EL AJEDREZ, EL APARATO DIGESTIVO Y EL TURF Y LA POLÍTICA ARGENTINA

SE ABRE OTRO PANORAMA ELECTORAL

La política como actividad humana, tiene mucho que ver con diversidad de otras actividades humanas. Una de ellas, el ajedrez. La ex Presidente Cristina Fernández, movió su candidatura sorprendiendo a propios y ajenos, poniendo de candidato a la Presidencia de la Nación a un cuasi enemigo, Alberto Fernández. Desplazado éste del gobierno de Cristina Fernández, dedicó el tiempo libre que se le abrió al ex Jefe de Gabinete a esmerilar a su ex jefa en términos tan correctos que cualquier no cristinista suscribiría las declaraciones del ex Jefe de Gabinete.

La movida generó impactos diversos en todos los tableros de las simultáneas en juego pero en conjunción con otros dos jugadores como fueron un recalcitrante Lavagna empecinado en no competir con nadie y, el otro, Sergio Massa que, intentando ventaja por aquí y ventaja por allí, terminó cerrando de apuro con el cristinismo y aún no se sabe muy bien con cuáles beneficios para su fuerza.

Pero el principal efecto fue poner un jaque al Rey, quien ya venía jaqueado por la realidad de sus políticas de ajuste, las que, hay que decirlo, venía lanzando el lastre por la borda, recreando medidas de “reanimación del consumo”, habiendo logrado planchar el dólar, bajar la presión de éste sobre los precios y tomó acciones del tipo “meter plata en el bolsillo de la gente que la gasta y no compra dólares”. Había comenzado con elevar un 46% la AUH en marzo pasado y se fueron sucediendo congelamiento de los aumentos previstos de los servicios públicos, relanzamiento de créditos blandos para el consumo, beneficios a la compra de cero kilómetros. Se anunció antes que las paritarias tendrían chances de períodos más cortos de actualización. Y otras medidas.

El jaque al Rey (Macri) con más la sensación térmica que provocaba el ajuste, hicieron que el Presidente debía salir de la situación si no quería perder ya en primera vuelta. Y para salir, debía, como Cristina Fernández, sorprender a propios y extraños. Le quedaba una sola carta para jugar, la designación del candidato a Vicepresidente.

Como el anuncio que hicieran los Fernández (F+F) arruinara el enorme triunfo de Schiaretti en Córdoba, el anuncio de que Miguel Ángel Pichetto era  el elegido por Macri y su entorno, aguó la fiesta de Sergio Massa y el anuncio de un acuerdo con Unidad Ciudadana (o el peronismo, como prefiere Massa).

La jugada pareciera haber cumplido las exigencias: sorpresa, alejarse del jaque impuesto por la Dama y pasar al contraataque. Hasta aquí, la situación macro.

¿Qué ocurre en la micro, es decir, en el votante proveniente del antiperonismo visceral que hizo de Macri su líder? ¿Cómo aceptar que hoy va con un peronismo de alcurnia, un representante de los Kirchner en el Senado de la Nación? ¿Cómo digerir a quien fue eficaz bloqueador del desafuero de Cristina o de la tramitación de la extinción de dominio?

Salimos del juego del ajedrez y entramos en el aparato digestivo. La situación planteada tiene mucho que ver ya que solemos utilizar expresiones digestivas para hablar de situaciones de la vida. El aparato digestivo -según Wikipedia-  “es el conjunto de órganos encargados del proceso de transformación de los alimentos para que puedan ser absorbidos y utilizados por las células del organismo.  La función que realiza es la de transporte de alimentos, secreción de jugos digestivos, absorción de nutrientes y excreción mediante el proceso de defecación. ¿Cómo militará el votante del hoy Cambiemos? Pues tendrá que  digerir y realizar todo el proceso hasta el último si no quiere crearse una úlcera, patología propia de cuando lo que corre por la razón y el alma afecta las emociones de la persona, repercutiendo, justamente en su aparato digestivo. Tendrá que “tragársela” y digerirla. Ese votante está dispuesto a todo por ¿no ver a un peronista más? Tal vez, ajuste el macrista la mira y ya no diga “un peronista” y se contraiga a “Cristina”.

El Senador Pichetto es un eximio político. Ha vivido con Menem las mayores transformaciones de nuestro país provenientes de la política pero, también, fue útil a los Kirchner en tres mandatos. Su exculpación es, “soy útil al peronismo”.

Sin embargo, declaraciones de hace pocos días atrás, situó a Pichetto en un nuevo nivel y, en mi opinión, ha logrado sintetizar lo que el votante de Cambiemos tenía entre dientes: será un hombre de la democracia y hasta anticipó que la próxima elección, es entre República o su contrario y que votaría por Macri. Tal vez el macrismo encuentre en este peronista el mejor comunicador electoral.

Macri y su entorno tienen mucho para beneficiarse de la presencia de Pichetto en el oficialismo tanto desde lo electoral como desde el gobernar. Sin embargo, se plantearán nuevas situaciones. Por ejemplo, si Macri termina su mandato con una identidad desdibujada respecto de sus discursos pre electorales del año 2015, el nuevo Cambiemos parece ser un conglomerado de radicales y peronistas que, además, están obligados a ser extraordinariamente pragmáticos, es decir que aflorarán las prácticas y políticas propias de esas fuerzas políticas. Ya le ocurrió al Gobierno: el inicio en 2015  en materia económica, fue en clave de la economía con epicentro en el Estado, el asistencialismo (extendido), la mega obra pública y, finalmente, la fiscalidad, habiéndose llevado el nivel impositivo a las nubes. Y esto no fue ni optimismo ni error, como prefiere atribuir la militancia macrista. Fueron decisiones propias de las fuerzas que componen Cambiemos: radicales, desarrollistas y peronistas. Hoy por hoy, este conglomerado será reforzado no solamente por Pichetto sino porque los radicales se han esmerado en ganar espacios dentro de la coalición. Siendo Macri un hombre de centro-izquierda (propia definición de Durán Barba y Marcos Peña), la asociación con radicales (partido de centro-izquierda) y peronistas (diversas orientaciones), el militante de Cambiemos deberá asumir que, “sin querer queriendo” se encuentra en un espacio de un modelo económico y jurídico propio delas fuerzas que ha sumado y se ha comportado -y seguirá haciéndolo- conforme las fuerzas que lo integran. Macri ya no es un líder que promovía unas ideas sino que es un coordinador de fuerzas internas que definirán las ideas concretas de Cambiemos.

Sin embargo, Pichetto tiene perspectivas que debía tener Macri o a las que Macri no encontró la forma de aplicación. Es tajante cuando expresa que el camino es el mundo civilizado, un sano capitalismo, que hay que regular la inmigración, que hay que ser contundentes con extranjeros que delinquen en el país y hasta sobre la necesidad de terminar con los cortes de calle. No es hombre que dude de su identidad, ni quiera parecerse a lo que no es ni piensa. No compite, como ha hecho este Gobierno, con ser más que otros que no son él mismo. Claridad de ideas y posibilidad de  hacerlas realidad, tal vez sea la mejor habilidad de Pichetto.

¿Sumará votos Pichetto? Al no alinear tras de sí a Alternativa Federal no sumará votos directos. Como Alberto Fernández a Cristina, agregará una red de relacionamientos de los que pueda obtener votos. Al definirse la fórmula presidencial de Macri, permitirá a indefinidos, definirse y hasta podría ser que Alternativa Federal -decidida a presentarse como fuerza-, finalmente termine jugando para Macri. Desde los gobernadores e intendentes, la opción es gobernar como no lo han hecho en el pasado (con dinero sin contraprestación) o dominación y es esperable que muchos hagan doble juego: hacia el público por F+F y hacía adentro por Cambiemos.

Hemos asistido a jugadas de alta política y de alto voltaje. Esto recién empieza ya que habrá de comenzar la campaña. Las decisiones de los principales actores (Cristina Fernández y Mauricio Macri) han afectado todo el tablero electoral. Macri tuvo la estrategia de polarizar, agrietar al máximo la elección. Estaba perdiendo la estrategia misma ya que quien comenzó a engordar su polo grietista fue Cristina con su movida de jaque al Rey. La jugada de escape y ataque de Macri, tiende a aspirar más votantes indecisos y de otros espacios y engordar el propio polo grietista. Ambos, podrían lograr vaciar a las terceras posiciones -Lavagna y Urtubey, Gómez Centurión o Espert- y volver al negocio principal: profundizar y ensanchar la grieta.

No es para estómagos flojos. Y, como en el turf, será un final, cabeza a cabeza y, quien gane, lo hará por el hocico.

Mientras tanto, se vienen las PASO y quien quiera resistirse al determinismo que nos imponen los estrategas de la grieta, puede votar para empoderar a espacios de mayor interés para sí. En el campo liberal, está Espert quien viene teniendo éxito entre los votantes más jóvenes. En el campo nacionalista y provida, Gómez Centurión y Cynthia Hotton.

En el espacio peronista, Lavagna (radical-peronista) y ¿Urtubey?. Todos éstos necesitan 1,5% de los votos para participar de la elección general. ¿Para qué es necesario empoderarlos con el voto en las Paso si entre Cristina Fernández y Mauricio Macri se comen todo? Para iniciar un camino de superación de la grieta. Todo nuevo partido, especialmente Espert y Gómez Centurión, debe hacer su primera vez con algún éxito si queremos que crezca y se convierta en una alternativa en el futuro. Ese futuro se piensa y actúa hoy mismo. En las PASO no estás eligiendo nada más que candidatos, pudiendo tomar otras decisiones durante la elección general. Está también (en las Paso y en las generales) el corte de boleta. Éste fue una cesión de la casta política a la ciudadanía. Casta aun hoy en día recalcitrante en cambiar un tortuoso sistema de votación por otro sencillo. Para esta elección, el Gobierno de Macri ni siquiera impulsó la boleta única. Parece decidido a servirse de los males del sistema de miles de boletas. Pues bien, el corte de boleta es legal, conveniente y un buen recurso para armar tu voto a nivel local, provincial y nacional. Podés separar candidatos por categorías: Presidente, éste; legisladores nacionales, el otro; gobernador, aquella; legisladores provinciales, aquel; intendente, uno; concejo deliberante, otro. 

El voto es la única opción del ciudadano, el cual se encargan los políticos de no darte más bola hasta la próxima elección. Hacelo sentir a tu conveniencia utilizando las herramientas a mano. El corte de boleta es una de ellas. Éstas son las PASO, no la elección general. Y en la general, podés cortar boletas en función del nivel de gobierno que estés votando. Legisladores de Espert, por ejemplo, serán más afines a las políticas correctas que impulse el gobierno que lo que puedan ser radicales y peronistas, aún en el gobierno. 



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