¿HECHOS AISLADOS O COMBATES DE GUERRA?
Escribí ayer, miércoles7-1-15 a
horas de los hechos. Dejé macerando el texto a resultas de las nuevas noticias
e interpretaciones. Los siguientes atentados me llevaron a ratificar lo escrito
ayer y que publico hoy. He seguido las entrevistas radiales y las posiciones son las de tratarse
de un hecho aislado o la de constituir un hecho en una estrategia global. Lo que sigue es mi opinión
La masacre en la editorial de Charlie Hebdo ¿puede ser
atribuido a la soledad de 3, 4 o 5 fanáticos? ¿O debemos considerar que es parte
integrante de un sistema, de una guerra contra Occidente, primeramente, y el
mundo no musulmán, finalmente?
Las primeras manifestaciones cercanas al hecho establecían
que se trataría de un hecho aislado, como el Qom de Capitanich, salvando las
distancias. Sin embargo, quienes han llevado a cabo el atentado, ¿acaso no
están inmersos en un conjunto de ideas, sentimientos, de una cultura que lleva adelante
una guerra no convencional contra Occidente? Pensamos que se trata de esto último.
El atentado contra la empresa editorial es un hito más de una guerra que Al Qaeda
inaugurara el 11 de Septiembre, continuara con el 4 de Noviembre y se
consolidara con la toma de territorio iraquí para constituir el estado
islámico, ese que decapita niños, jóvenes y mayores por la única razón de no
abjurar de su no islamismo.
¿Se puede hablar de un Islam pacífico? Lo hay, por cierto,
aunque de tan pacífico no se lo nota en todo este tema. ¿Están íntimamente a
favor o no? ¿Simpatizan o no con el Islam guerrero? No lo sabemos ya que rara vez nos han ofrecido explicaciones
diferenciadoras entre unos y otros.
¿Qué sabemos de los países árabes que han sosegado a sus
pueblos y a sus fronteras como Arabia Saudita? ¿Qué papel juegan en la
pacificación del mundo musulmán en armas contra Occidente, fuera de sus
territorios, y contra los no islámicos dentro de los territorios que dominan?
Geopolítica le llaman pero no sabemos qué papel están jugando con el extremismo
islámico, si es que, finalmente, se trata de un extremismo y no una extendida
aceptación de los caminos de Alá por la vía del terrorismo internacional, la persecución
y sometimiento en el ámbito local.
No podemos pasar por alto la actitud de artistas e
intelectuales que en claro desprecio hacia las religiones, suelen burlarse
parapetados en la libre expresión. Así, León Ferrari en el Centro Cultural
Recoleta hace ya unos años atrás. O recientemente en el Reina Sofía en Madrid.
O las tapas de la revista atacada. Son personas y/o grupos que han promovido
diversidad de movimientos en el mundo occidental, principalmente, antireligiosos
al punto del desprecio y la burla.
¿Acaso no exigen respeto por sus obras pero
estas son una manifiesta irrespetuosidad por el otro? De tanto mojar la oreja,
las reacciones se producen y, usualmente, es para mal de todos.
Más allá de los aspectos policiales y judiciales de la
masacre de la editorial y los siguientes atentados, llamamos la atención sobre
la necesidad de igualar los respetos en el marco de la libertad de expresión ya
que de no lograrlo en el estado de derecho, terminan igualándose por mano propia, lo que siempre es la peor
situación.
De no haber publicado nada la editorial atacada sobre
Mahoma, ¿habría sido atacada? Seguramente no. Y, ¿habría habido algún tipo de atentado
musulmán? Seguramente sí. Hubiera sido otro el blanco con su correspondiente otro
argumento. Y este es un motivo más o de
por qué esto es parte de una guerra y no un hecho aislado.
El terrorismo –cualquier terrorismo- no necesita de mucho para
que una vez que considera estratégico realizar un ataque, lo haga.
Los ataques terroristas son de manual desde los años 70s,
sea por las compilaciones que caracterizaban su accionar, sea por el Libro Rojo
de Mao, sea por el manual del Che Guevara, sea por los escritos de Marx.
Los actos de terrorismo son
de alto impacto social; pegan fuerte en el estado anímico del país como
internacionalmente. Prescinde del estado de los atacados, si son militares,
policías, funcionarios, trabajadores, niños, mujeres. Lo que importa es el
impacto, principalmente meter miedo: en cualquier momento, en cualquier lugar y
a cualquier persona, le puede llegar el turno. Sea en el piso 32 de las torres
Gemelas, en la estación terminal de trenes de Atocha o en un avión, el
terrorismo busca esos blancos desde el anonimato, la sorpresa. No presenta
batallas y menos aún contra las fuerzas
militares. De ahí de la caracterización
de cobardía que suele hacerse de los terroristas.
Lo de anímico es por dos lados: el de los atacados que,
sorprendidos, quedan anonadados, con rabia y miedo de algún otro ataque en
cualquier lado como dijimos. Pero, también, los del bando atacante: les levanta
la moral y se constituyen en ejemplo para otros que combaten por iguales
fundamentalismos.
¿Cómo hará el Presidente Hollande para que el
electorado no termine esta vez votando
al partido nacionalista de derecha de Le Pen, el gran cuco que han agitado las
izquierdas en Francia y en el mundo?
Ciertamente, la explicación de un hecho aislado le vendrá
tan bien a Hollande como la de la trama familiar en el asesinato de Lola
Chomnelez le venía muy bien al municipio de Rocha, salvando los grados de
atrocidades ocurridas. Pero como en el caso de Lola, seguramente la situación
es la menos benigna para el gobernante.
Tal cómo actúa el terrorismo inaugurado por Bin Laden, estos
modernos terroristas se ciñen a las reglas de terrorismo (blancos no militares,
sorpresa, contundencia, deshinibición, brutalidad) pero le suman una cuota mayor de brutalidad, como para que no queden dudas de crear lo que dicen
los manuales terroristas: el miedo social, el terror de todos, la parálisis y la
respuesta histérica.
Extender el miedo en una sociedad pacífica implica meter
alta presión a la dirigencia política y su capacidad para restablecer la
seguridad de la paz en la sociedad. Y sobre esta capacidad, permítasenos
expresar nuestra inquietud que exponemos
como “el estado del liderazgo político
en el mundo” y que, a gruesa pincelada deja mucho que desear. Pero es cierto
que las situaciones crean líderes aún de quienes no parecían serlo y, como los
franceses, ponemos la mirada en Hollande y, en segundo plano, en líderes como
Merkel, Rajoy, Cameron y otros que por aquello de cuando las barbas de tu
vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar.
¿Qué hará Obama y el natural revival que un atentado ocurra en los
Estados Unidos al estilo del 11/9?
La ventaja de estos líderes es que el impacto social y hasta
ideológico de lo acaecido el miércoles negro, les permitirá encarar decisiones
que previamente se vedaban por no herir susceptibilidades de raza, religión,
cultura.
Por donde se mire el tema, no parece un hecho aislado tal
como Hollande quiere que se lo vea. Hoy toda Europa y los Estados Unidos deben
estar en alerta nacional, lo que controvierte la teoría de la soledad. Pero, además, deben presionar al Islam pacífico, sean gobiernos, sean grupos donde
fuere, para lograr compromisos tal como Andrés Cisneros, ex vicecanciller argentino,
lo expresara en reportaje: "La propia sociedad islámica debe terminar con
los fanáticos".
Para cerrar, si un osado grupo conformado por hijos de
Europa y educados en Europa integran las más feroces bandas que lograron
hacerse de un territorio en Iraq donde ejercen el sometimiento de las
poblaciones y hasta han degollado a niños por su fe, debemos tomar conciencia
de una vez por todas de la globalidad del tema y los líderes mundiales deben
encontrar una respuesta eficaz al problema de querer retroceder a la Edad
Oscura de la humanidad. Hasta hace unas
semanas, se asesinaba a periodistas pero en forma masiva a cristianos y no
musulmanes. El fenómeno, mal que les pese a las potencias, no está encapsulado:
va, también, por los sistemas que costaron siglos, guerras, sangre y que hoy
han sido sentenciados por el Islam (¿solamente el fanático?) como la propia
encarnación del demonio.
NOTA: al momento de publicar el presente, dos hechos se
suman a la teoría de la guerra. El primer hecho es la colocación de un
artefacto explosivo en el World Trade Center de Montevideo, Uruguay. El segundo
hecho, es que “el ISIS rompió el silencio sobre
el atentado en París y llamó "héroes" a los tres terroristas. El
grupo yihadista islámico utilizó su radio para respaldar a los hombres que
masacraron a 12 personas en la redacción de la revista de sátira Charlie Hebdo.
"Vengaron al profeta Mahoma", afirmaron orgullosos” (Infobae)
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