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UNA VEZ MÁS, ¿DE QUÉ LADO ESTÁS? A un mes de iniciado, el nuevo gobierno se encuentra embarcado en la lucha que muchos argentinos esperábamos: contra la delincuencia organizada y enquistada en la política, las policías, las justicias y los municipios. Le cayó la cuestión y la tomó. Más allá de las anécdotas de la inusual participación de al menos 4 fuerzas de seguridad en el mismo territorio, tanto la fuga de los narcos como el raid delictual y las zancadillas que le han hecho a Vidal-Ritondo, Bullrich-Burzaco, demuestran, exhiben, la extensión y profundidad de la penetración delictual en las instituciones del Estado. La voluntad de combate está expresada aun cuando miles de argentinos y muchos de los medios desechados por el cristinismo por muchos años, han banalizado, frivolizado los hechos y las situaciones. Se inició la guerra y quienes así obran no se han enterado y no terminan de comprender cuál es su rol en ella. ¿Fue papelón el anuncio de la triple detención? La banalidad así lo tituló en lugar de escandalizarse por la capacidad de las fuerzas delictuales dentro del sistema estatal: lograron vender pescado podrido hasta al propio Presidente de la Nación y en esto no está exenta ni la Provincia de Santa Fé, tan afectada por el narcotráfico más crudo. En lugar de abroquelarse alrededor de las autoridades que no deben siquiera estar durmiendo, lo toman para la broma y el descrédito de quienes luchan contra una fenomenal delincuencia. Los medios deben revisar su rol en la guerra contra la delicuencia institucional. No pueden ser neutrales y los términos que utilizan no son ingenuos. Ridiculizar a estos gobernantes es hacer la vista gorda sobre el drama principal: fuerzas de seguridad, fiscales y jueces que dan protección y comparten ganancias con la delincuencia a la que juraron combatir. ¿De qué lado estás? Si retransmitís en tu face o tu twitter lo que publica Página 12 o Silvestre o te hacés carne de los malos titulares de La Nación o Infobae, estarás diciendo que no te importa la guerra planteada por la misma delincuencia y que todo tiempo pasado fue mejor. Caso contrario, no podés dudar en ponerte del lado de quien empieza con empeño a desmantelar todo un sistema delictual y, con ello, aplica su responsabilidad, su tiempo  y hasta su vida. ¿Que hay improvisación? Sí, claro: nunca se intentó esto. Se negociaba con los delincuentes institucionales, se determinaban parcelas de actuación y de no actuación. A lo sumo se purgaba la fuerza a la par que se negociaba aquietar aguas. Así creció la bestia. Este argumento no es válido para la situación. Adquirirán experiencia y esperemos que sea para terminar con este drama y no para volver a negociar áreas de “paz”, zonas liberadas tanto para ellos como para nosotros. Tener tan claro como Maquiavelo en “El Arte de la Guerra”: “Lo que favorece al enemigo nos perjudica a nosotros, y lo que nos favorece a nosotros perjudica al enemigo”