SE TRATA DEL IGUALITARISMO

EL IGUALITARISMO

En nuestro país el igualitarismo adopta la forma de perjudicar a unos y beneficiar a otros. 

Una primera consecuencia,  son nuevos desequilibrios sociales,  económicos y políticos que se van entramando en diversidad de resultados pero, usualmente,  el mecanismo tiende a la mediocridad como resultado general. Mediocridad social que se hace dependiente de políticos y dirigentes que alimentan el sistema,  en beneficio propio. 

En algún momento de nuestra historia,  la igualdad de oportunidades fue percibida como insuficiente como motor social y económico y se comenzó a operar "sacando a los que tienen" para conformar a los que no tienen, bajo el criterio que aquellos le sacaron primero a éstos. 

 Este "sacar" abarcó tanto al sistema impositivo,  la expropiación por parte del Estado de diversidad de empresas como legislar bajo el principio compensador de "poderes y derechos".

Las consecuencias en el largo plazo están a la vista,  salvo para políticos que se han perfeccionado en el arte del sistema, donde la competencia política es alrededor de quien hace más por el anacrónico sistema. 

Los méritos hoy se basan en títulos académicos,  no éticos. La designación de funcionarios y jueces que deben juzgar a los políticos es por la militancia, criterio primero de designación. Luego repasamos los títulos que exige el puesto. 

La movilidad social en el tiempo de la democracia,  ha sido en el ejercicio de la función pública, el liderazgo "social", el desempeño  sindical o empresarial  vinculada a la política o al sindicato. La corrupción no es en el sistema una anomalía sino una necesidad de su funcionamiento.

La educación en el modelo "igualitarista solidario" es la apropiada al sistema.  La decadencia exhibida sin pudor de nuestra educación,  es la que necesita el sistema del igualitarismo robinjunesco y depredador. Generaciones malformadas dieron como resultados la deformación de los valores propios del trabajo,  el esfuerzo,  la responsabilidad de mi propio destino.  

Otro factor del modelo,  es que quien cumple las leyes perderá siempre.  La cantidad de blanqueos, moratorias y planes; los jueces que aplican las leyes según la "clase" de una de las partes, según sea patrón o trabajador o según la condición social de la víctima. Y ahí sucesivamente. Es una cultura que cuenta con  doctrina y fundamentos. Cumplir la ley es expresión de un tonto.

El modelo empresarial del modelo es el que tenemos: dependiente del gobierno, la actividad privada es tolerada por el sistema como "fuente de trabajo". La productividad y la competitividad no son parte del modelo y, cada vez que se puede,  la intervención del gobierno es para ratificar que "aquí,  en Argentina, esas cosas, no".

Este gobierno arrancó consolidando el modelo robinjunesco.  Multiplica el asistencialismo al que destinan dos impuestos más y reduce vía licuación, las jubilaciones de quienes CUMPLIERON las leyes que rigen al sistema. Al mismo tiempo,  el Gobierno "premia" a quienes fueron beneficiados por su anterior gobierno por una compasión social con el subsidio ilegítimo de una jubilación,  a cargo de un sistema jubilatorio al que se pretende quebrar nuevamente. Lo mismo se aplica a los aumentos salariales compulsivos de suma fija: todo es igualación basada  en el modelo que vengo comentando.

Nuestro país no tiene futuro de relevancia por el conjunto de ideas a las que adscribe TODA la dirigencia política de peso, diferenciada por matices solamente. El modelo "igualitarista solidario" ha encumbrado a tanta gente,  ha reducido a servidumbre a tanta otra gente,  que hoy son mayorías indoblegables y electoralmente insuperables. También,  logran que si llega alguien al poder de signo contrario al modelo,  su osadía se convierta en ingobernabilidad, aunque esto no ocurrió hasta ahora en nuestra etapa de democracia continuada.