DE MASSAS, LIBERTADES Y DOBLE MORAL



INSEGURIDAD. Un caso en foro de medio gráfico
En un barrio de zona norte de la provincia de Bs. As. hicimos una reunión vecinal. Concurrió el Secretario de Prevención municipal quien se explayó en las escasas facultades legales de los municipios, tal como había hecho el mismo Posse en el mismo lugar hace 10 años atrás. El subcomisario de la 4a. explicó que dedica toda su vida para estar al frente de la comisaria, pero los jueces y fiscales largan a los chorros rápidamente. Tal como hace 10 años atrás. El comisario de la Primera -comisaría jurisdiccional del barrio- no fue y los fiscales, por política superior, no concurren a explicar nada. Conclusión: los ciudadanos debemos aprender a autodefendernos. La prevención NO existe ya que está prohibido molestar a merodeadores o a nadie si no está en situación de delito. Y cuando lo está,  dependés de si podés marcar el 911 y  si no, estás a tu propia suerte. A los chicos, hay que enseñarles defensa personal: es el mayor aporte a sus autonomías, especialmente las mujeres.
Comentario 31
MASSA, MASSITA Y MASSOTE. Las perspectivas desde los medios y de foros
Está claro que Massa está logrando instalar, con mucha ayuda de La Nación y Clarín, que es un opositor. Que al mismo tiempo pretende atraer a opositores recalcitrantes como a disgustados kirchneristas y, de ahí, su tono mesurado y de pocas definiciones. Macri, por su parte, le pasó factura a de Narvaez y dijo que votaría por Massa, lo que rápidamente los voceros de éstos salieron a exorcizar. Macri logra así vengarse del Colorado y, a la par y sin hacer más nada que una declaración, ser parte del triunfo de Massa: ¿cuántos de los votantes que abandonan al Colorado respondien a la expresión de Macri? Vaya uno a saber. Llama la atención que a Insaurralde "no lo conoce nadie" pero parte de un 22% de intenciones de votos, versus De Narvaez y Stolbilzer. Quisiera yo partir de un 22% y contar con el apoyo de Cristina, en dinero y personas, como Scioli, ya definido cristinista de pura cepa.
Comentario 267
Insaurralde sorprendió hace unos días declarando que Scioli sería un buen candidato presidencial en el 2015. ¿Cómo habrá caído en la Rosada? El candidato de Cristina también dijo, anteriormente, que la re-reelección había sido desestimada por la Presidente, como para estimular la fantasía de votantes no oficialistas. Al fin y al cabo, ninguna de las dos lo compromete a nada cuando llegue a la Cámara de Diputados. Así como Massa trata de mantener a kirchneristas disgustados en su redil, Insaurralde intenta mostrarse como alternativa, pero sus frases son aún más light que las de Massa.
Ahora bien, los medios independientes comentan los 22 puntos de intención para Insaurralde como que no lo conoce nadie: quisiera yo tener un candidato “desconocido” que arranque con 22 puntos. Cuidado con los que presentan los medios en su afán por instalar sus preferencias. Fijate que 22 puntos superan por 10 a las intenciones a De Narvaez y a Stolbilzer.
Presentar a Insaurralde como un "desconocido", ¿no es una campaña para azuzar a los independientes y disgustados a concentrar el voto en Massa? Digo, porque el "desconocido" es el caballo del comisario para el cual la Presidente pone dinero y campaña y va segundo en las preferencias, por encima de "conocidos" como De Narvaez y Stolbilzer. ¿No se nos está "enroscando" para concentrar en Massa el voto en una hábil jugada de la Rosada, al mostrar uno por allá mientras el otro por acá engrosa a propios y ajenos?
MÁS SOBRE MASSA. Parecería que Massa estaba en una estantería y alguien lo sacó para jugarlo oportunamente. Pues no. Tiene un pasado en el que fue forjando la postulación de hoy y es tan rico como el de cualquier peronista de pura cepa
EL HEREDERO
Por Gabriela Pousa
Jugó Sergio Massa. Casi se podría decir que es un éxito de todos y todas, ¿o quién ha solventado cada paso del intendente devenido candidato? Años en el ANSES le permitieron al ex UCeDe aceitar los contactos necesarios con el establishment para situarse adonde finalmente se ha situado, años repartiendo estratégicamente pauta publicitaria para que muchos medios no se hicieran eco de inconvenientes en sus pagos y rescatasen las bondades.
Hoy, Massa disfruta las consecuencias de haber cooperado a vaciar los fondos jubilatorios de un sinfín de ciudadanos, muchos de los cuales, si no quedara claro esta maniobra, irán incluso a votarlo. Indiscutidamente hábil – Cristina también lo fue hasta caer en la voracidad de una supervivencia inútil -, rápido de reflejos e inescrupuloso hasta el punto de presentarse como opositor siendo parte de lo actual. Lo nuevo de lo viejo que es como decir lo menos viejo, pero no lo novedoso.
Massa es fruto del oportunismo y de una característica poco frecuente en nuestra dirigencia: el coraje. Y es también portador de otra dote inexorable en esos lares: el caradurísmo. Recuérdese que es el mismo Sergio Massa que se presentara en las legislativas de 2009 sin llegar a asumir nunca su banca…
En contrapartida, yace agónica la figura de Daniel Scioli, endeble, frágil, amorfa. Pensar que hasta hace poco se probaba el sillón de la Presidencia respaldado en las ventajas que le otorgaban las encuestas… Paradojas de la dinámica política. Una dialéctica entreverada, donde los tiempos no se miden con la común cronología.
Detrás de ambos, se teje una indescifrable trama de negociados a conveniencia. Sin ser triunfadora en los pronósticos, Cristina Kirchner sale de todos modos y en cierta manera ilesa. De la impunidad que persigue afanosamente, con Massa está más cerca.
Es muy probable que el heredero de Néstor no le vote una reforma constitucional, pero difícilmente le suelte la mano a la hora de juzgar su gestión presidencial. Hay razones que unen aunque también es verdad que las lealtades en este ámbito son similares al hallazgo de una aguja en un pajar.
Lo cierto es que las cartas se han jugado aunque aún hay naipes que no aparecen en el tapete. ¿Quién guarda más ases en la manga? La Jefe de Estado ha demostrado hasta el hartazgo (literalmente) sus dotes en ese arte. Massa es todavía un enigma a medio develarse.
Más oscuridad arroja quizás el actuar de Mauricio Macri que ha dejado liberada la provincia de Buenos Aires al tiempo que debió bajar a Carlos Melconian y a Guillermo Montenegro por capricho de Felipe Solá.
Sobre este último sería interesante hablar. Una figura gastada en la porfía de saberse nada: ni menemista, ni kirchnerista o tal vez todo eso junto sintetizado en una palabra: desvergüenza. Y hay demasiada.
Por momento, algunas listas parecen verdaderas asociaciones ilícitas. Es la dirigencia argentina en su faz más impía. No hay ideas, apenas ambiciones desmedidas y borracheras de poder que no se justifican ni a sí mismas. Podría resumirse el parecer en un titulo de cinematografía: “Los sospechosos de siempre“.
Harto conocidos, parásitos del Estado, incapaces de conseguir un puesto de trabajo en el sector privado. Verdaderas garrapatas prendidos a lo público, aplaudidores de folletín, en definitiva una escenografía muy barata quizás, porque aún no hemos podido demostrar cuán cara nos sale la Argentina del “qué me importa” y del “déjalo para mañana”
Cuánto tiempo puede estar el cuadro montado es un dato que no aporta demasiado. Antes o después, se corre el maquillaje. Y allí está detrás del intendente de zona norte, Darío Giustozzi, su par de Almirante Brown que llegó a ese cargo de la mano del Florencio Randazzo. A propósito del Ministro del Interior, está claro que al no figurar, asumió implícitamente su responsabilidad frente al choque de trenes en Castelar. ¡Hasta qué punto hablan los silencios y las ausencias en la política nacional!
Asimismo, se alista con Massa, Sandro Guzmán, alcalde de Escobar, confeso admirador de Cristina y de su modelo de inclusión nacional y popular. Posiblemente se trate incluso de una candidatura testimonial que, sin eufemismos, no significa sino un fraude electoral, otra burla para la sociedad, y van…
¿Qué decir de Ignacio De Mendiguren? Probablemente deba volver en breve a refugiarse en su casa de San Isidro como le sucediera en el 2002, cuando participó activamente de la pesificación asimétrica en contra del pueblo, y muy a su favor. En aquellos días le estaba vedado salir a la puerta siquiera porque la gente estaba allí afuera, y no precisamente para agradecerle su gestión. Un exponente más de la impertérrita genuflexión empresaria que ha hecho y hace tanto daño a una Argentina desvencijada.
Posiblemente más que de listas, se trate de una enumeración caótica de radiografías argentinas. Todos y cada uno son emergentes de esta sociedad, no llegan desde atrás de las fronteras. En ese sentido, la crítica se hace casi impertinente sin una introspección moral. Porque si no son reflejo, están usurpando un lugar que por alguna razón hemos dejado librado al azar.
El Frente Renovador parece ser el botox de un kirchnerismo trasnochado intentando disimular las ojeras de los vicios y los años. Si Sergio Massa no resultara electo, no podría asombrar a nadie que irrumpa luego en la escena nacional como un Martín Sabbatella más. ¿O acaso este no compitió también con Kirchner en las elecciones legislativas de 2009? ¿Y cómo terminó? Como un soldado del Frente para la Victoria más.
Si Massa no es Sabbatella es apenas porque tuvo en sus manos los fondos estatizados de las AFJP, los favores de varios banqueros, empresarios, y a Amado Boudou de aliado. Otras diferencias no hay.
Quién quiera entender que entienda…
ECUADOR tiene una nueva ley de medios que el Presidente Correa había prometido en la campaña por su segunda presidencia. El concepto del Presidente es que la información debe ser un servicio público y hacía allí avanza la ley. Tal concepto tiene un solo final: la hegemonía informática del Gobierno y la progresiva anulación de los medios independientes. Casas más, casas menos, igualito a mi Santiago.
La Ley de Medios afecta a todos: Mauricio Rodas
La Ley de Comunicación tiene un amplio rango de discrecionalidad, afirma el excandidato presidencial Mauricio Rodas. Los entes que se creen interpretarían la norma a ‘placer’.
 ENTREVISTA. A Mauricio Rodas, excandidato presidencial, le preocupa que se acentúen las violaciones a los derechos.
  'Con esta ley, el Ecuador se ubica a la vanguardia de América Latina en la violación de la libertad de expresión y derechos de comunicación”
 'Es lamentable que el Ecuador haga noticia en el mundo por promulgar una ley que viola la libertad y los derechos de los ciudadanos”.
A casi dos semanas desde que la Ley de Comunicación entró en vigencia, el Consejo de Comunicación no se conforma, porque tiene un mes de plazo, pero las autoridades aseguraron que todas las faltas que cometan los medios en ese tiempo también serán sancionadas.
Al excandidato presidencial, Mauricio Rodas, le preocupa que el ‘aparato estatal’ intimide y amenace a los medios y que aumente la restricción a la libertad de expresión. En entrevista con La Hora habló sobre el tema.
¿Cómo ha afectado la aprobación de la Ley de Comunicación?
Es muy prematuro para sacar conclusiones. Pero sí podemos notar, no desde los últimos días, sino desde el proceso electoral, que hay varios medios que se están cuidando mucho en emitir opiniones o dar espacios a personajes cuyas ideas podrían molestar al Régimen.
Es lamentable que Ecuador se convierta en un país donde no existe plena libertad para emitir opiniones e ideas.
Es un error pensar que la Ley afecta sólo a los medios. También afecta a los ciudadanos porque no podremos expresar nuestras ideas con absoluta libertad y no podremos gozar del derecho de recibir información de forma abierta y libre.
¿Existe preocupación de que esta situación se acentúe?
Por supuesto. Una vez que las instituciones, que están contempladas en la Ley, se creen y empiece a operar toda la maquinaria de restricción de libertades y derechos, de amenaza e intimidación, evidentemente, es muy probable, que este Régimen de temor se acentúe.
¿Cómo ve la incorporación de la figura del linchamiento mediático?
Se logra, en la práctica, matar, aniquilar al periodismo de investigación. Los medios se verán intimidados si investigan y difunden información sobre denuncias de corrupción.
Yo me pregunto si los casos de Duzac, o ‘comecheques’, hubieran salido. Y la respuesta es no. Los individuos podrían solicitar la sanción argumentando linchamiento mediático, evitando que los ecuatorianos nos enteramos, contribuyendo a que reine la impunidad.
¿Existen principios constitucionales que se violaron?
Esta Ley es inconstitucional. Es insólito que los asambleístas que debatieron la ley, no la votaron, y los que la votaron, nunca la debatieron. Además, recibieron el texto 16 horas antes y también minutos antes se incorporaron modificaciones. Hubo ligereza con la aprobación de una Ley tan importante.
También contiene múltiples normas que atentan contra los principios de libertad de expresión y derechos de comunicación que están consagrados en la Constitución y convenciones internacionales. Por eso existen múltiples muestras de rechazo internacional.
¿Confía que las demandas de inconstitucionalidad se resuelvan de manera positiva?
Es importante presentar la demanda a sabiendas de que la Corte Constitucional ha venido actuando de una manera absolutamente apegada a los designios del Régimen, incluso para agotar las instancias internas.
Y, luego, poder acudir a instancias internacionales aunque también existen otros recursos. Se pueden solicitar medidas cautelares, en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aun sin agotar las instancias internas.
Pero, ¿existen artículos en la Ley que señalan que se respeta la libertad de expresión?.
Por un lado, supuestamente se consagran esas libertades y derechos, pero por otro, se incluyen normas que atentan contra ellos. Como por ejemplo, con la Superintendencia que va a vigilar el contenido de la información están creando una policía de la información. Eso es gravísimo, porque se va a convertir en un instrumento de intimidación.
¿Existe subjetividad en la Ley?
A las instituciones se les otorga un amplio margen de discrecionalidad para definir qué es, por ejemplo, el linchamiento mediático. En la Ley no se establecen términos para hacerlo y se puede aplicar a placer.
Se señala la obligación de difundir información que sea de interés público, pero, ¿qué es el interés público?, ¿quién lo define? Esto conduciría a que los medios se vean obligados a difundir aquella información que el Régimen considere que es de interés público y eso limita también la libertad de expresión.
¿No hay, primero, que esperar al reglamento y conocer todas las reglas de juego?
Lo que ya consta en la Ley genera suficiente grado de preocupación y es grave. El reglamento no puede modificar el espíritu, sólo establecer mecanismos para aplicarla.
La preocupación adicional es si el reglamento va a ir más allá todavía, en el sentido de establecer mecanismos específicos que restrinjan más.
¿Tiene aspectos positivos?
Sí. Es interesante que la Ley conceda un porcentaje de frecuencias para los medios comunitarios. Hay que ver cómo se hace en la práctica. Ojalá los medios no terminen respondiendo a la línea editorial que dicte el régimen.
Sin embargo, estas cosas positivas se opacan frente a la gravedad de las múltiples cosas negativas.
¿Cómo ha visto la postura de la ciudadanía frente a la Ley?
Ha existido una respuesta de la opinión pública muy firme para rechazarla. Pero, el Gobierno ha sido muy hábil para bombardear con cadenas nacionales y publicidad oficial al pueblo, tratando de convencerle de que es una Ley positiva.
El Gobierno no ha tenido el menor reparo de utilizar el dinero de los ecuatorianos para tratar de convencerlos de que no es una Ley que restringe libertades y derechos.
¿Cuál debe ser el rol de la ciudadanía?
No dejarse vencer por el miedo porque en el momento que una sociedad se deja vencer, claudica en sus principios y valores. Es muy importante que, a pesar de que existe el instrumento que es tan restrictivo, sigamos expresando nuestras ideas con absoluta libertad, caso contrario será una sociedad donde la verdad única del Régimen se imponga.
¿Qué aspectos se debieron incluir en la Ley?
Regular el abuso de cadenas nacionales, la publicidad oficial y el adecuado funcionamiento de los medios públicos para garantizar su independencia administrativa y editorial, para que no se conviertan en lo que son hoy, un instrumento de propaganda del Gobierno de turno.
DOBLE MORAL. Doble estándar. Es una constante en los funcionarios kirchneristas y la espada jurídica preferida por el kirchnerismo es un fiel exponente de ello
Así rechazaba Zaffaroni habeas corpus bajo la dictadura
Por Diego Rojas (@zonarojas)
Publicamos documentos que muestran cómo el actual juez de la Corte Suprema rechazaba protección legal a familiares de desaparecidos.… Seguir leyendo en http://www.plazademayo.com/2013/07/11705/
ARTÍCULO DE FONDO. De cómo el hartazgo de los ciudadanos de los “políticos de siempre” arrojaron consecuencias peores: Berlusconi, Putin y Chávez en este artículo como ejemplos de un remedio peor que la enfermedad
¡Échenlos a todos!
Berlusconi, Putin y Chávez llegaron rápidamente al poder porque sus respectivos países estaban hartos de los políticos tradicionales
MOISÉS NAÍM
En la década de 1990, italianos, rusos y venezolanos estaban tan hartos de sus políticos como los egipcios, brasileños y turcos hoy están de los suyos. La corrupción, que durante mucho tiempo había sido tolerada, de repente se les volvió insoportable. La gente también perdió la paciencia con la ineptitud burocrática y los malos servicios públicos. Se evaporó la apatía política y salir a la calle a protestar al grito de “Échenlos a todos” se hizo normal.
“Todos” eran, por supuesto, los políticos que vivían cada vez mejor mientras a la mayoría le iba cada vez peor. En Italia, Tangentópolis, el escándalo de corrupción que desveló los enormes sobornos en los contratos de obras públicas, produjo un terremoto político. Mani pulite (manos limpias), la investigación realizada por un grupo de magistrados, llevó a juicio a más de la mitad de los miembros del Parlamento italiano. Los Gobiernos de más de 400 ciudades fueron disueltos una vez descubierta la vasta corrupción que los corroía. Los cinco partidos que habían gobernado Italia desde 1947 colapsaron, y con ellos el sistema de partidos que hasta entonces dominó la política. Los italianos exigían líderes honestos y, sobre todo, nuevas caras en el poder. Silvio Berlusconi ofreció sus servicios a la nación. En 1994, solo tres meses después de crear su partido Forza Italia, Berlusconi obtuvo los votos necesarios para ser primer ministro. Y ahí se quedó: es el político que más tiempo ha gobernado Italia durante la posguerra.
Vladímir Putin fue otra “cara nueva” que llegó al poder como resultado de un repentino estallido de indignación popular contra el Gobierno, la corrupción y por la generalizada percepción de que Rusia estaba en caída libre. Putin, el agente de la KGB, al igual que Berlusconi, el magnate mediático, no venía de la política —y eso los hacía atractivos—. En 1999, Putin fue nombrado primer ministro por el presidente Borís Yeltsin, quien estaba mal de salud y políticamente muy débil. Poco tiempo después, Yeltsin dimitió y encargó a Putin la presidencia. Unos meses más tarde, y como resultado de unas intempestivas elecciones, Putin gana con el 53% de los votos. Millones de rusos descorazonados por el Gobierno que reemplazó al régimen comunista depositaron su esperanza en este nuevo líder que les prometió acabar con oligarcas, mafiosos y terroristas y restituir la dignidad de Rusia. Una vez que llegó al Kremlin, Putin nunca se marchó.
La lección es que echar del poder a los políticos ineptos es la parte más fácil del problema
Mientras tanto, en las antípodas de Rusia, algo parecido estaba pasando. En 1998, Venezuela también votó por una “cara nueva”. Una vez más, la corrupción, la exasperación producida por la crisis económica y el desprestigio de los políticos de siempre nutrieron un enorme apetito popular por tener a “alguien distinto” en el poder. El teniente coronel Hugo Chávez supo satisfacer esa demanda. Y al igual que Vladímir Putin, una vez que puso el pie en el palacio presidencial, nunca se fue. Se aferró al poder durante 14 años, y una vez que su enfermedad entró en etapa terminal, designó a Nicolás Maduro como su sucesor.
Berlusconi, Putin y Chávez no podrían ser más diferentes. Sus respectivos países tampoco podrían ser más distintos. Sin embargo, los paralelismos son sorprendentes. Los tres basaron su meteórico ascenso al poder en el hecho de que su país estaba harto de los políticos y de la élite gobernante tradicional. El apetito popular de tener una “nueva cara” en el poder les abrió las puertas. En los tres casos, la “nueva cara” gana las elecciones y rápidamente impone nuevas reglas políticas que le permiten concentrar poder, pulverizar a una oposición ya débil y perpetuarse en el cargo. Todo su capital político y toda la energía la ponen al servicio de un solo objetivo: mantenerse en el poder. Por desgracia, hoy día, Italia, Rusia y Venezuela son sociedades débiles y fragmentadas. Las “nuevas caras” no resultaron ser buenos gobernantes.
La lección no es que los políticos “de siempre” que han dejado de oír al pueblo, que son ineptos o que toleran la corrupción no deben ser denunciados y eventualmente reemplazados por métodos democráticos. La lección es que echarles es la parte más fácil del problema. Reemplazarlos por un líder que no sea simplemente una “nueva cara” y que no se limite a decir las mentiras que satisfacen a la mayoría es el verdadero, y muy difícil, reto. Pero sobre todo, hay que impedir que la “nueva cara” se perpetúe en el poder. Como hemos visto, una vez que llegan al palacio es difícil sacarles de ahí.


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