Lunes 14-XII-09

El BILLETE DE $ 100 y la peronización definitiva de la Argentina en varios artículos propios y que hemos recibido por mails

TIPOS JODIDOS. Ni con Uruguay podemos llevarnos bien

TIPOS JODIDOS SI LOS HAY EN EL MUNDO…Ni con Uruguay podemos llevarnos bien

Argentina canceló las obras de dragado: Uruguay pidió seguir negociando El gobierno de Mujica rechazó anoche la decisión argentina de suspender las actividades en el canal Martín García y llamó a retomar las conversaciones "inmediatamente". Crecen los cruces entre ambas naciones… …Pocas horas antes, la Cancillería conducida por Héctor Timerman resolvió “suspender nuevas actuaciones” relativas al canal binacional hasta que Montevideo se “sienta satisfecho” de haber aclarado las denuncias que existen sobre los procedimientos del dragado…. http://www.infobae.com/notas/661166-Argentina-cancelo-las-obras-de-dragado-Uruguay-pidio-seguir-negociando.html

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COMENTARIO DE UN PERONISTA A LOS QUE NO LO SON (Y A LOS QUE LO SON TAMBIÉN) A PROPÓSITO DE LOS BILLETES DE CIEN PESOS Los medios dan cuenta hoy del anuncio emanado de la Presidente de la Nación acerca de que se imprimirían billetes de cien pesos sustituyendo la imagen de Roca por la de Eva Perón. Como peronista me agrada la idea de un homenaje a Evita pero lamento una medida de esta naturaleza y estoy en desacuerdo con ella por dos motivos: Primero, porque en el actual estado de incertidumbre y deterioro de la economía, con una inflación que parece seguir creciendo, no sería de extrañar que en poco tiempo Evita no alcance ni para un paquete de cigarrillos. Y eso se asemeja más a una afrenta que a un homenaje. Acordémonos de los australes; comenzamos con Rivadavia (como si alguna vez hubiera sido Presidente) y en pocos años llegamos a José Evaristo Uriburu o a Manuel Quintana, no recuerdo exactamente. El segundo motivo de mi disconformidad con la medida anunciada es que el accionar de este gobierno, continuador del anterior, ha buscado y logrado ahondar las diferencias entre los argentinos de un modo creciente y sostenido. El odio que en la época de la Libertadora existía en algunos sectores sociales hacia Perón y sobre todo hacia Evita no había desaparecido pero se había apaciguado enormemente. El estilo permanentemente confrontativo del gobierno actual logró, en cambio, que ese odio reverdeciera. Se completa el círculo del odio con el hecho de contraponer la imagen de Eva a la de Roca. ¡Por favor! Seamos un poco más serios al momento de juzgar los acontecimientos y los comportamientos históricos. Sin Roca, guste o no, para tener una casita en El Calafate o en Río Gallegos habría que pedirle permiso a los chilenos. No me parece que ese sea un camino conducente a salir del pozo en el que estamos. El anuncio, en definitiva, me hizo acordar una frase de Ricardo Güiraldes que les dejo de regalo: “Sólo los interesados en cavar odios que no llevan sino al caos pueden falsear los verdaderos intentos populares, tal vez porque a ellos convenga el malestar social en vista de prebendas personales”. Y, por las dudas, aclaro que sigo siendo peronista. Buenos Aires, 26 de julio de 2012 - Héctor Pérez Bourbon

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Señor Director: En un acto demagógico y ahistórico en el "Salón de las Mujeres" de la Casa Rosada , la presidente Cristina Fernández anunció y mostró un nuevo billete de $100 que en adelante llevará la fotografía de perfil de Eva Perón, en conmemoración de los 60 años de su fallecimiento; en vez de la de Julio Argentino Roca. La pregunta que debería responder, es qué pasará con el circulante de esas unidades que a la fecha del 13 del corriente era de 1.731,7 millones, impresas con la efigie del Prócer a razón de 4,6 millones de unidades por día hábil, sólo entre el 15 de mayo y el viernes 13 del actual (se dará la rara paradoja de que circulará un billete de una misma denominación con la figura de dos personas distintas, nunca visto en los anales de la República ); lo que parece a todas luces una ofensa a la figura del presidente Roca que, cómo se sabe, comandó la Campaña del Desierto de 1879, por orden del presidente Nicolás Avellaneda en cumplimiento de la ley del 25 de agosto de 1867, que tuvo como propósito terminar con los malones de los araucanos que llegaban hasta Bahía Blanca y arrastraban hasta 200 mil cabezas de ganado y mujeres y niños cautivos a sus tolderías, que "indianizaban", pasando luego a Chile. La Campaña dejó pocas bajas relativamente, como fue reconocido por Avellaneda. En el transcurso de la misma, médicos y enfermeros examinaban a los indios prisioneros, niños, mujeres y ancianos por sus dolencias, vacunados y muchos remitidos a los hospitales de Buenos Aires. Roca evitó que los araucanos/mapuches se apoderaran de los territorios del Neuquén, Río Negro, La Pampa y Chubut, haciendo cargo de la "cuestión india" y asegurando más del 30 por ciento de lo que hoy es el territorio argentino en forma efectiva; que a diferencia de adoptar una actitud defensiva, refugiado en la frontera dentro de la "línea de fortines", pasó a la ofensiva y logró, en pocos meses con el apoyo de los "indios amigos" consolidar las fronteras de la Patria y pacificar un territorio hasta entonces peligroso para nuestros compatriotas. Llevó nuestra bandera hasta Tierra del Fuego, e hizo efectiva la soberanía argentina en la Patagonia Oriental, que Chile se vio obligado a reconocer en 1881. Amén de que Roca con sus dos gobiernos, fue el constructor de la Argentina moderna y progresista (en el buen sentido de la palabra), aplicando las preclaras ideas de Juan Bautista Alberdi, plasmadas en la Constitución Nacional de 1853-1860, que es una verdad axiomática, que hasta CFK no puede desconocer. Debería, ante la inflación galopante, crear un nuevo billete de mayor denominación en homenaje a Eva Perón, si así era su deseo de dar cumplimiento a su ideologismo, evitando ofender a un Prócer que con su obra de gobierno, la Generación del '80 en menos de 40 años transformó a la Argentina de un páramo en un vergel, llegando a tener para el Centenario un ingreso per cápita superior a todos los países latinoamericanos y la mayoría de Europa. Cordialmente. Alfredo Nobre Leite. DNI 18.221.024. mindelogatas@hotmail.com

PARA COMPRENDER EN QUÉ ESTAMOS. Siguen habiendo 2 peronismos, el de Perón y el de Evita. Siempre te hablan de Perón y Evita pero según la orientación más de derecho o más de izquierda, el foco se pone en uno u otro. Para la izquierda, Evita encarna una líder en estado puro, fervoroso, sin cargos públicos expresando una acción y una doctrina revolucionaria. Perón, para estos, tuvo la desgracia de vivir más de la cuenta y en el tercer mandato no solamente execró de la izquierda juvenil que “lo apretaba” sino que, también, marcó cómo debía ser la lucha antiterrorista utilizando al Estado en las prácticas de torturas y muertes, lo que cae muy mal en el ala izquierdista del peronismo actual pero que consumen por que saben que desde el sindicalismo y el ala “classic” se les vendrían encima. Recordemos que Perón quedó al margen de sus responsabilidades en los delitos de lesa humanidad por una acuerdo entre Alfonsín y el peronismo de entonces: no les votaban las leyes de obediencia debida y punto final si no se excluía “al General” de las mismas, en un acto más de la hipocresía política argentina. Fijate que no es casual que la Presidente sustituya a Roca por Evita. Perón, puso el nombre de Roca a uno de los ramales ferroviarios estatizados bajo su mandato y sentía suma simpatía por el General y Presidente Roca. Cosa que el ala izquierdista detesta a este liberal más progresista que los progres de muchas épocas, basados en una situación absolutamente sacada de contexto histórico como es la conquista del desierto. Ésta se basó en dos leyes del Congreso (1865 y 1877) y en un antecedente casi calcado: la expedición de Rosas en 1833. Muchos diferencian aquella de ésta en que con Rosas no hubo muertos y con Roca sí. Y no es cierto. Hubo tantos muertos en esa expedición como en las siguientes aunque, simultáneamente, hizo acuerdos. Con unas tribus se acordaba, con otras se combatían por el simple hecho de que unas acordaban y otras decidían combatir. Avanzó Rosas y los indios retrocedieron.  La primera expedición de Roca –Ministro de Defensa del Presidente Avellaneda-, arrojó algo más de 1500 caciques e indios de lanza muertos. La segunda, otro tanto. La incorporación a la Nación Argentina y sometimiento al Estado argentino de las tierras patagónicas es la gran conclusión de la campaña. Todo lo demás, es cuento de hadas de los tiempos modernos para quedarnos con una historia chiquitita con San Martín, Belgrano y saltando desde allí a los populismos de Rosas, Yrigoyen, Perón y Néstor. Con Cristina, el país comienza, por ahora, en 1945. Otro mandato presidencial y lo hará coincidir con Néstor. Tras estos, hoy la izquierda que logró copar al peronismo a pesar de que Perón los expulsara, está cambiando la historia a la que les conviene hoy. Así que la Patria comienza en 1945 y si bien Argentina desde entonces ha perdido protagonismo, presencia y todos los indicadores de prosperidad, educación, cultura en relación con el mundo, la izquierda introducida en el peronismo se encuentra vigorosa y con oposiciones tan consustanciadas con el relato, que puede imponer cualquier cosa aunque se mentira o media mentira lo que narra. Estamos ante el más puro folklore peronista, solo que esta vez es el de izquierda ante el pavor del peronismo “classic” que ciertamente ha evolucionado de la mano de Perón. Llevamos dos días de festejos bien peronistas ante el silencio de una oposición vergonzante: la UCR y el Socialismo en aquellos años recordados por la Presidente, eran perseguidos por el régimen en tiempos que buscaba el Coronel Perón la hegemonía en su figura. No hubo una de las miles de escenas volcadas en la TV en el que no figurará Perón – Evita y la marcha peronista. La Presidente, como en aquel entonces, intenta “universalizar” una figura que por querida no deja de expresar un modelo unitario de gobierno y una fuerte división nacional. Pero el elemento es el gusto actual y vigente por “la revolución” en el que Perón está siendo sustituido por la universalización de la figura de un terrorista romántico como es el Che Guevara. Harto conveniente para consolidar un poder hegemónico del grupo en el poder, es contradictorio con la evolución democrática lograda por los argentinos. Se trata de un retroceso, no dudamos, que tardará bastante tiempo en despejarse.

LA HISTORIA DEFRAUDADA. Es tal la simplicidad con que nos manejamos contemporáneamente que hemos pasado de los prolíficos debates entre mitristas, revisionistas y conservadores a una especie de homologación de una historia tipo cuentito, tipo billiken, en el que una sola decisión o acción del prócer o ex prócer define toda una vida o época. Esto es una forma interesada de hacer historia. Se recurre a la memoria y al relato sustituyendo la historia basada en hechos y contextos históricos. Así, es increíble que en los años revolucionarios de los 70s en todas las naciones donde se intentó llevar la “revolución” a naciones latinoamericanas y africanas con todo el peso de la violencia, atacando a civiles como “daño colateral” y con apoyo de gobiernos hayan sido rusos, chinos, libios, cubanos y otros. Lo increíble es el éxito en haberse instalado en las sociedades un total vaciamiento de las responsabilidades de las izquierdas en todas las situaciones violentísimas de la época. Anteriormente, la Guerra Civil española es otro modelo de tal vaciamiento de responsabilidades. Cerca de quinientos asesinatos de curas, monjas y religiosos por el solo hecho de serlo, en manos de los “rojos”, pasan inadvertidos en la nueva historia. Si hubo crímenes por la sola condición de ser religioso fue en tal momento. Pero el PSOE ha hecho desaparecer esta parte de su historia, con toda hipocresía posicionándose como víctima en los 40 años de Franco. Esta hipocresía es hasta escasamente valiente: no asumir responsabilidades ha sido siempre un acto de cobardía o, al menos, de irresponsables. Pero lejos de no repetir tamaños baños de sangre, se juega tensando cuerdas con un regreso a las divisiones profundas entre los mismos pueblos. Pero hoy está ocurriendo esto, con pueblos escasamente volcados a la lectura y al debate. Se asumen clichés como algo cierto. Es tal la ignorancia, que tiempo atrás debatía con un guía en Bariloche sobre la ganancia que obtuvo Argentina en la discusión de límites con Chile. El Perito Moreno logró imponer la tesis de las altas cumbres divisorias de aguas, lo que nos dio unas miles de leguas extras resepcto de la tesis chilena. Se metió un curioso diciendo que los “hdp chilenos nos habían robado…” Ignoraba el hombre que de haber primado las aguas divisorias de aguas que sustentaban los chilenos, hubiéramos perdido la mitad de las leguas que asumíamos bajo la tesis argentina. Un caso calcado de ignorancia: el hombre estudió en la primaria un concepto de la época, en la que Argentina perdía territorios por un complot internacional y ahí se quedó. La “cuestión del indio” fue una cuestión desde tiempos coloniales hasta que el Gobierno de Avellaneda logra la toma efectiva del territorio Sur como así también en el centro del país. Dos leyes del Congreso de la Nación (ley 215 de 1867 y la ley 965 de 1878 de creación del estado de la Patagonia con asiento en Carmen de Patagones) y un ejército del Estado argentino definieron y ejecutaron tal toma. Previamente, se había logrado doblegar a los caudillos del interior del país. Cuando Roca vence a Arredondo en Córdoba, es el fin del caudillaje y es el comienzo de la Argentina institucional, con gobiernos elegidos conforme una constitución y se establece un solo Ejército, aunque Buenos Aires intentará mantener las reservas de la Guardia Nacional y cedería esto un poco después. Antes de eso, tuvimos la Guerra contra el Paraguay, devastadora en hombres y recursos, donde la familia Roca tuvo 4 integrantes en esa guerra, José Segundo, el padre quien había luchado en Perú contra los realistas a las órdenes de Arenales, Celedonio, Ataliva, Marcos y Julio. Perdió la familia a 3 de sus integrantes en esa guerra: el padre reclutando combatientes, Celedonio y Marcos. El posterior Presidente, Julio, luchó también destacadamente, salvando su vida. De la guerra contra el Paraguay, pasamos las guerras contra los caudillos del interior y, finalmente, a la guerra contra el indio, surge una Argentina con un territorio casi duplicado, pacificado y comenzando su historia institucional y de bonanza económica. Roca Presidente fue un organizador e impulsó la educación (Ley 1420), la organización de la Ciudad de Buenos Aires, los tribunales, el Congreso, las oficinas del Registro Civil, de Correos. Extendió el ferrocarril. Impulsó al menos 9 puertos nuevos en todo el país. Fue tan extraordinaria la explosión de la Argentina pacificada y organizada, que tuvimos la más fenomenal ola inmigratoria que conocemos. Impulsó la inmigración galesa en Chubut, que tuvo tantos y tan magníficos resultados agropecuarios, haciendo viables tierras que se creían inhóspitas. Para darte una idea, la primera cosechadora que se importó fue a Chubut. Tenían puerto propio. Y todo fue riqueza hasta que una decisión de Perón dio por tierra a favor de las harineras de la Provincia de Buenos Aires avanzados los años 40s. Pero para darte un estado de situación, sostenemos que la campaña aprobada por el Presidente Avellaneda, no solamente era popular, no solamente fue legal, sino que contó con un antecedente. Juan Manuel de Rosas, líder amado por el nacionalismo y el peronismo “classic” y que la izquierda en algún momento comenzará a talar luego de utilizar su figura a conveniencia, organizó una expedición contra los indios. Fue en 1833 y a la par que negoció con tribus negociadoras, combatió con las tribus combativas. Hubo indios muertos en esta expedición que nuestra historia revisionista intenta ocultar como el radicalismo intenta ocultar los fusilamientos ante el alzamiento anarquista que Bayer “romantiza” en la Patagonia Trágica. O el peronismo evita hablar de los presos políticos y hasta torturas realizadas en las dependencias policiales. Y era lógico por la dinámica de los bandos enfrentados. Los había guerreros impresionantes que hicieron lo suyo, guerrearon. Y las fuerzas sean rosistas o de la Nación, combatían con igual empeño y valor. Así que muertos hubo y en el contexto de la época era así.