ELECCIÓN YANKEE: EL ASOMBRO DE LOS MEDIOS … ¡ASOMBRA!
¿Quién te ha dicho que cuando pensás y te expresás debés hacerlo en
términos “correctos”?
Que el Brexit, que el referéndum colombiano,
que Trump. Son todos fracasos de los medios y de las encuestas para predecir el
futuro inmediato. ¿Por qué ocurre esto?
Una especialista consultada por
Romina Manguel y Eduardo Anguita el día después del triunfo de Trump, explicaba
el divorcio entre lo que ocurre en la sociedad y lo que expresan los medios.
Éstos, atrapados en “lo políticamente correcto” se autoimponen censuras que los
lleva a tratar los temas no ya como ocurren sino cómo debieran ser, siempre
según un pensamiento dominante que condiciona los límites de la expresión considerada
correcta. Mientras, las personas llevan una vida real distinta en sus deseos,
expectativas o necesidades a lo que expresan los medios y, agreguemos, los políticos.
En Argentina, el debate sobre la
elección yankee estuvo dominada por lo “políticamente correcto” en todos los
medios. El excéntrico Trump debía ser vencido por una inocente Hillary Clinton.
Se convirtió en una causa nacional. Ninguno reveló en sus análisis lo que un
analista consultado por Manguel-Anguita el lunes pasado sí hizo: ambos
candidatos tenían entre el 60% (Hillary) y el 62% (Trump) de IMAGEN NEGATIVA. El
candor de Hillary irradiaba aquí, en el fin del mundo, mas no allá, donde
votaban.
Al más fiel estilo argentino, culpamos
al mensajero: se cuestionó al FBI la oportunidad en que denunció el mal uso de
documentos confidenciales por parte de Hillary. Y esto lo hacían al mismo
tiempo que se escandalizaban por el uso que haría el “loco” Trump de la
seguridad nacional. Curioso, ¿no?
Por ejemplo, se informó más bien asépticamente
la revelación de que Hillary y su candidato a Vicepresidente habían establecido
un plan para dividir a la Iglesia Católica. Sin embargo, la posición de Trump sobre
los inmigrantes escandalizó una y otra vez a la opinión mediática, política y
social aún tiempo después de ser manifestada. Tampoco hubo correlato por la
postura abortista extrema de Hillary: los niños por nacer NO TIENEN DERECHOS.
Los derechos humanos de los niños son desde que alumbran y eso si es que en la
clínica abortista no lo decapitan y punto. Se desviaron los temas todo el tiempo y
conforme beneficiaba a Hillary.
El triunfo de Trump es raro.
Hillary sacó una pendejésima de más votos que Trump pero ganó Trump. Pero por debajo de las presidenciales, los Republicanos
ganaron el Senado, la Cámara de Representantes y la mayoría de las
gobernaciones. ¡Arrasaron! Y, además, designarán al Presidente de la Corte Suprema
yankee. Todos los poderes se visten de rojo (Republicano por cierto, no bolche).
Vamos con otra cuestión: ¿qué ganó
Trump y qué ganó el Partido Republicano? Trump ganó la Presidencia y lo hizo contra
el Partido Demócrata, los medios de todo tipo, la intelectualidad y, también,
de reconocidos líderes REPUBLICANOS. Notable lo que ha significado este hombre
para un electorado que usualmente sigue al partido.
El Partido Republicano, a su vez,
ganó el Senado, la Cámara de Representantes y las Gobernaciones. Si esto es tal
como te lo digo, cabe esperar ahora una dura negociación/conflicto por el
control del Partido por parte de Trump versus el establishment del partido, lo
que podría alterar cada recinto legislativo.
Pero tengo otra cuestión: Si, como se
ha difundido en Argentina, Obama ha hecho dos excelentes mandatos, impecables y
todo está tudo bem, ¿por qué han perdido en TODAS las líneas electorales? En mi
opinión hay varios factores que lo explican y uno de ellos es que la percepción
que tienen los yankees sobre el gobierno de Obama no es la misma que la que
compramos desde nuestra Argentina.
Y ahora que podemos hablar sin el corset
de “lo políticamente correcto” , debemos concluir que Hillary tiene peor
percepción popular que cualquier otro candidato. Ya Obama le arrebató hace 8
años la candidatura a la presidencia. Ahora, ¿cómo se explicarán los “Longobardis”
que una señora como Hillary pierda ante un excéntrico teñido de rubio? Una explicación es, precisamente, que “la
señora” es otra cosa ante el pueblo norteamericano que lo que aparenta ser para
los “políticamente correctos” argentinos.
Otra cuestión es el populismo, la
demagogia. La apelación al pasado, a lo que fuimos y debemos recuperar; cerrar
la economía en protección del empleo y de lo fabricado nacionalmente, puede
encandilar a muchos como lo viene haciendo Argentina desde hace 71 años de la
mano del peronismo, acompañado por el radicalismo e intrínseco de las
izquierdas. Creo que explica una parte de la cuestión, lo que nos lleva a
preguntar -circularmente- ¿por qué?
Vamos ahora con Francisco. Ay
Francisco. En febrero de este año, volvía el Papa en vuelo al Vaticano y no
pudo con su locuacidad. Cuando se le preguntó sobre la política migratoria de
Donald Trump, el Papa dijo que “cualquiera
que quisiera construir un muro a lo largo de la frontera entre México y Estados
Unidos no es cristiano”. Trump respondió al toque: "Si el Vaticano alguna vez es atacado por
ISIS -que todo el mundo sabe que ese lugar es el trofeo del grupo- les puedo
prometer que el papa solo podrá desear y rezar que Donald Trump hubiera sido
presidente porque eso no hubiera pasado. ISIS habría sido erradicado, no como
lo que está pasando ahora" Con el resultado a la vista, ¿cómo lo ves?
Pero el episodio continuó. Impuesto
el Papa sobre esta respuesta, volvió a hablar (¿hay que hablar siempre?, digo):
“En México, el Pontífice dijo que como no ha escuchado las propuestas políticas
de Trump de manera directa, habría que "darle el beneficio de la
duda". Sin embargo, agregó: "sólo
digo que este hombre no es un cristiano si lo dijo de esa manera".
Ahora bien, no escuchamos hablar a
Francisco sobre Hillary, especialmente cuando Hillary promueve una política de
aborto indiscriminado; tiene una agenda de género abiertamente opuesta a las
posturas de la Iglesia; designó a un candidato a vicepresidente tramposamente
presentado como católico y, finalmente, se reveló un plan de ambos para dividir
a la Iglesia Católica en Estados Unidos. Como nunca dijo nada, ¿debemos pensar
que el Papa piensa que Hillary sí es
cristiana? Curiosidades.
Finalizando. No concuerdo con Trump
en sus posturas económicas y seguramente muchas más. Su extravagancia no me
irrita ni su desfachatez en el trato con el Partido Republicano. Sin embargo, cada
vez que respondíamos por quién votaría si votara en USA, señalé que Hillary me
resultaba INvotable ya que se trataba de una elección entre un excéntrico
impredecible, de una parte, y el propio
demonio, calculador, ocultista y con agenda de persecución a las religiones, de
la otra.
Pero, además, con el triunfo de Trump
perdió “lo políticamente correcto” y esto sólo, es enorme, lo justifica. Lo “políticamente
correcto” es la nueva censura que se echa encima de quienes opinan y se expresan
en otro sentido, tirándole al osado con leyes, piquetes, denostaciones. Son las
libertades de pensamiento y de expresión las que se pretende cercenar, por lo
que es una buena noticia para la salud de estas libertades amenazadas por la
ideología de género, entre otras.
Para el análisis hay muchísimo más
y espero escuchar y leer muchos de ellos pero ya liberados “del que dirán”.
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