DEBO RECTIFICARME
En mi
anterior escrito me referí a un decreto de necesidad y urgencia, lo cual es
inexacto. El decreto 83/15 de designación de 2 jueces de la Corte Suprema de la
Nación es, en realidad, un decreto
“ordinario” del Poder Ejecutivo. En el análisis jurídico que realizara debo
eliminar todo lo referente a un DNU y la lectura jurídica y política varían.
En síntesis,
por el dec. 83/15 se designa a los dos jueces, por un lado, y se envían los
pliegos al Senado de la Nación para su tratamiento. Lo hace, de conformidad con
el decreto 222/2003 de Néstor Kirchner.
Dado que es
un decreto “normal” el mismo NO requiere validación por parte del Congreso.
Todo lo que manifestara en relación a la triple temporalidad se reduce a dos: 1)
la del art 99 inc. 19 de la Constitución Nacional que otorga un plazo máximo
hasta la finalización de la legislatura, es decir a fines del 2016 y 2) la
propia del proceso de aprobación por parte del Senado, solo que si ésta no se
produce, los designados continuarán hasta finalizar aquel tiempo. La pregunta,
¿qué pasa luego? De mantenerse la situación debemos suponer que se repetirá el
mecanismo con otros nuevos jueces. Esto lo dejo acá por un rato.
La lectura
jurídica ha tenido mayoritariamente una adhesión respecto la validez del
mecanismo legal pero, le agregan que es ilegítimo. Es una mala manera de
expresar la disconformidad con la forma elegida por Macri para recomponer el
número de miembros de la Corte, antes de que alguno se enferme y la paralice. Nos
retrotrae a los tiempos de los golpes militares que se justificaban en el concepto de gobiernos
legales pero ilegítimos. El de Illia fue uno de ellos: gobierno legal pero
ilegítimo por la proscripción del peronismo con JDP en el exilio. El de
Frondizi, legal por su armado electoral con apoyo de un peronismo proscripto
pero que, luego y rápidamente, lo consideraron un traidor al pacto con Perón.
El de Yrigoyen, la ilegitimidad la generaba las condiciones físicas del
caudillo que explicaban sus desatinos gubernamentales y el Congreso no actuaba.
Usamos lo de “ilegítimo” en el gobierno de de la Rúa y fue su Vicepresidente
quien puso en dudas la legitimidad del mismo. En fin, deberíamos ser prudentes
con la distinción, ya que una cosa lleva a otras más indeseables que lo que se
daba.
En todo
caso, si la designación es legal podrá ser políticamente correcta o incorrecta, oportuna o inoportuna, acertada o desacertada.
Hay un
argumento jurídico más para quienes no están de acuerdo con la legalidad del
acto: que estos jueces carecerían durante el tiempo de estar en comisión sin
aprobación del Senado, de independencia respecto de quien los designó. Es un
punto de la práctica que ciertamente en perspectiva política toma menor
envergadura y dependerá de sus fallos verificar tal situación.
Aclarada la
situación, vamos a la lectura política.
Es un hecho
que la Corte cuenta hoy con 3 miembros y que si uno se enferma, la Corte queda
paralizada. Es un hecho que el Senado está en receso. Es un hecho que cumplir
el proceso del decreto 222/2003 de Néstor puede demandar hasta 6 meses de
tramitación para que llegue al Senado.
Con estos
hechos, las decisiones. ¿Hacemos algo o no hacemos nada?
Si se respeta el proceso instaurado por Néstor de
consultas diversas, no tiene sentido llamar al Senado a extraordinarias ya que
no habrá pliegos para presentar: estarán en trámite cuando el año legislativo
ordinario estará avanzado. Hemos escuchado a varios periodistas y
constitucionalistas “desilusionados” preguntarse por qué no eligió el nuevo
Presidente este camino. En sus emociones encontradas no atienden a este punto de
la más simple práctica. Como están ofendidos, sus planteos se basan en idealizaciones.
Luego, viene
la parte de qué hará el cristinismo en la resistencia. ¿El bloque de 47
senadores responderá con disciplina hacia un pedido de aprobación para
completar la Corte? Por el contrario, ¿se abrirá? Equivocarse en este punto
puede ser demoledor para el Presidente: tener las vacantes, que se sume el retiro de una jueza dejando al Tribunal con 2 jueces e inoperante y la bancada
en la resistencia se abroquela en una negociación inaceptable para el macrismo
y pasa el tiempo, no se designan y así.
Fernández
Díaz, sin embargo, cree que deben presentarse los pliegos (su armado lleva
tiempo pero las vacantes están aquí y ahora, cosa que el periodista no acusa recibo) y el
Senado debe asumir con responsabilidad el tema y aprobarlos. Los íntimos
estudios radiales dan para toda suerte de fantasía.
Todos, aún
Sabsay, prescinden de los antecedentes en el uso del art 99, inc 19 de la
Constitución Nacional. Alfonsín pasó por el costado del Senado para completar
juzgados y cámaras vacantes que complicaban el funcionamiento de la Justicia. Es el antecedente que citan los Considerandos del D.83/2015 y que generó la reacción de impoluto radical. En la oportunidad, para Gil Lavedra o Ricardo Alfonsín o el mismo Julio Cobos,
no es comparable solamente por el nivel de los designados lo cual no es, en mi opinión, serio.
La situación
está en el terreno de la política pura y las percepciones juegan por encima de
las leyes y mecanismos institucionales. Los periodistas que hemos escuchado en la
lucha anti-Cristina como así también referentes radicales y constitucionalistas
se rasgan las vestiduras por las formas.
Sabsay está preocupado por el
antecedente pero el mismo ya está. Aún cuando Macri volviera atrás, ya existe
el antecedente. Por el lado de Alfonsín que está en los antecedentes del actual decreto. Por el lado de lo ya hecho, ya está. Es un hecho.
Con las
designaciones, Macri no necesita debatir o paralizar la gestión de gobierno por
el tema de cobertura de la Corte, esencial para su funcionamiento y evita quedar
atrapado en el tema.
Ya queda
conformada la Corte, no hay riesgos de parálisis y, con ello, de chantaje
político de la mayoría senatorial sobre el Gobierno. Éste puede gobernar
mientras en el Senado desde marzo o desde cuando estén listos los pliegos, harán todo lo que deban hacer respecto del
acuerdo de 2/3 del mismo. Si se da, todo quedará blanqueado, como la inconstitucional confiscación de Aerolíneas superada un año después con el pago de la
indemnización. Si, por el contrario, no se llegan a acuerdos (del tipo,
Mauricio dejala a Gils Carbó y te designamos a estos dos, por ejemplo), la
Corte quedará conformada hasta fines del 2016 sin posibilidades de tal chantaje.
En el pasillo de la manteada las manos son todas cristinistas.
Y en este
análisis pensaba sobre los periodistas referentes durante la lucha
anti-Cris rasgándose las vestiduras por la situación creada por Macri. Nelson
Castro, Carlos Pagni, Fernández Díaz. Casi toda gente impoluta, es decir, gente limpia, sin mancha y que usualmente no
ejercen ni ejercerán funciones de gobierno. Gobiernan desde el “piso” de sus
programas. El impoluto llevado al extremo suele caer en “impolutez”, es decir,
por sostener la coherencia puede llegar al suicidio antes de que nadie note una
pizca de contradicción. No ocurre esto con la política o, en todo caso, cuando ocurre, te pasa lo de de la Rúa.
Vamos con un
ejemplo: ¿con qué pagarán los aguinaldos y salarios del Estado Nacional y del
Estado provincial quebrados? Seguramente emitiendo
moneda antes que comerse una huelga por incumplimiento de pago. Pero, ¿no
iban a terminar con la inflación y para ello no iban a controlar la emisión?
Sí, pero….vishte....
Andar por el
campo minado que dejó el cristinismo implicará situaciones que no deben
permitirnos arrojar la “alianza psicológica” con el nuevo gobierno. Siempre
digo que hay un votante en Argentina que tiene la particularidad de que está
presto a enojarse y romper con mucho
ruido con quien votó no percibiendo el impacto total de su conducta, como que
le volteen al gobierno y el cristinismo vuelva en forma de un Presidente
elegido por el Congreso, por ejemplo.
La
militancia política necesita de más que eso. ¿Qué designaciones hubiera
obtenido para la Corte un Daniel Scioli convertido hoy en Presidente y con
Cristina controlando a los 47 senadores? “Pero, ¿vos considerás que estos dos
son mejores que otros?” me tiró una prestigiosa jurista desde su mejor perspectiva
que la mía, como conociendo una intimidad ajena a mi condición de ciudadano
liso y llano. La verdad es que no lo sé, pero supongo que estos pueden
dictaminar en expedientes en los que la hipotética designación de Scioli con la
mayoría de su bancaca en el Senado de Cristina, directamente los rechazarían generando
la más absoluta impunidad. Me parece.
Para cerrar.
Macri hizo una jugada fuerte, que generó el quiebre de la alianza con el
periodismo anti-K que a partir de la profusión del rechazo pretendiendo
defender la calidad institucional, puede llevar a una rápida pérdida de
sustentabilidad del nuevo Gobierno. Con lo que hablar de calidad institucional
puede llegar a ser, en poco tiempo, un lujo. Es una situación del huevo o de la
gallina que si no dirimimos acertadamente estaremos cediendo el campo al contrario que nos sacamos temporalmente de encima.
El motivo
expresado es que la Corte funcione. Y con la salida de Fayt el funcionamiento
de la Corte era incierta y no se puede minimizar como están haciendo los
puristas, los impolutos. Macri, al estar
en receso el Senado, le da solución política y legal al tema, se asegura de proponer a
candidatos “intachables” -según Massa- y que no provienen del cuño macrista.
Lorenzetti les dio la bienvenida, se sustrajo del debate y en marzo o después
según el proceso de designación, el Senado tendrá los pliegos para su análisis.
Claro que Macri no deberá presentarlos en situación de emergencia sino con la
tranquilidad de que la Corte funciona y, eventualmente, funcionará aun cuando
los senadores hagan un juego pesado contra el Gobierno.
Olvidar
quien está enfrente a cuatro días del inicio del nuevo gobierno, es un error
enorme de los impolutos. Aún debemos tener esperanza en que las cosas mejorarán
y debemos aceptar que por momentos, no funcionen como nos gustaría. Es lo que
hay y somos los propios argentinos sus causantes: la mayoría cristinista en el
Senado fue una decisión de los argentinos y si los propios argentinos cambiamos
la situación en una ajustada elección, los resabios de aquel poder se mantienen y condicionan,
Te decía en
el anterior escrito, sé qué hacer: apoyar y no caer en la trampa de la
dialéctica. De pronto, el fuego amigo se coló en casa. Que no te atrape la
impolutez.
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