Luego de una semana de internación sanatorial  para disminuir el dolor y la inflamación del nervio ciático, retomamos la columna. Fue una semana tan rica en situaciones políticas que intentaremos un resumen remitiendo directamente a links de donde tomamos los elementos principales. Pero lo último saltó sobre lo anterior. La cadena nacional de la Presidente de anoche en relación con el paso a fallo de la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos del caso de los bonistas que han venido logrando fallos de pago contante y sonante a su favor. Comenzaremos, entonces, por esto
Lo primero que reiteraremos es que cuando esté bajo apriete, la Presidente sabe cómo presentarse, qué decir, qué tono usar. Como buena mujer, exacerba las posiciones extremas pero en la situación de perder al “objeto”, revierte en seducción.  En una escenografía austera, típica de cuando los presidentes se dirigían al país, sin aplaudidores, gritadores ni cancionistas ya establecidos, austera en su presentación, sin gargantillas, aros desapercibidos entre un blondo peinado, la Presidente utilizó argumentos, historió la cuestión de la deuda externa con bastante razonabilidad y buen tono. Pareció estar medicada, contenida, moderada. El botox lucía en cara de bien dormida.
Está claro que se trató de una jugada pensada: dirigirse a la Corte Suprema yankee, para la que pidió la iluminación de Dios Nuestro Señor –reconocimiento de una Superioridad en tiempos de dudas de la propia- para que fallen correctamente.
Así, se anticipa y mandará al Congreso la reapertura del canje de deuda por tercera vez, seguramente buscando mostrar buena voluntad. Hasta acá, tudo bem, tudo legal, dirían los seguidores de Dilma Roussef pero…
Pero…., las omisiones. La Presidente aprendió de sus pésimas presentaciones anteriores que valieron los fallos de Griesa y en Cámara. Cuando desde el atril anunció que Argentina no pagaría un solo dólar a los bonistas reclamantes y despachó a New York al dúo dinámico Bodou-Lorenzino para dejarlo bien claro y en tono desafiante a quien quisiera escucharlos.
El fallo Griesa, base del de la Cámara incluyó la advertencia pública presidencial más las llevadas de la mano de nuestros abogados en aquellas cortes.  La propuesta que finalmente Argentina presentó, fue porque Griesa había disparado tan fiero que cualquier otra cosa era mejor. Disciplinaba al arrogante transgresor. Esto, parece haberlo aprendido Cristina y es lo que exhibió anoche:  algo de cordura luego de un inicio de segundo mandato a toda orquesta de disparates, revoluciones, declamaciones, ataques, empujones, tergiversaciones…. La hora del cadalso al menos, pone una cuota de razonabilidad en quien lo transita.
El mensaje de anoche ha sido a la Suprema Corte yankee de que Argentina hará algo, será razonable y esta vez utilizó con tranquilidad, sin arrogancia, y hasta con argumentos de las finanzas internacionales que el propio Federico Pinedo del Pro viene apoyando:  fallar en favor de los bonistas reclamantes más allá del canje realizado, pone al mundo financiero internacional en bancarrota.  Pero lo matizó con un argumento espúreo: menos del 0,4% de los acreedores están en juicio en New York. En ninguna otra parte hay juicios.
En primer lugar, está el Club de París que con paciencia infinita tiene stand by y bajo sus propias condiciones la deuda argentina para con ellos. En segundo lugar, omite decir que son los tribunales de New York los tribunales de reclamo conforme los bonos en cuestión.
Pues bien, la Presidente en el inicio de la campaña de cara a octubre, debió encarar no inauguraciones con Insaurralde sino el tema del reclamo judicial de los bonistas en New York. Lo hizo, en un escenario adusto, austero, con tono mesurado y con propuestas como las que reseña Espert en su artículo de hoy: “…un cambio de jurisdicción a Buenos Aires (¿voluntario?) para los u$s28.000M de deuda externa pública performing que tienen legislación=lugar de pago en el extranjero. También anunció un canje voluntario de deuda para los u$s6.500M de capital de holdouts (de los cuales, u$S400M son los que están litigando en NY).
“La jugada es de una temeridad importante y materializa en los hechos la promesa de siempre del gobierno de negarse a pagar (a los holdouts) más que a los que aceptaron los canjes, aún aquellos a los cuales la justicia a la cual Argentina decidió someterse voluntariamente en los ´90 (y en los canjes kirchneristas de 2005 y 2010 también), la americana (entre otras), le ordenara pagar el 100% sin quitas.
“De nuevo. La osadía es grande porque Argentina pasa a cumplir de manera anticipada (todavía falta que se pronuncie la Corte Suprema de USA) su amenaza de que no acatará un fallo distinto a pagarle a los holdouts un monto igual que a los que aceptaron los canjes de 2005 y 2010 (quita de 75% en VPN), por más que sea de la justicia a la cual acudió hace 20 años (y en 2005 y en 2010 también) para maximizar el monto y minimizar la tasa de colocación de la deuda pública…”
“Si el cambio de jurisdicción para los u$s28.000M de performers externos no es voluntario, es default no técnico (si bien es semántico, no existe en la jerga de las deudas soberanas el concepto de default técnico)y también lo es aunque sea voluntario si el cambio de jurisdicción (que se materializaría en un canje de deuda) no es votado por una mayoría de entre 75% y 80% de holdouts, porcentaje muy difícil de alcanzar, frente al cual el gobierno argentino podría insistir seguir pagando en el medio de un default abierto.
Si bien Espert reseña los puntos esenciales transcriptos en relación con las anteriores instancias y las dificultades que se presentan, no parece mal que la Presidente haya dado el paso que está dando para evitar lo que mostró anteriormente: ser un Estado renuente siquiera a ser enjuiciado: en el caso, se anticipa a un fallo del máximo tribunal yankee, pide a Dios que los ilumine, reabre voluntariamente el canje de nuestro lado y ofrece lo que ya ofreció como es igualar las condiciones de pago. Al menos, aunque tardíamente tal vez, le da al Tribunal Supremo una perspectiva distinta de la Argentina llevada prácticamente como animal a la manga de los acuerdos que firmara como Estado soberano.
Una vez más, cuando Cristina, medicada, bien dormida y apretada en el abismo a su espalda, sabe lo que tiene qué hacer. ¿Por qué debe llegar a estos extremos y poner a la Argentina en un estado de nervios permanentes?
DE ZAFFARONI, FRAGA Y LOS ANTECEDENTES DE COLISIÓN ENTRE PODER EJECUTIVO Y PODER JUDICIAL
Zaffaroni intentando ayudar al Gobierno en lo que parece el fin del golpe de estado que pretendió dar contra la Corte Suprema y la Constitución Nacional, tiró un cabo a la Presidente. Palabras más, palabras menos, reseñó que la colisión entre políticas del Poder Ejecutivo y el Poder judicial en distintas circunstancias iban desde la pulseada Roosevelt vs Corte Suprema yankee en la que la pulseada la ganó el Presidente logrando renuncias en el Alto Tribunal, pasando por el caso Argentino en tiempos de Perón al destituir a la Corte conservadora para imponer una afín con los nuevos tiempos de república democrática centralizada e interpretada por el líder natural de los trabajadores. Finalmente, puso la de Vietnam en la que el dictador comunista-marxista en una liquidación de más de trescientos mil ciudadanos disidentes, liquidó también a más de 300 jueces no domesticables. El tema lo comentó Rosendo Fraga en distintos medios.
Curiosamente, ninguno trató el caso más reciente argentino: el desplazamiento de la Corte menemista en el primer tramo de Gobierno de Néstor Kirchner. Con acuerdo de la oposición, se iniciaron juicios políticos contra la Corte que acompañó a Menem, los que fueron cayendo de a uno menos Fayt. Eran tiempos en que las palabras bien intencionadas aún dominaban a Néstor y designó en reemplazo una Corte que entendería mejor la nueva funcionalidad institucional de avalar las políticas del Gobierno. En síntesis, cambio de nombres, para nada cambiar en la práctica. Pero no ocurrió así. La nueva Corte, aún Zaffaroni en muchos casos, se tomaron en serio eso de ser custodios de la Constitución Nacional refrendada en 1994 –todos los los constituyentes vivitos y gobernando- al punto de haber, finalmente, la Presidente y su núcleo exhibir con toda desfachatez el hartazgo y los impedimentos que significa el sostenimiento de esta situación.
Intentaron romperla con leyes todas inconstitucionales, en un intento de golpe de estado y bajo el argumento falaz de que si la mayoría aprueba, solo queda a la Corte convalidar.
Y señalamos el tema ya que esta omisión en Zaffaroni y Fraga explica por qué el grupo de poder K no ha podido ir aún más allá: un nuevo juicio político a la gente puesta por Néstor dividiría aún más las aguas justicialistas. Pero, ¿y la ampliación de la Corte? Es otro recurso no previsto por los opinadores mencionados. Y esto, amigo lector, sí lo había propuesto Zaffaroni meses atrás, como tirándole la idea a la Presidente antes de embarcarse ésta en la reforma judicial. El tiempo para esto si se repite la mala elección de las PASO habrá terminado y, seguramente, alguien revisará por qué no se eligió en aquel momento, la licuación de la Corte sumándole más miembros al estilo Gils Carbó. Decisiones que le dicen, que cobran sentido una vez desplegadas las acciones.
DE SCIOLI Y SU REPOSICIONAMIENTO
De pronto Scioli tomó conciencia de su situación: llevó de la mano a Insaurralde por todos lados, acompañó a Cristina y a al pollo y, sin embargo, Massa salió en punta y promete ir por más. Más clara situación de alerta amarillo no debe haber para un político ya del montón.
Ni corto ni perezoso, aprovechó la fuerza que le dio la situación y salió a pedir una interna peronista de cara al 2015 y a ayudar al Gobierno a irse bien, sin problemas. Jugó la frase entre las PASO y la necesidad de recomposición del oficialismo de cara a octubre. No le faltarán los fondos para terminar las eternas obras viales sobre las rutas 6, 41, 42, 73 ni para pagar por ahora lejanos aguinaldos. Conforme caiga en la elección, Scioli dependerá en su legislatura de la oposición antes que sí mismo mismo y ahí veremos qué facturas le pasan.
Por ahora, Scioli pone: hay escenario de pugna peronista por la sucesión en  el 2015; pone él mismo el 2015 antes de la elección de octubre de 2013 y hace un llamado al “redil”, es decir, que la disputa por las candidaturas se “metan” en el Partido Justicialista terminando con el modelo Duhalde de elecciones generales con varias bandas peronistas disputándose el puesto. Lo que revela que Scioli está tomando muy en serio al por ahora outsider Massa, sea más o sea menos del modelo, el hombre le ha salido en punta y Scioli aprovecha para ponerse a la cabeza de la reestructuración y la marcación de la cancha. Por ahora, Scioli es Cristina, Massa parece ser Massa con ambiciones propias y el resto por ahora es satélite a la situación. Alrededor de Scioli y de Massa veremos los satélites Capitanich, Obeid, De la Sota y otras. El reacomodamiento parece evidenciarse, pero, acordate, el tiempo hace lo suyo.
Cristina está hoy en tanta cosa que puede focalizarse en esto. Y tal vez, haya percibido la necesidad de separarse un cacho, pero aún hay tiempo para entrar en la campaña de octubre.
Por su parte, la primera víctima del juego es Francisco de Narváez quien pierde puntos en favor de Massa mientras Stolbizer ha profundizado el mensaje institucional de una investigación de la corrupción bajo el modelo de los derechos humanos como forma de sanear la Argentina política y de todos los días.
SOBRE NELSON CASTRO Y JORGE LANATA. El tema es así. Tanto Nelson Castro como Jorge Lanata han desarrollado una persistente campaña de denuncias éticas sobre la familia gobernante. Nelson Castro ha echado al ruedo que la Presidente tiene una enfermedad que, finalmente, obnubilaría sus criterios para desempeñarse el cargo que ejerce. Lanata, por su parte, ha puesto de manifiesto una manifiesta red delictual de enriquecimiento inimaginable de quienes ocupan el poder, todo sacado del dinero de impuestos que pagamos los argentinos, al punto de que somos muchos quienes pensamos que se puede restituir el Impuesto a las Ganancias a sus objetivos iniciales sin más contraparte que dejar de robar.
Pero de estas denuncias, Nicolás Márquez (http://www.laprensapopular.com.ar/11161/destitucion-juicio-y-castigo) lleva la situación a un planteo que tiene lógica, coherencia aunque se trate de algo políticamente incorrecto. Si la Presidente no está en condiciones psíquicas ni morales para continuar gobernando, ¿por qué estos periodistas y la oposición toda insiste en que Cristina debe terminar su mandato? Agregan como condimento, que la Presidente debe abrirse y apoyarse para finalizar sus 2,5 años faltantes de tal manera de evitar sobresaltos institucionales que, inclusive, lleve a un estallido político al país.
Nicolás Márquez analiza la posición de la oposición en el tema y aún más, la falta de quorum en el Congreso para la destitución prevista por inhabilidades del ejercicio del cargo, pero indica que es un hecho moral que debe finalmente plantearse. ¿Qué habrá de negociar o abrir una Presidente con tamaños desajustes y ya probados en dos mandatos de gobierno?
Para pensarlo.
Hay más material pero no debemos agotarlo. Recomenzamos y en un tiempo muy rico. Quedaron temas como Grecia, Siria, la comparación internacional de nuestro presupuesto en educación y el resultado educativo comparado con otros países. Ya los iremos desplegando. Buena semana


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