CAMPAÑA EN CRISIS 3
La gravedad de la situación no
está siendo percibida por el macrismo al insistir con el candidato a la sazón
Presidente.
Ya he escrito que la doble
condición de Mauricio Macri como Presidente de la Nación y candidato a la
reelección, genera un círculo vicioso que podría dar por tierra con el candidato
y con el Presidente.
Lo que el Presidente debe, es
llegar a la entrega del mando con los resultados de un mega ajuste que impactó,
sin decir agua va, en las aparentemente desordenadas elecciones PASO.
El
Candidato, por su parte, comenzó a demandarle al Presidente el corrimiento del
acuerdo firmado con el FMI. Comenzó tibiamente en marzo con medidas del Ahora
12, autos y algunas más como nuevas formas de presentar las cuentas del Estado.
Luego de las PASO, produjo una catarata de decisiones que le abren más
complicaciones que el beneficio de quitarle votos a un peronismo circunstancialmente
unido en el Frente de Todos.
Recordemos que donde el
justicialismo se unió, ganó con contundencia, excepción hecha de Neuquén donde
el candidato de Cambiemos pidió que votaran por el ganador, Omar Gutiérrez.
Tuvo claro Horacio Quiroga, candidato de Cambiemos, que lo importante no era él
sino que no llegara el cristinismo a la gobernación de Neuquén. Lo logró
sacrificándose él mismo.
Las medidas que el Presidente
concedió al Candidato ya amenazan con planteos de inconstitucionalidades e incumplimiento
del acuerdo con el FMI. Le siguen, la eficacia de las medidas, por un lado, y
el real impacto en una población que descubrimos tan enojada. Varios líderes
políticos y mediáticos ya dieron letra: son tardías. El costo que está teniendo
el Candidato es altísimo tanto en impacto fiscal como en incertidumbre
económica y política que alimenta.
El Presidente deambuló unos días
en estado de shock y relanzó la candidatura con medidas que se suponen
comparten las otras fuerzas políticas, Consenso Federal y Frente de Todos. Como
en septiembre de 2018, se insinuaron cambios en el gabinete que, luego, se
desmintieron. Los contribuyentes de la crisis, continúan en la conducción de la
campaña del Presidente. De Durán Barba no sabemos si fue despedido o si se tomó un
tiempo de vacaciones o buscó salir del encierro nacional para pensar “aún
mejor”.
Hay un costo del que no estamos calibrando en los análisis de los especialistas: María Eugenia Vidal, sacrificada en el altar de la
reelección de su entonces jefe, M. Macri, como también todos los candidatos que
presentó Cambiemos en las elecciones provinciales.
Las reacciones de la oposición no
son buenas y van sonando a elevación del
tono que puede llevar al Presidente a una nueva encerrona, cuya consecuencia
sea, no solamente, otra derrota
electoral sino que se convierta en una debacle institucional. Uno esperaba que
Alberto Fernández, luego de haberse dignado hablar con el Presidente (se odian
de mucho tiempo) y haber convalidado un dólar de 60 pesos y, finalmente,
apareciendo Redrado como su asesor en deuda externa, ingresaba -dadas las
circunstancias- a una moderación en su campaña. Sin embargo, el mismo día el
propio Redrado culpó sin ambages al Presidente de haber alentado la devaluación
del lunes post PASO. Y este es el tipo moderado y prudente del equipo del
Frente de Todos.
Alberto Fernández cruzó la quita
del IVA a un grupo de productos: “…irá al bolsillo de los empresarios”, cosa
que el Ministro Sica anticipó ante pregunta concreta de si los empresarios no
se quedarían con el IVA. El ministro señaló que era posible pero que eso
evitaría nuevos aumentos futuros. Una vez más, el gobierno actúa con
ingenuidad; intenta algo que suena bien a casi todos los argentinos (menos
algunos, como mi caso) pero no termina sirviendo al propósito que se planteaba.
Falta convicción y como no tienen un modelo económico concreto, van picoteando
de aquí y de allá sin eso, sin convicción ni capacidad.
Pero el Presidente dinamitó su
obra cumbre, el acuerdo con el FMI. La persistencia en el mismo debía arrojar
un reseteo de nuestra economía y servirse para un crecimiento más sólido, del tipo paso a paso. Si bien había reparos, ya desplegó un número importante de
meses. Todo este desmadre lo toma al Gobierno cuando algunos indicadores
mostraban haber tocado fondo y comenzado a recuperarse.
No solamente se pierden
las tibias recuperaciones sino que se compromete seriamente el desembolso de
5.500 millones de dólares del FMI al Gobierno, justo antes de la elección de
octubre. La situación comienza a parecerse a la de De la Rúa-Cavallo y el FMI.
Lo actual, las necesidades del Candidato afecta gravemente al Presidente.
Los del Frente de Todos no han
comenzado la campaña y ya prevemos que ésta será de desgaste, erosión y
debilitamiento del Gobierno: el candidato es el Presidente de la Nación y, nada
más fácil para una oposición con votos, que golpear al Presidente herido porque
esto desgasta al candidato con eficacia asegurada.
Que la incertidumbre económica,
que el padecer de los argentinos y que bla, bla, bla, son solamente “daños
colaterales” para una generación de políticos formada en el revolucionarismo
marxista, donde por intentar matar a un uniformado se mataba un niño y un
laburante, considerados éstos como un sacrificio necesario y justificado, aun
cuando fuera inconsulto para las víctimas sacrificadas en el altar mayor de la
revolución.
Hoy el altar, es retomar el poder
a las puertas de la cárcel de conspicuos ex miembros de los 12 años de gobierno
kirchnerista. Es la exacta oportunidad histórica por completar el camino
socialista de la Argentina, donde, no tengo dudas, hay milicias preparadas en
los pliegues de la sociedad para presionar por acabar con la imposición
institucional del socialismo latinoamericano.
Alberto Fernández enmascara lo
que hay detrás de Cristina y su hijo Máximo. El próximo proyecto de poder tiene
que ser contundente y definitivo. No sabe la señora de otra cosa y La Cámpora,
menos aún. Y tiene como perpetuarse en el poder, sin ya oposición alguna. Ya lo
advirtió el tenebroso Diosdados Cabello desde Venezuela en mensaje dirigido al
mismísimo Alberto Fernández.
¿Con qué contamos para confrontar
con esto? Con un Mauricio Macri desgastado, sin ideología alguna que atraiga a
nadie más que sus fieles seguidores que hoy son ya un obstáculo para que el
cristinismo no vuelva.
Peor aún, Macri podría
enfrentarse a una derrota mayúscula en octubre y, de ahí en más, solamente las
necesidades de la oposición determinarán si se irá antes o llegará a diciembre.
Tal vez la foto de un Macri poniendo la banda presidencial a un Alberto
mientras Cristina mira sonriente, sea más atractiva que la salida del Presidente
en helicóptero.
Debemos en poco tiempo no hablar
de macrismo como aquella herramienta para que no llegue el cristinismo. Hoy,
debemos impulsar el anticristinismo a secas. Como Horacio Quiroga en Neuquén.
Debemos decirle al candidato Macri que está arrastrando al Presidente a su
propia ruina, en un final de mandato desastroso, impúdico, vergonzoso y, con
él, a toda la Argentina.
Concluyendo, el Presidente debe
aceptar -como Menem en 2002- la derrota y retirar al Candidato. Desde esta
nueva situación, debe promover en el terreno el corte de boleta hacia quien sí
pueda recibir sus votos, los de los “enojados” y de peronistas más moderados,
intentando sostener a sus candidatos al Congreso. La primera vuelta -como era
el argumento del macrismo- ya ocurrió con los resultados conocidos.
El Presidente intenta el
relanzamiento del candidato y lo hace a costa propia y de su gobierno. Se está
metiendo en una nueva encerrona en la cual, si el FMI no le gira los últimos
dólares, ocurrirá la peor corrida de mercado y cambiaria con efectos de
colapso. Y si se los envía, será para licuar los dólares en el forcejeo del
BCRA y los mercados. El candidato ya no servirá y el Presidente quedará
exánime, en la doble definición de esta palabra: Que está sin vida o no da
señales de vida y que está muy debilitado o agotado.
APELACIÓN FINAL: El realismo más
crudo, duro y hasta insoportable, debe colarse en el grupo de comando de
Mauricio Macri y tomar decisiones del tipo "sacrificio personal" en favor de lo
único hoy relevante: que CFK no llegue al poder nuevamente. En el camino ya
liquidó a sus candidatos en todo el país.
La tierra arrasada queda lindo en el
estudio de la historia. Vivirla en manos del cristinismo, será otra cosa.
Hasta la próxima
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