XVI ASAMBLEA ORDINARIA DE OBISPOS, ROMA, 2023: LA VOZ DEL PUEBLO, DEMOCRACIA E INFALIBILIDAD
La Oficina de Prensa del Vaticano ha anunciado que se llevará a cabo desde octubre de este año y hasta octubre del año 2023, un camino sinodal mundial de la Iglesia Católica. Mediante capítulos diocesanos, nacionales y continentales, llegándose a la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos.
"El XVI Sínodo de los Obispos, que tenía como tema "Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión", previsto inicialmente para el mes de octubre del 2022, se articulará ahora en tres fases, entre octubre del 2021 y el octubre del 2023, pasando por una fase diocesana y otra continental, que darán vida a dos Instrumentum Laboris, documentos de trabajo, hasta llegar a la asamblea final con los máximos representantes de la Iglesia reunidos en Roma" (1).
En un comunicado se explicó que estos cambios harán que se garantice "la escucha real" de todos los fieles y que "no se tratará solo de un evento, sino de un proceso", que involucrará a fieles, obispos y al papa.
El recorrido para la celebración del Sínodo se articulará en tres fases, entre octubre del 2021 y octubre del 2023, pasando por una fase diocesana y otra continental, que darán vida a dos Instrumentum Laboris distintos, antes de la fase definitiva a nivel de Iglesia Universal.
La fase diocesana, en cabeza de cada Obispo y con la participación del pueblo, se llevará a cabo entre octubre de este año hasta abril del año que viene (2022). Se actuará en esta fase bajo un documento preparatorio, acompañado por un cuestionario y de un Vademecum con propuestas para realizar la consultación en cada diócesis.
“La consultación (sic) del Pueblo de Dios en cada diócesis se concluirá con una Reunión pre sidonal, que será el momento culminante del discernimiento diocesano. Después de la clausura de la fase diocesana, cada diócesis enviará sus contribuciones a la Conferencia Episcopal antes de la fecha establecida por la propia Conferencia Episcopal. En las Iglesias orientales las contribuciones serán enviadas a los organismos correspondientes”
Los episcopados tendrán los documentos de cada una de las diócesis que componen al organismo, abriéndose un corto periodo de discernimiento de los pastores reunidos en asamblea (Conferencia Episcopal), a los cuales se pide escuchar aquello que el Espíritu ha suscitado en la Iglesia que se les ha confiado. La Conferencia Episcopal elaborará una síntesis (redacción de redacciones) y la enviará a la Secretaría General del Sínodo, durante el mes de abril de 2022. Creería que hay una colisión de fechas, ya que son 13 diócesis metropolitanas y 48 sufragáneas, es decir, 61 documentos, en el caso argentino.
“Se recibirán también contribuciones enviadas por los Dicasterios de la Curia Romana, de las Universidades, Facultades de teología, de las Uniones de Superiores y Superioras Generales (USG-UISG), de otras uniones, de las federaciones de la Vida Consagrada, y de los movimientos internacionales de laicos (antes de abril 2022)”
La Secretaría General del Sínodo procederá a la redacción del segundo Instrumentum Laboris (antes de junio 2023). Esta Secretaría elaborará un segundo Instrumentum Laboris que enviará a los participantes de la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de Obispos, que se reunirán en octubre de 2023 en Roma.
La comunicación vaticana podés encontrarla más abajo o en el link de la web del sínodo, también más abajo.
¿QUÉ PODEMOS ESPERAR DE ESTE SÍNODO?
Dada la amplia participación que estructura la convocatoria y la constante referencia a la escucha del Espíritu Santo, conjeturo que se trata de acompañar la adecuación de la Iglesia Católica al mundo futuro tal como vemos que transcurre hoy, implementando una actualización doctrinaria y disciplinaria de la Iglesia a partir de la vox populis.
"Y así toda la Iglesia aparece como «un pueblo reunido en virtud de la unidad del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo»" (Lumen Gentium, #4, último párrafo)
En este sentido -sigo conjeturando- se busca dar legitimidad a los cambios que, a pie de página o interpolaciones en documentos o en declaraciones al paso, viene realizando Francisco como Jefe universal de la Iglesia, antecediendo y justificando el ingreso de los mismos a la Doctrina misma de la Iglesia, con las rupturas que ya hoy implican con la Tradición.
Al estilo que yo encuentro tiene el actual Papa, basado en que “las revoluciones crecen desde el pie”, y habiendo ya sembrado Francisco semillas de cambios de tipo rupturista, va siendo tiempo que maduren y crezcan.
"La totalidad de los fieles, que tienen la unción del Santo (cf. 1 Jn 2,20 y 27), no puede equivocarse cuando cree, y esta prerrogativa peculiar suya la manifiesta mediante el sentido sobrenatural de la fe de todo el pueblo cuando «desde los Obispos hasta los últimos fieles laicos» la totalidad de los fieles, que tienen la unción del Santo (cf. 1 Jn 2,20 y 27), no puede equivocarse cuando cree, y esta prerrogativa peculiar suya la manifiesta mediante el sentido sobrenatural de la fe de todo el pueblo cuando «desde los Obispos hasta los últimos fieles laicos» [22] presta su consentimiento universal en las cosas de fe y costumbres ", expresa el #12 de Lumen Gentium.
Conjeturo -nuevamente- que el Papa se ha visto desafiado por el camino sinodal de la Iglesia alemana, al punto de haber confrontado ésta una advertencia de la Congregación para la Doctrina de la Fe, matizada por Francisco días después de comunicada la misma.
A días de ello, el Prefecto de la Congregación, Cardenal Ladaria, se anticipó a un encuentro de la Conferencia Episcopal norteamericana que debatiría sobre las conductas de políticos en función de gobierno que, declarándose católicos, controvierten con sus acciones y decisiones puntos relevantes de la doctrina y la Fe católicas. Prometía ese encuentro un buen nivel de enfrentamiento entre el "ala política" y el "ala pastoral" de los obispos yankees. El Cardenal Ladaria, les pidió que “pensaran bien” antes de hacer nada, lo que llevó al congelamiento del tema. Señalo este caso como un elemento de mis conjeturas.
Así las cosas, -sigo conjeturando-, el camino sinodal alemán simplemente habría acelerado unos tiempos que Francisco consideraba más largos. Escribí a raíz del conflicto doctrinal que planteaban obispos y sacerdotes alemanes, que Francisco tenía un desencuentro con el Episcopado alemán en relación con los tiempos antes que con los contenidos.
De esta manera -conjeturo- el camino sinodal anunciado no sería más que una imitación de la experiencia anticipatoria alemana, especulando que el pueblo de Dios está maduro para proponer, promover y apoyar los cambios introducidos “desde el pie” por Francisco en sus documentos e intervenciones diversas y que son producto de muchos años de desarrollo en el seno mismo de la Iglesia, en sus universidades, en los debates teológicos y que parten de un Concilio Vaticano II (1962-1965) que parece, según algunos autores, no haber sabido integrar los "bandos" y se optó por expresarlos en el documento final, dando pie a dos corrientes divergentes: una tradicionalista y otra modernista. Ésta estaría representada por el actual Papa.
Ciertamente hoy la Iglesia presenta una disparidad de corrientes, no ya diferenciadas por misiones y acciones específicas, sino en la propia interpretación de los Evangelios, donde una corriente ha roto ya hace muchos años con la Tradición como herramienta de interpretación y ve como una manifestación del Espíritu los movimientos y demandas que realizan teólogos y fieles católicos en línea con las corrientes del mundo. Este proceso, además, está incentivado por el mundo mediático y político contemporáneos.
El aggiornamiento ya no será de pastoral -conjeturo- sino de principios lo que, inevitablemente, lleva a rupturas ya iniciadas por Francisco, pero que deben recorrer “desde el pie”, un camino ascendente en el corpus legal de la Iglesia Católica, hasta llegar a los cánones y al Catecismo.
"Pero él (el Obispo diocesano) también es discípulo cuando, sabiendo que el Espíritu ha sido dado a todo bautizado, se pone en escucha de la voz de Cristo que habla a través de todo el Pueblo de Dios, haciéndolo «infalible “in credendo”»[20]. De hecho, «la totalidad de los fieles, que tienen la unción del Santo (cf. 1 Jn 2, 20 y 27), no puede equivocarse cuando cree, y esta prerrogativa peculiar suya la manifiesta mediante el sentido sobrenatural de la fe de todo el pueblo cuando “desde los Obispos hasta los últimos fieles laicos” presta su consentimiento universal en las cosas de fe y costumbres»[21].
Este extracto de la CONSTITUCIÓN APOSTÓ-LICA EPISCOPALIS COMMUNIO del Santo Padre Francisco sobre el Sínodo de los Obispos, es elocuente respecto de las conjeturas que te comparto en este texto y de cuyo proceso no imagino que los documentos diocesanos, debidamente "orientados" por cada obispo y las síntesis de los Episcopados, cuya capacidad de matización es concreta, se llegue a unas propuestas de las que el Papa, en su función de Magisterio Universal de la Iglesia, pueda renegar o contradecir si van en contra de la Tradición de casi 2000 años de desarrollo doctrinario y disciplinar. Por que si no, ¿para qué semejante movimiento?
A rezar mucho y buscar participar cuando se nos llame a hacerlo: está en juego la Iglesia misma.
Hay una página oficial del Sínodo, pudiendo acceder al comunicado como a documentos relativos a esta Asamblea 2023 de Obispos en Roma:
http://www.synod.va/content/synod/es.html
XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos
«Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión»
Papa Francisco, el 24 de abril 2021, ha aprobado un nuevo itinerario sinodal para la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, prevista inicialmente para el mes de octubre del 2022, con el tema: «Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión». La Secretaría General del Sínodo de los Obispos, con el consenso del Consejo Ordinario, ha propuesto una modalidad inédita para el camino hacia la Asamblea.
El Sínodo de los Obispos es el punto de convergencia del dinamismo de escucha recíproca en el Espíritu Santo, conducido a todos los niveles de la Iglesia (Cfr. Discurso del Santo Padre Francisco en la conmemoración del 50 aniversario de la institución del Sínodo de los Obispos, 17 octubre 2015). La articulación de las diferentes fases del proceso sinodal hará posible la escucha real del Pueblo de Dios y se garantizará la participación de todos en el proceso sinodal. No se trata solo de un evento, sino de un proceso que involucra en sinergia al Pueblo de Dios, al Colegio episcopal y al Obispo de Roma, cada uno según su propia función.
El camino hacia la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, entonces, se realizará con el siguiente itinerario:
– Apertura del Sínodo (octubre 2021)
La apertura del Sínodo tendrá lugar en el Vaticano y en cada diócesis. Este camino será inaugurado por el Santo Padre en el Vaticano el 9 y 10 de octubre.
El domingo 17 de octubre, con la misma modalidad, se abrirá en las diócesis bajo la presidencia del respectivo obispo.
– Fase diocesana (octubre 2021 – abril 2022)
El objetivo de esta fase es la consultación del Pueblo de Dios (cfr. Episcopalis Communio, 5,2) con la finalidad que el proceso sinodal se realice en la escucha de la totalidad de los bautizados, sujetos del sensu fidei infalible in credendo.
Para facilitar la consultación y la participación de todos, se presenta el siguiente itinerario:
Secretaría General del Sínodo
La Secretaría General del Sínodo enviará un Documento preparatorio, acompañado por un cuestionario y de un Vademecum con propuestas para realizar la consultación en cada diócesis.
También se enviará este Documento a los Dicasterios de la Curia Romana, a las Uniones de Superiores y Superioras Mayores y otras uniones, a las federaciones de la vida consagrada, a los movimientos internacionales de laicos, a las Universidades y Facultades de Teología.
Diócesis (Iglesias particulares) y Conferencias Episcopales u organismos correspondientes
Cada obispo nominará un responsable (eventualmente un equipo) diocesano para la consultación sinodal, que pueda fungir como punto de referencia y de contacto con la Conferencia Episcopal y que acompañe la consultación en la Iglesia particular, en todos sus pasos (antes de octubre 2021).
Cada Conferencia Episcopal nombrará, a su vez, una responsable (eventualmente un equipo) que funja como referente y contacto con los responsables diocesanos y con la Secretaría General del Sínodo (antes del octubre 2021)
Diócesis
La consultación en las diócesis se desarrollará a través los organismos de participación previstos por el derecho, sin excluir otras modalidades que se juzguen oportunas para que la misma consultación sea real y eficaz. (cfr. Episcopalis Communio, 6).
La consultación del Pueblo de Dios en cada diócesis se concluirá con una Reunión pre sidonal, que será el momento culminante del discernimiento diocesano.
Después de la clausura de la fase diocesana, cada diócesis enviará sus contribuciones a la Conferencia Episcopal antes de la fecha establecida por la propia Conferencia Episcopal. En las Iglesias orientales las contribuciones serán enviadas a los organismos correspondientes.
Conferencias Episcopales u organismos correspondientes
Se abrirá un periodo de discernimiento de los pastores reunidos en asamblea (Conferencia Episcopal), a los cuales se pide escuchar aquello que el Espíritu ha suscitado en la Iglesia que se les ha confiado.
Al proceso de redacción de la síntesis participarán también el responsable de la Conferencia Episcopal, por lo que se refiere al proceso sinodal y su equipo, así como los representantes elegidos para participar a la Asamblea General Ordinaria del Sínodo en Roma, una vez que hayan sido ratificados por el Santo Padre.
La síntesis será enviada a la Secretaría General del Sínodo. Se enviarán también las contribuciones de cada Iglesia particular (antes del abril 2022).
Otras contribuciones
Se recibirán también contribuciones enviadas por los Dicasterios de la Curia Romana, de las Universidades, Facultades de teología, de las Uniones de Superiores y Superioras Generales (USG-UISG), de otras uniones, de las federaciones de la Vida Consagrada, y de los movimientos internacionales de laicos (antes de abril 2022).
Secretaría General del Sínodo
La Secretaría General del Sínodo procederá a la redacción del primer Instrumentum Laboris (antes de septiembre 2022).
– Fase continental (septiembre 2022 – marzo 2023)
La finalidad de esta fase es dialogar a nivel continental sobre el testo del primer Instrumentum Laboris, realizando un ulterior acto de discernimiento a la luz de las particularidades culturales específicas de cada continente.
Secretaría General del Sínodo
La Secretaría General del Sínodo publicará y enviará el primer Instrumentum Laboris (en septiembre 2022).
Reunión Internacional de Conferencias Episcopales
Cada Reunión internacional de Conferencias Episcopales nombrará, a su vez, un responsable que funja como contacto entre las Conferencias Episcopales y con la Secretaría General del Sínodo (antes de septiembre 2022).
Discernimiento pre sinodal en las Asambleas continentales. Se establecerán los criterios de participación de los obispos residenciales y de otros miembros del Pueblo de Dios.
Las Asambleas terminarán con la redacción de un documento final, que será enviado a la Secretaría General del Sínodo (marzo 2023).
Otras contribuciones
Contemporáneamente a las reuniones pre sinodales a nivel continental, se recomienda que también se desarrollen asambleas internacionales de especialistas, que puedan enviar sus contribuciones a la Secretaría General del Sínodo (marzo 2023).
Secretaría General del Sínodo
La Secretaría General del Sínodo procederá a la redacción del segundo Instrumentum Laboris (antes de junio 2023).
– Fase de la Iglesia Universal (octubre 2023)
La Secretaría General del Sínodo enviará el segundo Instrumentum Laboris a los participantes de la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos.
Celebración del Sínodo de los Obispos en Roma, según los procedimientos establecidos en la Constitución Apostólica Episcopalis Communio (octubre 2023).
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