COLOMBIA y el por ahora alentador proceso
de paz, uno de los hechos más relevamentes en el mundo contemporáneo
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ARGENTINA ESTAFADORA y el primer juicio
por defraudación a la Presidente
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ARGENTINA DE FUNCIONARIOS MALPARIDOS. Esta
vez, María Lucía Colombo quien se arroga la autoridad de censurar en el siglo
XXI
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ARTÍCULO DE FONDO. “Explicarle la
frustración que sentimos la mitad de los argentinos -cada día somos más- por
no desempeñarse usted como la presidenta que podría ser…” Por Marcos Aguinis
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COLOMBIA.
El proceso de paz comenzó. Este artículo es completo tanto por lo que se
espera del proceso, como por los apoyos y detractores del proceso de paz y la
historia de otros procesos fallidos. Solamente debemos aspirar que tengan éxito
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Santos y las FARC negocian la paz en Colombia
sin una tregua previa
Andrea Peña
Era de esperarse. El presidente Juan Manuel Santos
sacó su “llave de la paz”, mencionada tantas veces en sus discursos y
entrevistas, y confirmó el lunes que su Gobierno viene haciendo, desde hace
algún tiempo, “acercamientos” con la guerrilla de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC), la más antigua del continente.
Pero la noticia también fue una sorpresa. En mayo,
las FARC atentaron contra Fernando Londoño, ministro del expresidente Álvaro
Uribe, con una bomba en Bogotá que dejó dos muertos. En Cauca, en el
suroccidente, no han dado tregua en sus ataques violentos contra los
indígenas. Hace diez días, el mismo Santos denunció que esta organización
tenía un plan concreto para matarlo a él. Y el pasado fin de semana, un coche
bomba causó seis muertos, entre ellos dos niños, en el departamento del Meta.
La pregunta es, entonces, ¿por qué si la guerrilla
sigue desafiando al Gobierno con terror, el presidente Santos decide sacar
una bandera blanca y buscar el diálogo? La gran mayoría de los colombianos
coincide en una respuesta: porque el país está cansado de tanta violencia.
Muchos han sido los acercamientos fallidos, con consecuencias cada vez
peores. El último intento fueron las conversaciones durante el Gobierno de
Andrés Pastrana (1998-2002) en San Vicente del Caguán, que terminaron con
secuestros de políticos, matanzas y el fortalecimiento de esta guerrilla, que
engrosa las listas internacionales de organizaciones terroristas.
Según Luis Javier Orjuela, profesor de Historia de
Colombia de la
Universidad de los Andes, “para Santos, que es un
tecnócrata, está claro que esta es la época de la globalización, del libre
comercio, del capitalismo mundial, y eso sólo se hace con paz. Colombia ya no
quiere seguir exportando conflicto, ya es hora que este país se inserte de
verdad en la economía mundial”.
El presidente, quien logró sacar adelante en el
Congreso el llamado Marco para la
Paz que busca darle una salida política a los insurgentes,
dijo en un discurso en la noche del lunes las condiciones en las que se están
dando estos acercamientos: no se repetirán los errores del pasado (en clara
referencia al Caguán); el proceso debe acabar con el conflicto y no
prolongarlo; y no se desmilitarizará “ni un centímetro” del país para
sentarse a hablar con esta guerrilla.
Y aunque no se ha dicho de manera oficial, ha trascendido
en Colombia que este proceso se oficializaría el próximo 5 de octubre en
Oslo, Noruega, país que al parecer ha prestado sus buenos oficios para que el
gobierno y esta guerrilla pongan fin al conflicto de manera negociada. Ambas
partes se han contactado, aparentemente, desde el pasado mayo con la ayuda de
los gobiernos de Cuba y Venezuela.
Este mensaje, de manera general, ha caído bien en
diverso sectores. Después de los ochos años del expresidente Uribe que fueron
determinantes para doblegar militarmente a las FARC (2002- 2010) y los dos
años del presidente Santos en los que también ha habido resultados
contundentes como la muerte del jefe guerrillero 'Alfonso Cano', muchos creen
que se ha llegado al momento perfecto para sentarse a hablar.
El expresidente Ernesto Samper (Partido Liberal) ha
dicho que “nunca han estado tan alineados los astros como ahora en la
búsqueda de una reconciliación nacional”. El fiscal general, Eduardo
Montealegre, dio un ejemplo de lo positivo que sería un diálogo: “En el
proceso de paz con el M-19 se hizo la negociación y la alternativa fue que
pudieran participar en elecciones. Así tenemos hoy a un alcalde (de Bogotá)
que perteneció al M-19”.
Y en el Congreso de la
República el presidente de la Cámara, Augusto Posada,
aseguró: “Creo que es mejor tener a una persona de estas en el Congreso que
repartiendo bala en el monte y atacando a la sociedad civil”.
Y aunque hasta el momento las FARC no se han
pronunciado públicamente sobre el anuncio del presidente Santos, Timoleón
Jiménez alias 'Timochenko', máximo líder de estas organización, dijo hace
unos meses: “Nosotros (las FARC) creemos que vale la pena intentar romper ese
círculo maldito y apostarles más bien a la reconciliación y a la paz”.
Sin embargo, también hay críticos. El más acérrimo es
el expresidente Uribe, para quien las FARC son “narcotraficantes y
terroristas” que deben someterse a la justicia. En un acto público en
Barranquilla, se preguntó: "¿Qué dirán aquellos que dicen que hay que
negociar todo con las FARC, pero cuestionan que el gobierno que lo ayudó a
elegir negociara la desmovilización de los paramilitares, quienes tendrán que
pagar una condena?", criticando una vez más al presidente Santos, a
quien apoyó para llegar a la
Casa de Nariño.
Ahora el inicio de los diálogos está en manos de un
puñado de negociadores. Por parte del Gobierno están Frank Pearl, ministro de
Ambiente y excomisionado de paz con Álvaro Uribe, y Sergio Jaramillo, asesor
presidencial en temas de la guerrilla. Y por el lado de la guerrilla Rodrigo
Granda (conocido como el canciller de las FARC) y Mauricio el Médico, quien
sucedió al Mono Jojoy cuando murió en un bombardeo en 2010.
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ARGENTINA
ESTAFADORA. Primer juicio a la
Presidente por las decisiones arbitrarias que ha tomado la
Presidente
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Un fiscal argentino imputa a la presidenta
Fernández por un supuesto fraude
Alejandro Rebossio
Un fiscal federal de Argentina, Carlos Stornelli,
imputó el pasado lunes a la presidenta de su país, Cristina Fernández de
Kirchner, en una causa por presunta defraudación contra la Administración Pública.
Es la primera vez que se investiga a la actual jefa de Estado por un supuesto
delito. El fiscal inició la indagación por la sospecha de que Fernández y
otros altos funcionarios cometieron presuntas irregularidades
en el uso de las reservas del Banco Central para pagar la deuda externa y en
las restricciones que impusieron para la compra de dólares….
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ARGENTINA
QUE ATROPELLA Y MALTRATA. Esta funcionaria, María Lucila Colombo, actuó como
una censora. Los argumentos que utiliza podría usarlos al cortar o prohibir
una película o un libro o una revista. Es una pésima funcionaria y malformado
ser humano. Que una funcionaria de tercer nivel argumente lo que argumenta es
simplemente y como decimos en el barrio, una malparida
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Admite el Gobierno que inhabilitó a la
asociación de Polino "a simple vista"
La subsecretaria de Defensa del Consumidor de la Nación, María Lucila
Colombo defendió su decisión al definirla como una "medida
precautoria" aplicada para "cuidar" que la ciudadanía sea
informada "con veracidad".
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ARTÍCULO
DE FONDO. Algunas veces en Noticias de Fondo comentamos que para tener una
Presidente mujer, nos había tocado un macho bárbaro. En lugar de encontrar
algunos de los diferenciales femeninos, nos encontramos con una mujer
enconada, resentida, peleadora , pésima bromista. Algo de esto encotrarás en
este artículo de Marcos Aguinis
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La presidenta que podría ser
Por Marcos Aguinis
Usted es una de las figuras políticas nacionales con
mayor potencia interna en el mundo, sólo superada por los dictadores.
Es cierto que aún no se le puede endilgar la ofensa
de dictadora, pese a su temperamento autoritario: las instituciones
republicanas siguen respirando, aunque muy debilitadas. Tampoco se le puede quitar legitimidad a su
puesto. Es casi omnipotente. Habla como los dioses.
Sus discursos podrían ser material de aprendizaje
para los maestros de oratoria. Alterna informaciones eruditas con bromas y
preguntas.
Puede mantener la atención de su audiencia por varias
horas. Es mujer. Es bonita. No es genio pero sí muy inteligente.
Está provista de una larga y envidiable experiencia
como legisladora.
Cursó Derecho. Conoce a fondo una de las provincias
más periféricas del país y conoce a fondo el poder central.
Tiene mayoría absoluta en ambas cámaras del Congreso.
Los gobernadores -sin excepción- se inclinan respetuosos y casi mudos.
El Poder Judicial tiembla ante su humor. Hasta los
intendentes sembrados desde La
Quiaca hasta Ushuaia quieren recibir su ternura.
Controla al partido político mayoritario con simples
ademanes. Los empresarios se le arrodillan.
Los gremialistas le tienen miedo. La prensa
independiente u "opositora" mide sus palabras y busca equilibrios
para no excederse.
Y paro aquí.
Llenaría este artículo con la pormenorizada
descripción de sus cualidades y sus recursos. Pero mi propósito es otro.
Explicarle la frustración que sentimos la mitad de
los argentinos -cada día somos más- por no desempeñarse usted como la
presidenta que podría ser.
No estimo que necesite datos.
Puede convocar a quienes desee -pero que no se
limiten a regalarle mentirosos elogios- para que le expongan verdades sobre
la situación a la que nos arrastra su política.
Está mal asesorada, señora.
Está mal asesorada por personas que considera leales
y visionarias.
Pero no tienen las luces de una buena memoria que les
recuerde algo simple: sus medidas ya fueron usadas y, tarde o temprano,
acaban en el desastre.
Peronistas y antiperonistas elogian el segundo y muy
breve gobierno de Juan Perón. Están equivocados.
Deberían aprender del último tramo del primer
gobierno. En el año 1950 -que recordamos como el Año del Libertador San
Martín-,
empezó a mostrar fallas el modelo que se había puesto
en vigor y que usted ahora conduce.
El exceso de controles, la represión a la prensa, el
desprecio a la oposición, dividir el pueblo entre leales y contreras, el
clientelismo impúdico,
la manipulación de los sindicatos, el despilfarro de
las reservas y las estatizaciones (que aumentan la burocracia, la
ineficiencia y el déficit)
nublaron las grandes realizaciones del Perón y Evita
de los primeros años.
Ese presidente Perón, antes de su caída, comprendió
parte de sus errores y volvió a mejorar la situación económica.
Lo comprendió mejor al regresar de España, es cierto.
Pero sería justo recordar que su mente ágil y pícara supo que debía hacer un
giro importante ya antes de 1955.
Por eso disminuyó los controles y permitió que los
líderes opositores tuvieran acceso a los medios masivos de comunicación.
Le reportó extendida gratitud que por primera vez en
muchos años hablasen por la cadena nacional políticos como Arturo Frondizi y
Solano Lima.
Pero más notable fue otra decisión. Se pretende
borrarla porque choca con el patrioterismo infantil que intoxica las neuronas
argentinas.
El presidente Perón negoció nuestro petróleo con la California Petroleum
Co. Sabía que necesitaba una caudalosa inversión extranjera.
No alcanzaban los vacuos gritos de soberanía ni en su
boca. Perón, que había sido proclamado en la casa histórica de Tucumán como
Libertador económico de la
Argentina,
no era un vendepatria. Ese proyecto fue llevado a
cabo más adelante por Arturo Frondizi.
Frondizi fue un estadista ejemplar. Tuvo el coraje de
poner a un lado concepciones arcaicas y subirse a un genuino tren
progresista.
Es decir, un progresismo que trae progreso de verdad,
no sólo discursos. En brevísimo tiempo consiguió el autoabastecimiento.
En otras palabras, consiguió una soberanía económica
que no se basaba en agresiones estériles, expropiaciones ni aumento de la
desconfianza internacional.
Otra de sus medidas estratégicas fue la libertad de
enseñanza, que los "progresistas" de entonces condenaron.
Estimuló una industrialización acelerada con medidas
que daban vértigo, pero que estaban respaldadas por la majestad e
independencia del Poder Judicial.
La Argentina volvió a recuperar un dinamismo olvidado y
convertirse de nuevo en un país relevante y esperanzador.
Usted, señora Presidente, puede hacer lo mismo e
incluso más.
Bastaría repasar sus éxitos y fracasos que sólo los
ciegos no ven. Le diría que debe comenzar con las tres medidas que tomó el
mismo Perón antes de su exilio.
Pero puede -y debería- añadir otras. La Argentina que ahora
gobierna con todas las plenipotencias no es la de 1955.
Desde esa época hasta hoy la decadencia ha sido
permanente. Hemos disfrutado breves momentos de recuperación, es cierto, pero
no alcanzan.
Las toxinas patrioteras, falsamente progresistas, que
nunca pueden terminar con la pobreza y embriagan mediante consignas
estériles, deben ser atacadas a fondo.
Usted lo puede hacer.
Es un buen ejercicio comparar la sociedad con el
cuerpo humano. Incluso con la supervivencia de todos los seres vivos.
Nos sostiene un equilibrio misterioso. En su caso,
señora, es obvio que debe reemplazar la ausencia de tiroides con una
medicación.
Pero no se podría vivir bien con una pastilla para
despertar y otra para dormir, una para tener hambre y otra para estar
saciado, una para ingerir líquidos y otra para dejar de beber,
una para estar alegre y otra para estar sereno, una
para acelerar la actividad hepática y otra para disminuirla.
Y así sucesivamente en todos los órdenes de la
existencia. Sería peor que la más asfixiante de las prisiones.
Sin embargo, es lo que su gobierno pretende hacer con
la nación argentina.
Control sobre todo, todos y todas. Prisión con
guardianes sádicos.
Igual que los fascismos clásicos de derecha o
izquierda (Mussolini, Hitler, Stalin, Mao, Castro).
Guillermo Moreno fue elogiado por usted como el mejor
de sus funcionarios porque es un obsesivo del control.
Un control que recuerda a los fanáticos de la Inquisición o de la Sharia.
¿No se dio cuenta de que es el hombre más detestado
del país, e incluso fuera del país?
También usted anhela controlar los pocos medios de
comunicación independientes que aún funcionan pese a la discriminación de la
pauta oficial.
¿Para qué? ¿No ganó las elecciones con el 54% de los
sufragios pese a esos medios?
¿En qué le han disminuido su poder?
Un análisis objetivo -los análisis objetivos son
dolorosos- diagnosticaría que la rápida pérdida que ahora sufre su imagen se
debe a sus propias acciones, no a los medios de comunicación.
Fíjese, por favor. Las impugnaciones a su
enriquecimiento ya quedaron en el pasado.
Puede estar tranquila con la fortuna acumulada.
¡Entonces no permita más corrupción!
Haga como Dilma Rousseff, que echó a cinco ministros
y con esa medida ejemplar puso límites a toda la suciedad que enloda la
entera pirámide del Estado.
Deje que la Justicia sea independiente. ¡Independiente de
verdad!
Que juzgue como es debido a Boudou, a Schoklender, a la Fundación de las
Madres de Plaza de Mayo, a legisladores, gobernadores, intendentes,
legisladores y demás funcionarios
que confunden los votos obtenidos con garantías a su
impunidad.
Que la Corte Suprema deje de parecer un gnomo
golpeado, porque ni siquiera ha conseguido reponer el fiscal de Santa Cruz.
¿Le parece que una democracia respetable puede
aceptar que grupos de matones enmascarados se vuelquen a la calle,
agredan embajadas y hasta hieran a las fuerzas de
seguridad?
¿No deberían ser arrestados, desenmascarados y
sancionados?
¿Desde cuándo en una democracia se tolera el
encubrimiento de la identidad?
¿Le parece que los piquetes tienen derecho a
continuar con su diaria diversión de bloquear las rutas
para destruir la jornada laboral de centenares de
miles de argentinos?
¿No es hora en que su poder, señora Presidenta,
hiciera saber que usted gobierna para todos, no para transgresores de
pacotilla?
¿No le preocupa el aumento del enojo social?
Ha comenzado una guerra de pobres contra pobres.
Basta registrar lo que sucede en los medios de
transporte. Esto es como un volcán que despierta. ¡Cuidado por ahí!
Sabe mejor que nadie cuántos chanchullos se han
cocinado en la privatización y ahora en la nacionalización de YPF.
Sabe que el objetivo de su última medida es de corto
plazo, para mejorar su imagen mediante las hogueras del patrioterismo y
engordar la debilitada caja (si la engorda).
Sabe que su gesto se parece al de Galtieri invadiendo
las Malvinas y Rodríguez Saá proclamando el default .
Ambos fueron aplaudidos.
Pero después nadie aceptó haberlos apoyado.
¿Qué espera en el futuro?
Observe cómo se procede en países como Australia o
Canadá.
Allí no hay Morenos ni Quebrachos ni piquetes ni
corruptos en cargos públicos ni subsidios clientelares ni locas medidas de
corto plazo.
Piénselo. No se recluya en el falso argumento
"destituyente".
Por ahora la oposición no le hace sombra.
Si usted se convirtiera en la presidenta que podría
ser, tiene la oportunidad de pasar a la historia como alguien que hizo mucho
más que llevarnos al abismo.
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