Lunes 14-XII-09

Si el cristinismo preparó un camino minado para los nuevos gobiernos nacional y provincial, debemos analizar los hechos conforme esta premisa.  Toda noticia que involucre al ahora arco opositor cristinista, debés analizarla bajo el   principio de que se trata de un partido en la resistencia, decidido a generar lo que mejor sabía hacer en el gobierno: crear conflictos, divisiones y confusión. Multiplicaron las incorporaciones de personal absolutamente innecesario que, a la hora de ser echados, generarán una conflictividad sindical, ruidosa y luchadora por supuestos derechos que ni los propios despedidos deben considerar seriamente. En economía, se esmeraron en multiplicar el déficit público, de tal manera de obligar al nuevo gobierno a ajustes de los que el cristinismo podría sacar provecho con conflictividad diversa: ex empleados, subsidiados y otros. Pensemos por caso, el seguro de cambio instaurado a semanas del fin del gobierno y que constituyó un severo y costoso escollo para levantar el cepo y sincerar el tipo de cambio. Todo calculado. Sabían lo que hacían y tenían herramientas intelectuales, profesionales y suficiente inmoralidad para hacerlo. Lo hicieron. En política, tienen fuerza en el Congreso de la Nación y en la Legislatura provincial. Ya lo vimos y se aprestan a generar el daño que les convenga. Bloquear la sesión de aprobación del presupuesto provincial, los llevó a una celebración histérica, propia de haber ganado un mundial de fútbol. Celebraban la primera expresión clara y pública de daño por el daño mismo. Presentaron en sociedad el mal del que son capaces de realizar. Pero la fuga asistida de 3 narcos relevantes, fue revelando con el correr de los días que el narcotráfico también aporta lo suyo. Generó confusión inicial hasta que el nuevo gobierno fue descubriendo el pleno funcionamiento de la entrega de la policía bonaerense a la delincuencia, del nivel y gravedad de la infiltración delictual que sufre la fuerza. Varios días después, un levantamiento en la cárcel de Tandil y una amenaza detectada en un par de  cárceles federales. Bajo la perspectiva del primer párrafo de este escrito, no debe asombrar que el sistema penitenciario sea una mina más de las que colocó el cristinismo.  Simplemente recordar a “vatallón militante” y que en la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, el cristinismo ganó en las cárceles. Composición de lugar, entonces: a) una policía bonaerense en la que el nuevo gobierno respetó el grueso de los puestos dejados por Scioli-Granados, es decir, infectada de mandos de doble moral. b) Un Servicio Penitenciario corrupto; c) presidiarios militantes que podrían estar siendo movilizados para agitar las aguas. d) un narcotráfico que si efectivamente tenía relaciones de alto nivel político del anterior gobierno, debe estar siendo movilizado contra el nuevo gobierno. Así, tras la fuga apareció, en realidad, la resistencia cristinista en otra área. Otra oportunidad para sus propósitos. Éstos, ya te los expliqué en entrega anterior. No es fácil gobernar en estas condiciones y quienes votaron un cambio profundo, deben asumir un apoyo incondicional aún con los errores por diversos motivos en los que incurran Macri y Vidal. No hay manera de imaginar la lucha contra la corrupción oficial-delictual sin que haya conflictos, confusión y crímenes.  Dejar la iniciativa al inicio o en el medio, es como una enfermedad que requiere de antibióticos y los suspendés: la enfermedad volverá y, además, fortalecida.   Agreguemos, por último,  la preocupación de buena parte de los funcionarios del anterior gobierno en materia de corrupción y el cocktail o bomba mólotov (1) está hecho. Esto recién empieza. De tu parte, alentar como lo hacía el Gran Riojano, ¡Apoyar!, ¡apoyar!, ¡apoyar! (1)   Se llama cóctel mólotov o bomba mólotov a una bomba incendiaria de fabricación casera cuyo propósito, más que la explosión, es de la expansión de los líquidos inflamables que contiene. Este artilugio está hecho de una mezcla de ciertos productos inflamables (por ejemplo gasolina) con aceite de motor o serrín en un recipiente de cristal