¿Cómo hará Macri para luchar contra la delincuencia institucional?

La inducida fuga de los Lanatta y Schillari ha puesto sobre la mesa tantísimas cosas de las que intentaré focalizarme en algunas nomás. Aquellas que giran alrededor de lo que implica la declaración de guerra del macrismo a la delincuencia institucional (DI).

La (DI) es aquella en la que una persona o varias, utiliza la función estatal que le ha sido conferida para uso y provecho propio o de la banda y que, además, es capaz de establecer vínculos delictuales con grupos privados fuera del Estado a los que, llegado el caso, brindará “protección” al alcance de su función: policía, guardiacárcel, fiscal, juez, intendente, lo que fuere.

La fuga ha puesto de manifiesto lo que todo bonaerense padece desde hace tantísimos años: el nivel de corrupción de la policía provincial alcanza a todos los “negocios” de la delincuencia: droga, robo de autos, secuestros, abigeato, piratería del asfalto. Pero esta institución es el epicentro de una red que incluye a fiscales, jueces provinciales, políticos de todo nivel.  ¿Acaso no queremos terminar con esto?

En la fuga finalizada se puede establecer el grado de corrupción cuando pensamos la organización necesaria para sacar a los delincuentes de la cárcel y apañar su trayectoria de fuga. No es casual que se los haya podido detener en Santa Fe y no en Buenos Aires.

El Gobierno, además, debió forzar la maquinaria judicial para establecer como juez de cabecera a uno Federal desplazando a toda la instancia provincial. ¿Por qué? Claro que lo sabés.

La persecución en Santa Fé mostró las deficiencias en la organización, equipamiento y funcionamiento de las 6 fuerzas de seguridad puestas en el territorio. Hay mucho qué hacer en la materia y deberá hacerse un trabajo de alta intensidad. Es tan amplio que abarca hasta el salario de los miembros de estas fuerzas: o ganan bien o seguirán “cobrando” por izquierda. El pagar poco, con decenas de conceptos incomprensibles, nos ha salido muy caro como sociedad. Debemos probar pagando como corresponde.

Así y todo, el cerco impuesto en Santa Fe fue eficaz: sea quien sea ante quien se entregaron los prófugos; sea como sea el tema de los celos locales versus los nacionales, los prófugos no pudieron salir de aquella provincia y terminaron entregándose sin oponer resistencia, exhaustos, hambrientos y sedientos. Esto es muy relevante: se les cortaron los contactos, las posibilidades de moverse y, como en el ajedrez, jaque mate. No admite ninguna banalización, por el contrario, nuestra alegría por lo que finalmente aconteció.

Más relevante aún, es que el Gobierno Nacional, el de la Provincia de Buenos Aires y la ayuda del de la Provincia de Santa Fe, tuvieron y sostuvieron la decisión política de recuperarlos vivos… ¡y lo lograron!

Esto es un flor de mensaje para la DI y para el cristinismo en busca de impunidad: se ha marcado la cancha como nunca en tantísimos años anteriores, abarcando al propio gobierno de Menem.

Y esto tiene consecuencias. Anoto dos y cualquier lector o lectora podrá establecer otras.

La primera, es que quienes están en la DI en las distintas entidades del Estado deben estar tomando en serio el tiempo que se les viene. El mensaje de la Vidal de buscar efectivamente a Pérez Corradi y aumentar a 2 palitos la recompensa, debe estar generando cónclaves mafiosos para establecer la estratégica de reacción. Luego del episodio “triple fuga”, su mensaje adquiere seriedad y, seguramente, preocupación del otro lado. Antes se negociaba. El clarísimo mensaje de los nuevos gobiernos, es que eso no ocurrirá.

Y lo que se viene, entonces, es peor que lo vivido en estos 13 o 15 días de fuga y persecución, ya que los mafiosos se replegarán con la intención de defenderse. La lucha que comienza es la de búsqueda de estos delincuentes los que opondrán acciones de autodefensa, donde todo será posible aunque no todo imaginable.

La segunda consecuencia, es la del posicionamiento. El cristinismo en la resistencia se ha puesto en la defensa de la DI centrando sus análisis en los furcios de Ritondo (“están cercados”) o de Bullrich (“se atrapó a los 3”). Estos temas como las ojotas de uno de los policías, son absolutamente anecdóticos a la hora del desenlace final y del mensaje de lucha dado por el Gobierno.

Detenerse en aquellas cosas NO ES INGENUIDAD. Es COMPLICIDAD. Tanto Víctor Hugo Morales, como Silvestre, como C5N, Crónica TV, Página 12 se detienen en “el papelón” con el evidente INTERÉS de desviar la atención de lo central como es la propia lucha en la que, seguramente, pueden caer conspicuos ex funcionarios de los entonces gobiernos nacional y provincial.

Que Héctor Recalde en uso de su liderazgo de la bancada cristinista en la Cámara de Diputados cite a la Bullrich para explique la fuga, es una chicana entre las miles que intentarán quienes buscan IMPUNIDAD: fueron los promotores del sistema y no cederán fácilmente. Utilizarán todos los poderes con que cuenten para defenderse de lo que deberá ocurrirá al final: legión de ex funcionarios de todo nivel con esposas camino a la cárcel. Eso será un placer equiparable a cuando vimos a Zanolla esposado camino su celda. El proceso continúa, pero ¡qué extraordinario placer!

Aquellos medios y quienes asuman esta posición, son parte, cómplices por acción o por omisión o por simpatía del flagelo delincuencial estatal y privado; de las muertes, la destrucción de jóvenes, familias y tantas personas. Esto implica, además, destrucción de las instituciones del Estado y afecta al relacionamiento social, comercial y político de los argentinos.

Ahora bien, durante la fuga, hubo medios cuyos títulos exhibieron ambigüedades. Lejos de ponerse del lado de tres gobiernos y un juez en acción contra la delincuencia, matizaron la información como para no ser socios de “el papelón”, cuando este era y es perfectamente explicable. Revolver una y otra vez la comunicación errónea al Presidente, es ponerse en el bando ya comentado más arriba. En otros tiempos, se los llamaba “idiotas útiles” y en este tipo de luchas pueden ser muchos.  

No ayuda Longobardi hablando de una banda brancaleone por el lado de los fugados y otra por el lado de las fuerzas de seguridad. Ciertamente, como acaba de decir el Presidente Macri, es necesario mejorar tantísimas cosas, pero esta verdad debe ser expuesta con el cuidado de ser algo constructivo y no en tono de desmerecimiento de los esfuerzos hechos por gobiernos nuevitos, un juez dispuesto a jugársela y unas fuerzas que luchaban entre cumplir y sus propios delincuentes internos.

El rol de los medios debe ser debatido si se pretende una lucha que empezó antes de ser planificada y se extenderá por todo el mandato de Macri-Michetti. Debe trabajarse con ellos, sin afectar las libertades de opinión y de expresión.

La ciudadanía también tiene lo suyo. Vimos cómo paisanos de tierra adentro no dudaron en su rol en la situación: informaron, proveyeron pistas y medios. Fueron banalizados por los medios, especialmente el préstamo de caballos que fue tratado con jolgorio desmerecedor de las fuerzas de seguridad que actuaban en el lugar.

Fueron héroes, personas simples de bien que no dudaron de qué lado estaban, a diferencia de tanto amigo y conocido urbano que estuvieron más del lado de Recalde, Víctor Hugo, Silvestre, Crónica TV, C5N, no vaya a ser que se pusieran en situación políticamente incorrecta. Lo accesorio los mueve más que el contenido. Es para analizarse al respecto.

Se inicia un proceso en el que si algo debemos cuidar es del éxito del mismo. A la población honesta de nuestro país le conviene y lo veníamos reclamando.

Deberemos soportar la burla, la confusión hasta la duda. No deberemos soportar atajo alguno en el combate como torturas, pasar procedimientos judiciales por alto o el asesinato institucional. Pero sí debemos apoyar toda la lucha sabiendo de qué lado estamos: de la ley, el Estado, la Nación. De nosotros, nuestros hijos y nietos. No es una procesión. Puede llegar a ser más bien un Calvario.

Por tercera vez, vos, ¿de qué lado estás?



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