmen en Beijing en 1989. Pero también llevó a China en la dirección de una economía de mercado que levantó el nivel de vida y el grado de libertad personal para que más personas en un período corto de tiempo, que tal vez nunca antes en la historia económica registrada. Para este logro, se podría sin duda clasificar a Deng como uno de los más grandes hombres del siglo 20, a la par con Winston Churchill y Franklin D. Roosevelt.
So is it fair to put Deng in the same category as Saddam Hussein, or even Hosni Mubarak, the leader of Egypt, whose sterile rule did little to prepare his people for a more open society? After all, none of the three men were ever elected. And they all ruled through fear. So why not put them all in the same category?
Entonces, ¿es justo poner a Deng en la misma categoría que Saddam Hussein, o incluso Hosni Mubarak, el líder de Egipto, cuyo gobierno estéril hizo poco para preparar a su pueblo para una sociedad más abierta? Después de todo, ninguno de los tres hombres fueron jamás elegidos. Y todos ellos gobernaron por el miedo. ¿Por qué no poner a todos en la misma categoría?
Or what about Lee Kuan Yew and Zine El Abidine Ben Ali? During the early phases of Lee’s rule in Singapore he certainly behaved in an authoritarian style, as did Ben Ali throughout his entire rule in Tunisia. So don’t they both deserve to be called authoritarians? Yet Lee raised the standard of living and quality of life in Singapore from the equivalent of some of the poorest African countries in the 1960s to that of the wealthiest countries in the West by the early 1990s. He also instituted meritocracy, good governance, and world-class urban planning. Lee’s two-volume memoir reads like the pages in Plutarch’s Lives of the Noble Grecians and Romans. Ben Ali, by contrast, was merely a security service thug who combined brutality and extreme levels of corruption, and whose rule was largely absent of reform. Like Mubarak, he offered stability but little else.
O ¿qué pasa con Lee Kuan Yew y Zine El Abidine Ben Ali? Durante las primeras etapas del gobierno de Lee en Singapur sin duda se comportó con un estilo autoritario, al igual que Ben Ali lo largo de todo su gobierno en Túnez. Así que no merecen ser llamados autoritarios? Sin embargo, Lee levantó el nivel  y calidad de vida en Singapur desde el equivalente de algunos de los países más pobres de África en la década de 1960 a la de los países más ricos de Occidente en la década de 1990. También instituyó la meritocracia, el buen gobierno y la planificación urbana de clase mundial. En las memorias de dos volúmenes de Lee se leen páginas  como la  vidas de los nobles griegos y romanos de Plutarco. Ben Ali, por el contrario, no era más que un matón de servicios de seguridad que combinó brutalidad y niveles extremos de corrupción, y cuyo gobierno fue en gran medida ausente de la reforma. Al igual que Mubarak, ofreció la estabilidad, pero poco más.
You get the point. Dividing the world in black and white terms between dictators and democrats completely misses the political and moral complexity of the situation on the ground in many dozens of countries. The twin categories of democrats and dictators are simply too broad for an adequate understanding of many places and their rulers — and thus for an adequate understanding of geopolitics. There is surely a virtue in blunt, simple thinking and pronouncements. Simplifying complex patterns allows people to see underlying critical truths they might otherwise have missed. But because reality is by its very nature complex, too much simplification leads to an unsophisticated view of the world. One of the strong suits of the best intellectuals and geopoliticians is their tendency to reward complex thinking and their attendant ability to draw fine distinctions.
Usted ve el punto. Dividiendo el mundo en términos de blanco y negro, entre dictadores y demócratas, pierde por completo la complejidad política y moral de la situación en varias decenas de países. Las categorías individuales entre demócratas y dictadores son simplemente demasiado amplias para una adecuada comprensión de muchos lugares y sus gobernantes - y por lo tanto, para una adecuada comprensión de la geopolítica. Hay sin duda una virtud en roma, el pensamiento simple y pronunciamientos. La simplificación de patrones complejos permite a la gente ver las verdades fundamentales subyacentes que podrían ocultarse. Pero debido a que la realidad es, por su propia naturaleza, compleja, demasiada simplificación conduce a una vista poco sofisticada del mundo. Uno de los puntos fuertes de los mejores intelectuales y geopolíticos es su tendencia a premiar el pensamiento complejo y su capacidad de trazar distinciones finas.
Fine distinctions should be what geopolitics and political science are about. It means that we recognize a world in which, just as there are bad democrats, there are good dictators. World leaders in many cases should not be classified in black and white terms, but in many indeterminate shades, covering the spectrum from black to white.
Distinciones finas deberían ser lo que la geopolítica y las ciencias políticas hagan. Esto significa que reconocemos un mundo en el que, así como hay malos demócratas, hay buenos dictadores. Los líderes mundiales en muchos casos no deben clasificarse en términos de blanco y negro, sino en muchos tonos indeterminados, cubriendo el espectro de negro a blanco.
More examples:
Nawaz Sharif and his rival, the late Benazir Bhutto, when they alternately ruled Pakistan in the 1990s were terrible administrators. They were both elected by voters, but each governed in a thoroughly corrupt, undisciplined and unwise manner that made their country less stable and laid the foundation for military rule. They were democrats, but illiberal ones.
Más ejemplos:
Nawaz Sharif y su rival, la difunta Benazir Bhutto, cuando gobernaron alternativamente Pakistán en la década de 1990 fueron terribles administradores Ambos fueron elegidos por los votantes, pero cada uno gobernó de manera totalmente corrupta, indisciplinada e ignorante que hizo su país menos estable y sentó las bases para el régimen militar. Eran demócratas, pero no liberales.
The late King Hussein of Jordan and the late Park Chung Hee of South Korea were both dictators, but their dynamic, enlightened rules took unstable pieces of geography and provided them with development and consequent relative stability. They were dictators, but liberal ones.
Los difuntos rey Hussein de Jordania y Park Chung Hee de Corea del Sur fueron dictadores, pero sus gobiernos, ilustrados tomaron piezas inestables de la geografía y proporcionaron desarrollo y estabilidad relativa. Eran dictadores, pero liberales.
Amid this political and moral complexity that spans disparate regions of the Earth, some patterns do emerge. On the whole, Asian dictators have performed better than Middle Eastern ones. Deng of China, Lee of Singapore, Park of South Korea, Mahathir bin Mohammad of Malaysia, Chiang Kai-Shek of Taiwan were all authoritarians to one degree or another. But their autocracies led to economic and technological development, to better governance, and to an improved quality of life. Most important, their rules, however imperfect, have overall better positioned their societies for democratic reforms later on. All of these men, including the Muslim Mahathir, were influenced, however indirectly and vaguely, by a body of values known as Confucianism: respect for hierarchy, elders, and, in general, ethical living in the here-and-now of this world.
En medio de esta complejidad política y moral que se extiende por las regiones dispares de la Tierra, emergen  algunos patrones. En general, los dictadores asiáticos han obtenido mejores resultados que los de Oriente Medio. Deng de China, Lee de Singapur, Park de Corea del Sur, Mahathir bin Mohamad de Malasia, Chiang Kai-Shek de Taiwán fueron todos autoritarios en un grado u otro Pero sus autocracias llevaron al desarrollo económico y tecnológico, a una mejor gobernabilidad, y  una mejor calidad de vida. Lo más importante, sus gobiernos, aunque imperfectos, en general han posicionado mejor a sus sociedades hacia las reformas democráticas en el futuro. Todos estos hombres, incluyendo el Mahathir musulmán, fueron influenciados, aunque sea indirectamente y vagamente, por un conjunto de valores conocidos como el confucionismo: el respeto a la jerarquía, los ancianos, y en general , ética de vida en el aquí y el ahora de este mundo.
Contrast that with Arab dictators such as Ben Ali of Tunisia, Mubarak of Egypt, Saddam of Iraq, and the al Assads of Syria. Ben Ali and Mubarak, it is true, were far less repressive than Saddam and the elder Assad. Moreover, Ben Ali and Mubarak did encourage some development of a middle class in their countries. But they were not ethical reformers by any means. Of course, Saddam and al Assad were altogether brutal. They ran states so suffocating in their levels of repression that they replicated prison yards. Rather than Confucianism, Saddam and al Assad were motivated by Baathism, a half-baked Arab socialism so viciously opposed to Western colonialism that it created a far worse tyranny of its own.
Esto contrasta con los dictadores árabes como Ben Ali de Túnez, Mubarak de Egipto, Hussein de Irak, y el al Assad de Siria. Ben Ali y Mubarak, es cierto, eran mucho menos represivos que Saddam y el mayor Assad. Por otra parte, Ben Ali y Mubarak lograron un cierto desarrollo de una clase media en sus países. Pero no eran reformadores éticos bajo ningún concepto. Por supuesto, Saddam y Al Assad fueron totalmente brutales. Gobernaron estados tan sofocantes en sus niveles de represión que replican patios de la cárcel. En lugar de confucianismo, Saddam y Al Assad fueron motivados por el Baathismo, un socialismo árabe a medias tan diferente del colonialismo occidental que creó una tiranía mucho peor.
Beyond the Middle East and Asia there is the case of Russia. In the 1990s, Russia was ruled by Boris Yeltsin, a man lauded in the West for being a democrat. But his undisciplined rule led to sheer economic and social chaos. Vladimir Putin, on the other hand, is much closer to an authoritarian — and is increasingly so — and is consequently despised in the West. But, helped by energy prices, he has restored Russia to some measure of stability, and thus dramatically improved the quality of life of average Russians. And he has done this without resorting to the level of authoritarianism — with the mass disappearances and constellation of Siberian labor camps — of the czars and commissars of old.
Más allá de Oriente Medio y Asia está el caso de Rusia. En la década de 1990, Rusia estaba gobernada por Boris Yeltsin, un hombre elogiado en Occidente por ser un demócrata. Pero su indisciplinado gobierno provocó un enorme caos económico y social . Vladimir Putin, por su parte, es mucho más cercano a un gobierno autoritario - y lo es cada vez más - y por lo tanto es despreciado en Occidente. Pero, ayudado por los precios energéticos, ha restaurado en Rusia cierta estabilidad y por lo tanto, ha mejorado notablemente la calidad de vida de los rusos promedio. Y lo ha hecho sin necesidad de recurrir al nivel de autoritarismo - con las desapariciones en masa y la constelación de los campos de trabajo siberianos - de los zares y los comisarios de la antigüedad.
Finally, there is the most morally vexing case of all: that of the late Chilean dictator Augusto Pinochet. In the 1970s and 1980s, Pinochet created more than a million new jobs, reduced the poverty rate from a third of the population to as low as a tenth, and the infant mortality rate from 78 per 1,000 to 18. Pinochet’s Chile was one of the few non-Asian countries in the world to experience double-digit Asian levels of economic growth at the time. Pinochet prepared his country well for eventual democracy, even as his economic policy became a model for the developing and post-Communist worlds. But Pinochet is also rightly the object of intense hatred among liberals and humanitarians the world over for perpetrating years of systematic torture against tens of thousands of victims. So where does he fall on the spectrum from black to white?
Por último, está el caso más moralmente inquietante de todas: la del difunto dictador chileno Augusto Pinochet. En los años 1970 y 1980, Pinochet creó más de un millón de nuevos puestos de trabajo redujo la tasa de pobreza de un tercio de la población a un mínimo de una décima parte, y la tasa de mortalidad infantil de 78 por 1.000 a 18. El Chile de Pinochet fue uno de los pocos países no asiáticos del mundo en experimentar niveles asiáticos de dos dígitos de crecimiento económico . Pinochet preparó su país para una eventual democracia, así como su política económica se convirtió en un modelo para el mundo en desarrollo y post-comunista. Pero Pinochet es también justamente el objeto de un intenso odio entre liberales y humanistas de todo el mundo durante años perpetración de la tortura sistemática contra decenas de miles de víctimas. Entonces, ¿dónde cae en el espectro que va desde el negro al blanco?
Not only is the world of international affairs one of many indeterminate shades, but it is also one in which, sometimes, it is impossible to know just where to locate someone on that spectrum. The question of whether ends justify means should not only be answered by metaphysical doctrine, but also by empirical observation — sometimes ends do justify means, sometimes they don’t. Sometimes the means are unconnected to the ends, and are therefore to be condemned, as is the case with Chile. Such is the intricacy of the political and moral universe. Complexity and fine distinctions are things to be embraced; otherwise geopolitics, political science, and related disciplines distort rather than illuminate.
No solamente el mundo de las relaciones internacionales es una de las muchas indeterminadas sombras , pero también es una en la que, a veces, es imposible saber dónde ubicar a alguien en ese espectro. La cuestión de si los fines justifican los medios no sólo debe ser contestada por la doctrina metafísica, sino también por la observación empírica - a veces el fin justifica los medios, a veces no lo hacen. A veces los medios son ajenos a los extremos, y por lo tanto debe ser condenados, como es el caso de Chile. Tal es la complejidad del universo político y moral. Complejidad y distinciones finas son las cosas que debemos acoger, de lo contrario la geopolítica, la ciencia política y otras disciplinas relacionadas se distorsionan en lugar de iluminar.


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