¿OPERACIÓN RUPTURA?
Comparto un artículo del Padre Javier Olivera Ravassi sobre "Síntesis narrativa: La escucha en la 1era Asamblea eclesial para América Latina y el Caribe -CELAM" El link está al final del post.
TENGO PARA MÍ que el proceso consultivo al Pueblo de Dios tendrá resultados no producto de "la escucha" sino no de lo "ya escuchado" por parte del Papa. Se trataría de un proceso para romper con la Tradición, lo que implica la continuidad de las enseñanzas y mandatos de Jesucristo en los tiempos hasta su segunda venida.
TENGO PARA MÍ que, luego de dos sínodos de la Familia, uno de los jóvenes, otro de la Amazonia y el seguimiento del sínodo de la Iglesia local en Alemania, el proceso preparatorio del Sínodo de Obispos convocado para el año 2023, el Papa ha encontrado la fórmula para "maniobrar" en la convergencia de la unanimidad del Pueblo de Dios, los Obispos y el Papa en una nueva REVELACIÓN, que permita dar un giro de campana a la Iglesia. Una convergencia como la expresada, no sería más que la expresión del Espíritu Santo, quedando el Papa "en escucha" antes que de custodio de la Fe. Este Papa "escuchante", tendría que convalidar semejante unanimidad. Cierto es que el Papa hoy cuenta con un Colegio apostólico de su propia hechura.
TENÍA PARA MÍ que cuando el Papa observó al Sínodo Alemán que avanzaba "en la escucha del Pueblo de Dios" hacia la luteranización de la Iglesia Católica alemana, lo hizo no por los contenidos sino por que lo estaban toreando en tiempos que el Papa quería administrar por sí. De hecho, conocido el documento "Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión" del Papa, el Sínodo alemán se ensambla al universal pasando al 2023. En mi opinión, dieron por cumplida la misión del sínodo alemán habida cuenta del llamado al sínodo universal y a las señales del Papa por aceptar cambios sustanciales en la doctrina de la Iglesia Católica, como ya lo hizo con la amortiguación, suspensión o cancelación del pecado del adulterio.
¿A QUÉ VIENE TANTA COSA? Pues que por siglos, la Iglesia Católica ha aceptado que la Revelación como tal culminó con Jesucristo y se ha establecido la inmutabilidad del depósito de la Revelación, ya que ha sido hecha por Dios y no por los hombres. La interpretación que hace el Magisterio de la Iglesia (el Papa) es bajo la premisa de que "no hay que esperar ya ninguna revelación pública antes de la gloriosa manifestación de nuestro Señor Jesucristo" (DV, 4)
El modelo del sensus fidelium ( "la apreciación sobrenatural de la fe por parte de todo el pueblo, cuando, de los obispos a los últimos de los fieles, manifiestan un consentimiento universal en materia de fe y moral "), ¿podría autorizar al Santo Padre, Custodio de la Revelación dada por terminada hasta la segunda venida de Jesucristo, que está en condiciones de establecer principios, dogmas y conductas diferentes de los ya reveladas?
¿Podrá el Papa convalidar la luteranización hoy de hecho de la Iglesia Católica por que "escucha al pueblo de Dios y los obispos" pidiendo lo haga?
¿Es el sensus fidelium una segunda revelación admisible por el sucesor de Pedro? Por que esto es de lo que se trata: encontrar "un algo" que legitime un cambio doctrinario de la Iglesia Católica para converger a este mundo que ha adoptado tantas contrariedades a su doctrina, disciplina y práctica. Adaptar a la Iglesia para un nuevo mileno pero como deben "derogarse" tantos mandatos y enseñanzas de Jesús, la aplicación del sensus fidelium daría la herramienta apropiada. Luego, es cuestión de maniobrar al proceso sinodal, tal como se ha ensayado ya anteriormente y que diera la abolición de hecho y cuasi derecho del pecado del adulterio católico y se absorbiera en la Exhortación Apostólica Querida Amazonia el documento muy observable de ese sínodo.
La Iglesia, según mi interpretación de los hechos, está "madura" para el llamado al que hizo el Papa y para el salto de la Revelación de Jesús, a una pseudo revelación proveniente del "pueblo" (nada más democrático hoy por hoy), al que consiente un colegio de Obispos ya renovado por el impulsor de semejantes cambios, es decir, a su imagen y semejanza. Las voces discordantes, han ido muriendo, jubilándose o pasados a la periferia. En el proceso, como en el Sínodo de la Familia, se asegurarán los "redactores" y lo que llegue, finalmente a Roma. La derogación de la Tradición quedaría sellada en un proceso como el que narro.
Es tiempo de oración intensa por la unidad y fidelidad de la Iglesia y por el Santo Padre: que el Espíritu Santo prime finalmente entre tanta ansiedad por la mundanización de la Iglesia.
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