25 de mayo de 2021: SE LEVANTABA, ENTONCES, UNA NUEVA Y GRANDE NACIÓN
Celebramos los argentinos la primera manifestación de independentismo de aquellos porteños, al tomar el gobierno local del Virreinato del Río de la Plata ante la exitosa invasión napoleónica de España y Portugal .
"En 1807, las tropas de Napoleón ingresaron a la Península Ibérica. Inicialmente, España era aliado de Francia y Napoleón buscó la cooperación de España en la invasión de Portugal. La monarquía española cooperó debido al bloqueo británico de Buenos Aires (Nota: invasiones inglesas de 1806 y 1807), y porque esperaba asegurar el sur de Portugal para sí misma. Sin embargo, Napoleón traicionó a España y las tropas francesas se trasladaron al territorio español." (1)
"En 1808, el rey borbón Fernando VII se convirtió en rey de España, pero posteriormente Napoleón lo expulsó, provocando una crisis que repercutió en todo el imperio español. El rey Fernando VII y su padre aceptaron una invitación de Napoleón para resolver el asunto diplomáticamente, pero se vieron obligados a renunciar a sus cargos y aceptar a la familia Bonaparte como reemplazantes. El hermano de Napoleón, José Bonaparte, fue el primer rey Bonaparte de España y ocupó la corona española hasta 1813, como José I." (1)
"Un .... 27 de Noviembre de 1807,..., luego de haber atravesado España, entra en Lisboa, el general francés Jean-Andoche Junot al mando de 28.000 hombres. Con la “Invasión de Portugal” la corte real portuguesa huye al exilio en Brasil" (2)
En síntesis, lo que ocurre en Buenos Aires y en otras jurisdicciones del reino español en América, es que los locales no reconocen al nuevo rey francés y se genera un movimiento de resistencia a Napoleón Bonaparte, invasor de España y Portugal. Se constituyen gobiernos locales que procederán en nombre del rey español prisionero de los Bonaparte pero desconociendo a las autoridades virreinales, a las que dan por caducadas.
El 25 de Mayo de 1810 cabe, entonces, conmemorarlo como el primer grito, aún contenido, de independencia, la que ocurrirá formalmente, en 1816 con la declaración del Congreso de Tucumán de 1816.
Lo de las libertades, sojuzgamientos y esas cosas, no corresponde aplicarse ya que, siendo los criollos tan súbditos españoles como los españoles nacidos en la península ibérica, lo que sentían sojuzgado era la capacidad de comerciar libre y hacerlo directamente con otras naciones, es decir, por la libertad de comercio (curiosamente aún hoy seguimos con en este debate).
Cierto es que el nuevo movimiento fue adoptando las ideas modernas de la época como la eliminación de los títulos y honores provenientes de la sangre y la libertad de vientres, dando fin al antiquísimo sistema de la esclavitud, con la Asamblea del año 1813, donde ya se puede afirmar que hay otra historia corriendo en estas partes del planeta.
¿Cuál ha sido nuestro derrotero, mirado desde hoy?
El proceso iniciado en la Semana de Mayo de 1810, no ha concluido: Nuestro país lleva una vida tratando de sacarse de encima otras "españas". Desde el nacionalismo de los años 30s, al peronismo de Perón, venimos declarando la necesidad de independencias varias de sometedores que se intentan corporizar en "el imperialismo" (Gran Bretaña antes, EE.UU, después); "la sinarquía"; la "oligarquía", todos de difícil corporización pero que gobiernan la cabeza y el espíritu de los argentinos, transmitidos por una escuela que, disputando la historia, adoctrina a las nuevas generaciones en la reproducción del modelo de liderazgos (caciques) que los llevan a la pobreza mientras dicen luchar para ganarle al extranjero, vil, carroñero y sus servidores locales, para lo cual estos "luchadores" se enriquecen del dinero público para fortalecerse como los nuevos "libertadores".
Tristeza por el derrotero de lo que hubo de ser una "grande" nación.
De aquellos patriotas que dejaron vida, dinero y honores a estos que luchan por sus impunidades materiales luego de haber saqueado los tesoros públicos; impunidades de sus acciones, luego de haber empobrecido sistemáticamente al pueblo argentino, convirtiéndolo en pobreza extendida (70% de los niños argentinos están en situación de pobreza); desmerecidas las meritocracias y todo lo que implique el trabajo, el esfuerzo, la superación, nuestra nación hoy lucha por no ser Venezuela o Cuba u otra de esas naciones destruidas por una ideología tan tóxica como nociva.
Dicen estos de hoy que aquella nación no era igualitaria, muletilla para demoler todo un proceso que, con el esfuerzo de millones de personas comunes, llegó a legar una nación pujante, progresista, cuyas mejoras estaban al alcance de la mano de unas dirigencias políticas más ombliguistas que de miradas largas y que supimos interrumpir, quebrar por ideales nuevos y, antes que motor de aún más grandeza, han trabajado para la división, aún mayores diferencias y más iniquidades e inequidades.
Mi más profunda tristeza al comprobar por muchos lados, los aplaudidores que habiendo hecho sus vidas con esfuerzo y bajo los valores de aquella Patria, no dejan de ser cómplices de esta decadencia tan dolorosa que hoy vivimos.
No sé si gritarte un feliz 25 de Mayo o abrazarte dándonos las condolencias del caso. Hoy la Argentina, no produce líderes que, como aquellos patriotas, se hagan cargo de la situación y con decisión encaren las salidas que hay que adoptar. Nuestros líderes actuales son de una mediocridad pasmosa de quienes solamente cabe esperar enterrarnos más y más en el barro. Esto dicho sin restricción de partidos.
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